Epílogo • No es el final

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente

Los meses pasaban tan rápidos, ya hacía ocho años que la familia de Kat había partido, ahora ella tenía su propio taller, en el cual cuando no cuidaba de sus hijas Samara y Rebeca, creaba algún nuevo modelo de auto y comenzaba a construirlo, comenzó con aquella camioneta del accidente, después de que su esposo Efraín la ayudará a decidir que hacer con ella, pero junto con sus amigos logró completar el sueño de tener un taller, mientras que Efra se encargaba de enseñar en una escuela de idiomas. Ahora con más de una sola estudiante.

—¡Sam! —llamo Becs de la cocina a su hermana mayor, la recién nombrada ya en sus 7 años llego con el cachorrito en su mano, el cual se parecía demasiado a Sunni, la cual había fallecido luego de dos años de que Becs naciera, ahora la menor ya tenía cuatro años y manejaba muy bien el italiano como el español.

—¿Qué pasó Becs? —preguntó mirando la habitación Sam, pero no había nadie allí

—¡Mira! —grito saliendo de un escondite con un pequeño pájaro entre sus pequeñas manos—. Es hermoso —como decía Kat, Rebeca era como Samay, pues ella amaba los animales. Kat no podía evitar compararla con ella, pues se parecían demasiado

—Rebe, mamá ya te ha dicho demasiadas veces que no puedes tener todos los animales que encuentres, porque nuestra casa no puede ser un zoológico —explico Sam, Kat que escuchaba desde la puerta sonrió nostálgica debido a que recordó una de sus tantas charlas entre Male y Samy

—Deja Samy, además podemos construir alguna jaula en el taller hasta que se recupere y luego lo liberamos, ya sabes Rebe, ellos necesitan ser libres y no pueden ser retenidos

—Su madre tiene razón niñas —entro Efra asustando a Kat, lo cual largaron una carcajada—. Ni que fuera tan feo amor —fingió preocupación Efra y Kat río

—Como digas —se miraron a los ojos y aquellos sentimientos seguían igual que antes, incluso iban creciendo cada día más. Luego de que se casarán nació Samara y dos años después Rebeca, ambos amaban la familia que habían logrado formar.

—Niñas, deben apurarse llegaremos tarde a la reunión —aviso Efra y ambos comenzaron a cambiarse, no sin antes dejan a los animales en un lugar seguro

—¡Kat! —saludo Joha al ver a sus mejores amigos, su esposo Brandon se acerco con ella, nadie se esperaba esa pareja, aunque la que nadie se esperaba realmente era la pareja de Harry y Valerie, luego de que Kat y los chicos la perdonarán sus errores que le habían llevado a lastimar a los demás, comenzaron a tener una bonita amistad, el grupo de amigos de Kat había pasado de ser nulo a tener muchos. Amaba a cada uno de sus amigos y les tenía un gran aprecio

—Hola bonita de la tía —alzo Iara a Rebe y la giro, luego hizo lo mismo con Sam

—Crecen tan rápido —suspiro Matilde acercándose—, no puedo creer que unos meses Rebe cumpla cinco años ya, si hace apenas que nació —Adti siempre era así, exagerando todo y dramatizando, pero todos la querían—. Sobrinas favoritas, las dejo; la tía tiene que adorar a papá —les guiño el ojo y subió junto con Iara al altar

—Kat —dijo el pastor acercándose a la familia—, ¿sabes? Hoy justo estaba pensando en lo que te dije. ¿Aceptarán ser líderes de jóvenes? Dios me hacía sentir eso, ya han pasado bastante tiempo con Eze, lo cual se les hará mucho más fácil, además sé que tienen el don para ministrar y enseñar

—De eso queríamos hablar, nosotros aceptamos gustosamente, todo sea para llevar el reino a otros lugares. No creo que se me haga fácil, pero con Dios todo es más llevadero. Gracias por la oportunidad

—Dios lo puso en mi corazón

Semanas después

—Niñas prepárense, ¿todo listo? —pregunta Efra entrando en la habitación de sus hijas

—Ya estoy lista

—Me da nervios conocer otro país, aunque un poco más de nervios me dan las alturas —habla Kat—. Nunca viaje en avión me dan miedo —le susurra para que solo la escuche Efra ya que las niñas se encontraban allí

—Amor no va a pasar nada...

—Estuve pensando en todo lo que ha pasado en mi vida y que hubiera pasado si ese día Joha no me hubiera escuchado yo quizá estuviera quién sabe dónde... Me alegro haberte encontrado, porque quizá nadie lo hubiera hecho. Agradezco que Dios te haya puesto en mi camino ¿Y sabes qué es lo mejor? —Efra negó—. Que este no es el final... Con Dios las historias nunca terminan.

 Con Dios las historias nunca terminan

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En Un Mes Creerás En Él. [EUMCEE1]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora