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Amigos

Antes de que el sol cayera, Takemichi se fue dejando a Mikey con la incertidumbre sobre si se volverían a ver. Creyendo que ya era uno de esos momentos para saltar en el tiempo, estaba por dejarse chocar por un auto que pasara a mucha velocidad, solo que la risa y el llamado de Emma a la lejanía lo hizo mirar antes de cruzar la calle.

Se veía tan bien y tan alegre... 

Ella lo vio y gritando su nombre en alto sacudía la mano para que la viera en las calles casi oscuras. El dolor en el pecho lo invadió tan de golpe que una risa fue capaz de salir de sus labios mientras las lágrimas desbordaron de sus ojos como si fueran unas pequeñas cascadas. Emma riendo fue a abrazar al novio de su mejor amiga y Takemichi quiso aferrarse a ella como si fuera la última vez que la vería, fue un abrazo corto y leve.

—¿No quieres quedarte a cenar con nosotros? A Mikey le alegrará que estés en casa.

—Acabo de salir de tu casa, Mikey quiso ofrecerme la misma invitación pero tengo otros asuntos, muchas gracias de igual manera.

—Suenas muy formal, ¿algo te preocupa?

Estaba sorprendido con esa pregunta, solo pudo sonreír con pena y asentir. No quiso dejar que ella lo hiciera hablar con la gentileza de su voz ni la persuasión de sus palabras. 

—Emma, dile a Draken que te gusta. Estoy seguro que corresponderá tus sentimientos. —Levantó su pulgar en un gesto de que todo estaría bien.

—Suena más como una despedida. —Las mejillas de Emma estaban ligeramente rojas, no quiso admitir que sus sentimientos fueron ya descubiertos pese a su obviedad. 

—Lo es, nos vemos, Emma. 

Takemichi se perdió en la gran ciudad de Tokio buscando la oportunidad de viajar al veintidós de febrero, dejando a Emma con la intriga de su actitud tan adulta y a Mikey esperando su regreso. 


Tal vez Takemichi no recuerda cómo fue que despertó en su habitación el veintiuno de febrero, pero no necesitaba más información que esa y a penas pudo levantarse fue a ver a Hina. Ella estaba tan alegre que le dio pena decir que solo iba por el pequeño libro donde anotaba todo lo que sucedía para que su otro yo continuara la historia.
Hina no era tonta, viendo esos ojos apagados enseguida fue por el tesoro secreto de ambos entregandoselo, Takemichi le dijo que quería caminar con ella un rato y hablar, de todo. 

No quería que se enterara en un bloque depresivo donde su mente ya no aguantara mas todo lo que estaba sucediendo. 
Siendo tan amable y atenta, Hina lo escuchó hablar durante una hora, donde todo le fue contado a detalle. Solo que seguía omitiendo la parte del futuro.

—Aún debo decirte algo más, pero debo llamar primero a Baji y Chifuyu. ¿Puedo contárselo a los tres juntos?

—Si, Takemichi, te creo cada palabra, llámalos si así lo necesitas. 

Asintió con calma y tomando su teléfono llamó a los dos chicos restantes, se encontraron en una pequeña plaza. Sentía la nostalgia pasando por su cuerpo al verlos llegar juntos y ver a Chifuyu más alegre de lo que lo recordaba en el pasado, estaba feliz por ellos pero de igual manera apretó con fuerza la mano de Hina.

Los hizo sentarse y pedir que lo escucharan con mucha atención, estaba nervioso por confesar su último objetivo y decir la verdad por la cual volvió al pasado.  Sus manos temblaban y el sudor se hizo presente, como esos ojos brillosos por estar a punto de romper en llanto.

—El veintidós de Febrero, Emma va a morir. —Dijo Takemichi sintiendo el estrés de aquel momento—. No fui rápido para protegerla la primera vez porque creí que el golpe sería para mi, así que mañana la salvaré... Pero no se si sobreviviré a eso, así que los traje para contarles también la verdad por la cual viaje en el tiempo para arreglar mis errores. —Soltó una risa amarga. 

Ninguno quiso decir nada, Baji se mantenía en calma al lado de Chifuyu, y Hina seguía sosteniendo su mano para indicarle que los tres que sabían el secreto estaban para apoyarlo en lo que fuera que necesitara. 
Seguir con la parte de Mikey se le dificultaba, las palabras no querían salir de su boca y se molestaba consigo mismo por ser incapaz de contar esa parte.

De nuevo el héroe llorón estaba entre sus propias lágrimas. Ahogándose en la tormenta de su interior. 

—En el futuro Chifuyu y Draken me mintieron del paradero de Mikey para que no lo buscara, él ya no era un delincuente de la nueva era; era solo un delincuente cualquiera. —Su voz sonaba temblorosa y no podía mirarlos a los ojos—. Fui a verlo, trató de matarme y luego... Mikey se suicidó, y es mi culpa. 

—¡No es cierto! —La voz de Chifuyu impactó en sus pensamientos pesimistas—. No es tu culpa, hiciste todo lo que pudiste la primera vez.

—Incluso... ¡Incluso volviste para intentarlo todo de nuevo!  —Agregó Hina. 

Baji se levantó de su asiento posando una mano sobre el hombro de Takemichi, estaba sonriendo.

—Estamos para ayudarte a proteger a Mikey y que su futuro sea tan bueno como el nuestro. —Baji parecía seguro de sus palabras—. Esta es tu historia.  La historia sin fallos de Takemichi Hanagaki. 


Sin fallos [Takemichi Hanagaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora