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Confianza ciega

La salida del hospital fue un alivio, su yo del futuro debía encargarse de lo que sucediera en los siguientes días, por lo que en una libreta escribió las cosas que pasaron durante su llegada para que la línea de tiempo no se viera afectada. Esperaba que entendiera lo que estaba haciendo. 
Hina también fue a verlo varias veces, y él fue a ella quien vio primero al ya poder valerse por si mismo. 
La abrazó tan fuerte pidiendo perdón por preocuparla tanto, asustado de que lo quisiera dejar por ser tan problemático algunas veces, pero Hina estaba tan aliviada de verlo en una pieza que ni siquiera se enojó. 

Del bolsillo de su chaqueta sacó aquella libreta para ponerla en las manos de la chica, confiaba en ella por cualquier cosa. Se la hubiera dejado a Mikey pero temía que por su curiosidad terminase leyendo algo de lo que allí decía.

—Necesito confiarte esto, y tienes que prometer que solo me lo darás a mi, nadie más puede ver el contenido, ni siquiera tu. ¿De acuerdo? 

—No te preocupes, lo mantendré a salvo. —Emocionada de que le diera algo de vital importancia para él, Hina aceptó con gusto.

—Esto va a sonar confuso, Hina. Pero cuando veas a ese otro Takemichi dulce que describiste una vez, que pelea sin rendirse, ese otro que parece más preocupado por el anterior debes dársela a él. 

—Aunque no me puedas decir la verdad completa, aunque no sepa que está sucediendo, confío en ti. Así que por favor, Takemichi, también confía en mí que entiendo tus palabras. 

Hina era realmente increíble, su yo más joven había sido un completo estúpido al dejarla ir, amaba saber que en el futuro se casaría con ella... Si es que aún existía ese futuro a su lado. 
Se despidió de ella con un largo abrazo, besando su mejilla con delicadeza, diciendo que como última parada tenía que hablar con Mikey.

Quería verlo antes de irse al cuatro de Julio, pasaría tiempo donde el primer y brillante Takemichi se encargaría de hacer el bien. Pero en su caminar, fue Baji y Chifuyu a quienes se encontró. 
Ellos parecían estar en las suyas por lo que no se detuvo a saludar, seguía con la vista en frente, listo para aceptar que pronto ya no estaría allí, aunque le dolía ya no tener a Chifuyu como un acompañante, verlo feliz lo hacía feliz. Esperaba que en el futuro pudiera cumplir su sueño de ser piloto. 

Fue Baji quien gritó para detenerlo poniendose a su lado y comenzando a jalarle el cabello mientras que Chifuyu estaba intentando que soltara a Takemichi. Fue una risa de este que hizo relajar a los otros dos. 

—¿A dónde vas tan apurado?  —Preguntó Baji.

—A ver a Mikey, quería saludar, ya sabes. —Se encogió de hombros. 

Allí se generó un silencio, hasta que Chifuyu pudo obtener algo de valor y hablar.

—El otro día los escuché hablar... Sobre lo del futuro y eso. Si quieren decir algo está bien, porque ya lo se todo.

—Lo esperaba, siempre haz sido muy metiche. —Contestó Takemichi. 

—Ya que sabemos que el espía de Chifuyu sabe, ¿a que vas a ver a Mikey? —Preguntó Baji.

—Despedirme, haré otro salto de tiempo.

De nuevo otra vez silencio, ninguno de ellos se atrevía a preguntar el objetivo principal de que Takemichi volviera al pasado. Primero dijo que fue por fallar en la muerte de Baji, ahora estaba vivo, pero por qué aún saltaría por segunda vez a otra fecha. 
Y Takemichi no sabía por cuánto más podría aguantar ese secreto de que Mikey era el único que no tenía un buen futuro al lado de todos. 

—¿Cuándo te volveremos a ver? —Chifuyu hizo la pregunta, estaba tan agradecido que Takemichi hubiera salvado a su mejor amigo que le preocupaba no verlo más.

—El veintidós de Febrero, solo será ese día, no se cuanto más aguante en el pasado. Necesito volver al futuro y asegurarme de que tengan un futuro brillante. —Sonrió Takemichi—. Y cuando ese día llegue, les contaré por qué volví al pasado, les contaré la verdad a todos.

Takemichi hizo una reverencia ante ellos.

—¡Por favor, cuiden mucho de mi!

—Lo haremos. —Dijo Chifuyu.— Por favor sálvanos, Takemichi

—Me parece bien. —Contestó Baji—. Chifuyu, vamonos, tengo hambre. Deja que Mierdamichi haga sus cosas raras.

Baji acaparó toda la atención, pero a ninguno le molestó. Takemichi estaba tan a gusto de verlos juntos. 

Él siguió su camino mientras esos dos mejores amigos iban juntos por unos fideos, ya no tenía nada que hacer ahí ni seguir en medio de esa bonita relación. 

Sin fallos [Takemichi Hanagaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora