Creando sueños BSD

31. amarre de luna roja

Sinopsis: Atsushi es una chica que estudia para ser bruja y su mayor reto es... un amarre a su novio.

Advertencia: +18, menstruación, cambio ligero de forma de ser de los personajes. Atsushi, Dazai, Chuuya como chicas.

Nakajima Atsushi una chica común y corriente que disfrutaba de sus días en el centro mágico con sus compañeras, Osamu Dazai y Nakahara Chuuya eran sus instructoras y grandes hechiceras, y si, su vida era normal y corriente por que debía ocultar su conocimiento del mundo mágico, así como toda chica, iba a la universidad

La universidad de Yokohama era grande y popular, los alumnos eran capaces de todo; pero entre todos ellos había un grupo que sobre salía, los llamaban lagarto negro, eran sigilosos, hacían sus tareas, sus promedios eran altos y jamás se separaban. Dos chicas y dos chicos, no había quien se entrometiera en su grupo. Eso claro, hasta un día que chocaron casualmente.

Atsushi llevaba sus papeles, sus libros de hechicería y su proyecto de fotografía. Sin poder evitarlo choco con el gran líder de lagarto negro, Akutagawa Ryunosuke. – di-disculpa – pidió la albina

- No te preocupes – menciono recogiendo las fotografías de la albina, entonces la miro - ¿conoces a Dazai-san?

- Ah, sí, es mi amiga, trabajo para ella y su novia

- ¿Cuál es tu clase?

- Fotografía 2

- ¿a qué hora sales?

- A la-las 4

- De acuerdo

El azabache dejo las fotografías y se retiró, Atsushi le miro confundida y solo suspiro, era un chico guapo pero raro. Jamás pensó y mucho menos espero ver al azabache esperándola al finalizar su clase. Al principio, aunque lo vio, ella solamente siguió, pero fue el azabache quien tomo su brazo – hey, te esperaba

- ¿eh?

- ¿Qué no me escuchaste?

- Ah, yo... ¿qu-que necesitas?

- Llévame con Dazai-san

- Ah... de hecho voy a mi trabajo, vamos

- Bien

El azabache siguió a la albina, pudo verla un poco mejor, era delgada, plana, sin gracia, su cabello largo y desordenado pero su rostro era lindo y sus ojos como magia, llevaron a una tienda, era pequeña, la ventana era larga y de cristal, al entrar solo cabían 4 mesas, el mostrados y una escalera. Todo el techo estaba lleno de frascos y flores – Ya llegué – se anunció la albina – traje a un conocido

Chuuya salió de la parte de atrás y los miro – Vaya, Akutagawa, tiempo sin verte.

- Chuuya, Atsushi-kun no llega y oh... Ya llego, Hola Akutagawa-kun

De ese loco momento habían pasado ya seis meses, Akutagawa resulto ser un gran admirador de Dazai y sus enseñanzas en la escuela secundaria y Atsushi solo ocultaba que era una bruja, claro... Debía ocultarlo de su ahora novio. Recordar los primeros instantes al iniciar su relación fue bastante catastrófico, Akutagawa iba al café para ver a Dazai, pero terminaba ayudando a Atsushi, tanta ayuda y amabilidad conmovió a la menor, y el azabache se vio conmovido por su dulzura, poco tiempo descubrieron que había más de ellos que lo superficial y entraron más a detalle enamorándose por completo. Pero Dazai, tenía otros planes.