Poco después de ordenar mis cosas, escondiendo muy bien mi peluche de conejo que Baba me había regalado. Segun JingYi tenia que mantenerlo oculto, pues él no usaba ningún tipo de peluche.
Mi tio Cheng me ayudo en casi todo momento, hasta que le dije si podía salir. Queria cambiar mi vestimenta para ir con A-Die luego.
El accedió y no volvi a verlo, pues luego de cambiarme fui directo al lago donde había visto a mi A-Die con Hua Cheng.
Una vez estuve frente a ellos, Die no tardo en acercarse a mi con la sonrisa más linda del mundo en su rostro. Ahora entiendo porque Baba decía que tengo la sonrisa de Die, si es muy bonita.—Ya apareciste -Menciono envolviendo mis hombros con su brazo.— Si bien se que ya se conocen, quiero presentarte a Hua Cheng de otra manera. Mi pequeño JingYi, el es Hua Cheng, mi pareja.
La persona a la que JingYi le decía tío me miro con una sonrisa que me puso los pelos de punta. La falta de su ojo la sabía, pero la forma en la que sonreía me hacía sentir que debía estar alerta, o correría sangre por todos lados.
—Hola JingYi.
—Hola... tío Hua.
—Oh JingYi, ya no es necesario que me digas tio Hua, puedes solo decirme Hua Cheng, al menos por ahora.
Aquellas últimas palabras me hicieron tragar saliva. Estar aquí era incómodo, extraño. Die tenía una energía un tanto más oscura que los cultivadores. Se por JingYi que antes cultivo sin nucleo, y que volvio a tenerlo tiempo después. Pero que aun usa el cultivo demoniaco para fabricar talismanes u objetos.
Pero Hua Cheng tenía una energía totalmente oscura. Casi como si fuese un demonio. Pero no podía desconfiar tan rápido de alguien solo porque estaba alterando mis planes con mi hermano gemelo, aún si algo en su tono de voz me gritaba "corre".—Bueno... Hua.
—¿Ves Wei Ying? No tardara mucho en acostumbrarse a esto. A su edad todos comienzan a tratar a sus mayores con menos cordialidad cuando estos se lo permiten.
—No... Yo... Solo... No porque vaya a cumplir 13 voy a dejar de ser cordial con alguien de... ¿Cuantos años tienes?
—27.
—Wow... Eres 13 años mayor que yo ¿A-die, tu cuantos tienes?
—Vaya, de repente te interesas por mi edad, iré a dentro por mas arroz picante y tal vez por una botella de vino para celebrar.
—¿Para celebrar que?
En mi cara debió verse toda mi confusión, pues ambos se rieron y Die me dio un mimo en la cabeza antes de irse por su plato de comida y la botella de vino.
—Vamos a celebrar el que hayas vuelto, JingYi.
En ese momento algo en Hua Cheng sono de forma extraña. Cuando vi lo que hacía, pude ver como este acercaba una pulsera parecida a la que me dio JingYi a su oreja. Era oscura y la energía que le paso a la misma también.
—Hua Cheng. - levantó el dedo índice como pidiendo que me callara por un tiempo. —¿Que tal YanLi?
En ese momento evite prestarle atención a su conversación, pues era de mala educación escuchar. Por esta razón mire el lago. Según JingYi el nadaba mucho por allí, por lo que me quite mi túnica superior para entrar al agua.
—Entiendo que hace mucho no hablas con Wei Ying y que lo extrañas. El también te extraña, pero el y Jiang Cheng estan muy ocupados, hoy tienen que ir a ayudar a un pueblo cercano ¿Te parece bien si se ven la semana entrante? ¿Si? Genial. Yo le aviso que vayan.
Vale, eso era raro. No entendía la razón por la que Hua Cheng le mintió a mi tía. Si sabía de antemano que a cualquier cosa que la mujer pidiera tanto A-Die cómo el tio Cheng irían corriendo, incluso si era solo para invitarlos a comer. Además podía jurar que esa pulsera era de mi Die. Era raro que la tuviera.
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Tu a Gusu y yo a Yummeng
FanfictionLuego del asedio contra la secta Wen, Wei Wuxian se encargó de proteger a la familia de su amigo, Wen Ning, y con el apoyo de sus hermanos formaron lo que ahora era una enorme secta, compuesta por los pocos habitantes que habían quedado de la secta...