La llegada de SiZhui

873 127 3
                                    

Lan SiZhui siempre fue un chico leal, amable, respetuoso, todo lo que se debe ser de un Lan, siguiendo las reglas a la perfección, como su padre. Es el tipo de alumno prometedor de los cuales los ancianos del clan Lan están muy orgullosos. 

Aun a la corta edad de 12 años, SiZhui ya era el encargado de que los castigos impuestos por su tío XiChen, aunque a diferencia de su QiRen, XiChen no castigaba a tantos alumnos por romper reglas como correr o gritar, ni siquiera por esparcir rumores, así que ahora el clan Lan era considerado menos estricto que en años anteriores.

SiZhui estaba acostumbrado a la tranquilidad del clan Lan, pero eso no quitaba que se sintiera aburrido en ocasiones, razón por la cual cuando su padre y su tío le preguntaron si deseaba ir a las conferencias que dictaba durante 3 meses la secta Jin, el chico no dudo en aceptar, entusiasmado.

Conocer a chicos de otras sectas era algo que le entusiasmaba demasiado, y el hecho de salir de viaje solo, por primera vez, era más que gratificante.

La conferencia seria dentro de unas semanas, por lo que desde ese día, reunido con su tio y su padre, comenzaron a hablar de los discípulos que lo acompañarían, de las cosas que tendría que llevar. Le recordaron que no debía consumir alcohol, aun cuando las personas de otras sectas le ofrecieran, recordándole que su resistencia al alcohol no era buena.

SiZhui acepto cada regla nueva que tenía su viaje.

Y el día de su viaje, fue al cuarto de su padre. Si bien Lan Zhan era conocido por ser un hombre frio, todo esto cambiaba cuando estaba con su amado retoño.

–Nos veremos en 3 meses, pórtate bien ¿sí? 

–Si baba. 

–Te amo, A-Yuan.

–También te amo, baba.

Y como una tradición como cada vez que salía de la secta Lan, SiZhui se encontró frente a la habitación de su tío, tocando la puerta e informando su llegada.

  –Tío XiChen, ya me voy.

–¿Y acaso no piensas despedirte?

–A eso venia, tío.

Ambos sonrieron antes de abrazarse. E hicieron algo muy peculiar que SiZhui había decidido hacer solo con su tio.

–El conejo salta, gira el árbol, escaba la tierra, y llega a la madriguera.

El juego era un simple juegos de mano de despedida, donde al final sus dos manos quedaban apresadas entre las de su tío. Sonrieron y se abrazaron antes de que SiZhui partiera, informando que enviaría cartas de forma seguida. 

Con su bolso de viaje en su hombro, en el cual llevaba diversas bolsas QianKun, si bien no era necesario usar muchas, tenía ordenadas una por día, para cada vez que necesitara algo. Viajo junto a mas miembros de su clan en sus espadas, llegando a la secta Jin con elegancia y clase, logrando así llamar la atención de casi todos los discípulos de diferentes sectas. 

Siendo ese su primer día para muchos allí, se les ordeno hacer filas por clanes, y luego de ello un hombre un tanto pequeño (Incluso para un SiZhui de 12 años aquel hombre le parecía bajito.

–Mi nombre es Jin GuangYao, y desde hoy seré uno de sus maestros. Mi hermano Jin ZiXuan, líder del clan, se encargará de darles las lecciones de cacería y espada, mientras que yo me encargare de enseñarles toda la historia de la cultivación. Sus clases comenzaran a partir de mañana, por ahora, están todos cordialmente invitados al buffet de almuerzo del clan Jin, luego de que se hayan instalado correctamente en sus habitaciones pueden dirigirse al salón de fiestas.

Dicho aquello, los jóvenes discípulos de Gusu fueron guiados a sus respectivas habitaciones por un joven discípulo del clan Jin, quien miraba a SiZhui con ligera sorpresa.

–Oye ¿Cuándo dejaste crecer tu cabello?

Aquella pregunta estaba realmente dirigida al miembro más joven del clan Lan, siendo este SiZhui.

–¿Disculpa? ¿Me conoces?

En ese mismo instante, el Jin comprendió su error, y negó repetidas veces con la cabeza. 

–No, disculpa, te confundí con alguien más.

Y luego de ese pequeño inconveniente, los jóvenes de Gusu fueron dejados en sus respectivas habitaciones, y dejados a su suerte, para que conocieran los alrededores de la secta Jin, siendo informados de que podían ir a la ciudad de comerciantes si así lo deseaban.

El joven Jin se fue, con un extraño pensamiento en su mente. “Se parece mucho a JingYi”

Tu a Gusu y yo a YummengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora