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Corazones rotos

Visitar la tumba de Shinichiro lo hacía sentir el reemplazo que siempre fue para todos, pero no le molestaba en lo absoluto, Inui parecía estar feliz de que lo acompañara.
Takemichi ya sabía que tenía que hacer, y el salvar a Izana se lo encargaba a Chifuyu y Baji, el plan era de esa forma, no sabían si él era capaz de sobrevivir al golpe, por lo tanto todo estaba en las manos del capitán y subcapitán de la primera división, seguir a Baji era un placer para muchos. Por más que Takemichi hubiera ascendido a ser capitán de la tercera división si moría en ese día era mejor que Mikey no supiera hasta el final del día, ganaran la batalla y la Toman se disolviera en lo más alto como el primer destino escrito, por eso Hina se encargaría de estar cerca del suceso para que el líder se sintiera seguro con quien dejar a su amigo especial. 

A esa castaña la vio llegar acompañando a Emma, hablaban a gusto y riendo entre ellas, hasta que solo tuvo que pasar lo que debía pasar.

Hina ya sabía donde debía quedarse, así que junto a la chica rubia, Takemichi fue a acompañarla para comprar algo para tomar. Juntos parados en medio de la calle... Él pudo sentir el ruido de aquella motocicleta aproximándose, fue en ese momento que miró a Emma tan deslumbrante como todos los días. 

—¿Te ha dicho Draken que te ves muy hermosa? 

—No lo he visto hoy... ¿En serio crees que me veo así?

—Por supuesto que sí, de seguro cuando te vea lo pensará, le cuesta decirte cosas lindas porque se apena.

Lo que vio en ese momento Emma, fue un Takemichi acercándose a ella para abrazarla, el ruido de un golpe, un abrir y cerrar de ojos rápidamente, ambos en el suelo... Y Takemichi sobre ella protegiendo su cabeza. 
"¿Estás bien, Emma?" la débil voz del chico la hizo entrar en razón viendo como la cabeza de este sangraba pero con cuidado se levantaba para alejarse de ella.   

—No quiero manchar tu bonita ropa de sangre...

—Takemichi... ¿Estás bien? Tu cabeza y-

El rubio tambaleó para ponerse firme de pies y la ayudó a levantarse, la motocicleta había pasado y Mikey se aproximaba con Hina para ver si estaban bien. Para Hina fue un alivio verlo de pie, solo que Mikey tenía un vuelco en el corazón por ver a Takemichi de esa manera.
Takemichi vio la cara de su amigo y dando un simple ademán dijo que estaba bien.

Su amigo no demostraba reacción alguna como si quisiera procesar y preguntar qué había pasado en ese segundo que no estuvo ahí. 
Takemichi se lo resumió con un nombre que lo hizo entender.

Kisaki Tetta, el caos en esa línea de tiempo que se encargaría de hacer desaparecer aunque tuviera que perseguirlo arrastrándose hasta el fin del mundo, ya no le arrebataría a Hina, ni tampoco destruiría nada que Mikey atesore porque él estaba para protegerlos a todos.

—Maldicion, voy a ir al hospital, no quiero no estar presente en la pelea... —Rio algo apenado en frente de ellos.

—Te acompañaré. —Dijo Hina. 

—Yo también. —Emma estaba preocupada.

—Te llevaré hasta ahí... —La voz del chico sonaba apagada.

Hubo un deja vu en los ojos de Takemichi, como la vez en que Emma murió, solo que en esa ocasión era Mikey llevándolo a él. Sintiendo como el sueño lo invadía y la comodidad de estar en la espalda de ese rubio lo quisiera hacer descansar de una vez por todas. 
Las chicas caminaban a su lado tomándose las manos asustadas, ambas querían llorar porque temían que algo le pasara a su héroe

De nuevo estaba llorando, viendolas juntas, saber que Hina tendría a su amiga, que Draken a su futura esposa y ese sueño de Mikey viéndolos juntos se pudiera cumplir, saber que podía salvarlo estaba llenando su espíritu de dejar una carga atrás y el pasado dejara de perseguirlo.

"Ya puedes descansar, heroe llorón" la voz de Akkun hizo que quisiera dormirse, solo quería dormir de una vez por todas y despertar para la última pelea. La última que le pondría fin a la Toman. 
Era tan tentador el sueño de la muerte que no estaba seguro si sumirse en ella iba a estar bien.

—Emma... ¿Cuándo le dirás a Draken que lo amas? —Preguntó tontamente Takemichi.

—¡Hoy! ¡Hoy se lo diré, Takemichi! —Desesperada ante la pregunta y queriendo cumplir aquel deseo que parecía tener el chico que la salvó fue capaz de contestar eso dejándose llevar por las lágrimas. 

—Estoy seguro de que te aceptará, te ama mucho.

Emma soltó una risa temblorosa: —¿Cómo lo sabes? 

—Es que yo veo el futuro. —Hizo aquel chiste como una verdad y extendió su mano izquierda a ambas chicas esperando a que la tomaran, ellas lo hicieron—. Sus manos en verdad son cálidas... Son mi alegría, poder verlas juntas me hace feliz, por favor, sean amigas mucho más tiempo.  

—¡Lo seremos! —Contestaron juntas. 

—Que alivio... ¿Mikey?

—¿Si, Takemichi? 

—¿Podrás cuidar bien de ellas?

Mikey asintió llevando la calma por esas chicas que estaban quebrandose y queriendo romper en un llanto desesperado: —Lo haremos juntos. 

—Juntos... Sí, suena bien un futuro juntos... 

—Mira, Takemichi, ahí está el hospital. —Dijo Mikey—. Vas a estar bien. 

Cuando no hubo respuesta y las chicas ya no estaban sosteniendo la mano del muchacho Mikey fue quien entró en pánico. 

—¿T-takemichi? Ya llegamos... T-takemichi, por favor di algo. —Rogó Mikey.

Sin fallos [Takemichi Hanagaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora