Terapia de Papel [Lumity]

Capítulo 2

—Entonces, ¿cómo va el trabajo? —Gus le preguntó mientras esperaban en la fila en el acceso a los arcos dorados locales.  

Ella se encogió de hombros y tamborileó con los dedos en el volante. Era lunes por la noche y comenzaba su segunda semana de trabajo en el hospital. Las cosas habían sido bastante ligeras hasta ahora. En su mayoría, solo seguía a su madre oa Lilith. Hacía recados para ellas, entregando archivos de un lado del edificio al otro, a veces tenía que usar las escaleras cuando todos los ascensores estaban en uso. Sus pantorrillas nunca habían hecho tanto esfuerzo. Luz sabía que su mamá quería que ella se interesara en la medicina, pero eso no le atraía, incluso si algunas de las cosas que su mamá le mostró eran geniales.

Luz no era precisamente aprensiva, pero no creía que tuviera el estómago para hacer lo que hacía su madre. 

Más importante aún, ella no tenía la pasión.

—Todo va bien, gano un poco de dinero, aunque si miras el papeleo real, estoy listada como conserje—, resopló. Fue muy gracioso descubrir cuando su madre le dio su tarjeta de identificación y la incluyó en la lista de servicios sanitarios. Así era como la habían hecho entrar. Afortunadamente, nadie parecía echarle una mirada crítica, ya que por lo general iba detrás de Lilith y nadie iba a interrogar a la médico en jefe. 

—Bueno, bueno, al menos en lo que respecta al trabajo, es algo fácil, ¿verdad? Y he visto Grey's Anatomy, al menos es interesante, ¿verdad? —preguntó Gus y Luz resopló.

—No hay tanto drama y amores secretos como ese programa te haría creer, Gus—. Ella sonrió.

—¿Qué hay de tu mamá y Lilith?

Eh... ella tendría que darle crédito. 

—Buen punto… pero eso es porque los demás podría perder la cabeza pensando que Lilith está favoreciendo a mi mamá, lo cual no es cierto. No es que una de ellas esté casada y tenga una aventura secreta—. Luz agitó una mano mientras se detenían en la fila que se movía lentamente. Eran las cinco y media de la tarde y esta noche estaría trabajando en un turno de noche con su mamá, que se había adelantado desde que Luz había estado con Gus. 

—Bueno, eso es aburrido—, gruñó, cruzando los brazos y recostándose en su asiento. Luz solo sonrió, sacudiendo la cabeza.

—No tengo tiempo para ocuparme de ningún Hospital General de Bolonia, Gus. ¡Necesito averiguar qué voy a hacer por el resto de mi vida...! —El solo decirlo estresó a Luz y su mano se apretó alrededor del volante. 

—No entiendo por qué estás tan estresada por eso, no tienes que tomar ninguna decisión permanente en este segundo y tu primer año es solo lo básico de todos modos. Pasarás más de un año antes de tener que pensar siquiera en tomar clases especiales importantes—, recordó. 

—Es fácil para ti decirlo, desde el octavo grado sabías que querías dedicarte al periodismo como tu papá. No tengo idea de lo que quiero hacer… y mamá está pagando la universidad si no lo averiguo pronto… —, se interrumpió, sin siquiera estar segura de qué haría si no pudiera resolverlo. No podía darse el lujo de dejar y elegir cualquier clase si algo no le funcionaba. En cualquier caso, no con el dinero de su madre. Necesitaba tomar una decisión y ceñirse a ella. 

Por cuatro años. 

Ella gruñó un poco al pensarlo. 

—Lo estás pensando demasiado—, insistió Gus y Luz gruñó. 

—Según mi mamá, ¡no estoy pensando en eso lo suficiente! Por eso terminé trabajando en el hospital en primer lugar. Espera que encuentre esa "chispa" de la que siempre habla en la medicina. No sé qué quiero hacer con mi vida, pero sé que no es eso.