You are my beautiful weakness.

10. Morgana

Desperté 10 minutos después de lo sucedido, ví como Yelena curaba la mini herida de Zeke, y al voltear hacia arriba ví lo ojos de mi hermano Eren

Cómo pude me senté y lo observé.

—¿te encuentras bien?— pregunté, Zeke volteo a verme y yo lo mire con desprecio y odio —¿Te encuentras bien Eren?— volví a preguntar

—Estoy muy bien ahora que tú despertaste— hablo Eren.

—Veo que Mikasa te curo las heridas— hablé mientras la volteaba a ver — Mikasa, me siento muy felíz de que una mujer como tu sea la prometida de mi querido hermano— hablé

Retome mi postura y me senté a lado de Jean, quería llorar pero no iba a permitir que Zeke me viera débil, al parecer Mikasa también había curado mi herida que Zeke me había hecho en el labio.

—Cuando lleguemos y pregunten que pasó, ustedes no dirán nada— hablo Zeke muy tranquilo —¿Entendieron?

—Si señor director— hablaron los alumnos.

Jean pasó su brazo por mi cuello y me abrazo, yo tome su mano y la junte con la mía, me recosté en su pecho y por un momento quise que Jean jamás se separara de mi lado, pero sabía que mi paz no duraría mucho

—Te tengo una sorpresa quería hermana— hablo Zeke mientras sonreía

—Gracias pero no aceptaría nada tuyo ahora— hablé sin mirarlo —Aunque bueno, si fuera tu renuncia a la Academia, ahí cambiarían las cosas—

—Claude— pronunció muy bajo, pero al parecer Eren y yo escuchamos

Mi cuerpo se congeló al oír ese nombre, ¿Por qué lo había hecho?, ¿Sería una broma?, ¿El de verdad estaba abajo esperándome?, Miles de preguntas inundaron mi cabeza.

Eren me miró y yo a él, le di una sonrisa falsa y le dije que todo está bien.

Pasaron 15 minutos y por fin llegamos al museo, dejamos que los demás alumnos bajarán y después bajamos nosotros.

Cuando estaba enfrente de la puerta del autobús apunto de poner un pie en el primer escalón para llegar abajo lo ví, era el.

Mi corazón comenzó a latir de manera rápida, mi cuerpo no respondía, me cerebro no procesaba la información.

Solté la mano de Jean y corrí a el, me lancé en sus brazos y comencé a llorar.

—No sabes cuánto te extrañe— hablé entre sollozos

—Y yo a usted pequeña dama— hablo mientras me bajaba lentamente

—Por favor abrázame, pero no me sueltes—

—Sabe, no es correcto que usted llore por mi— hablo

—Claude yo...yo te necesito— pronuncie entre sollozos —No sabes cuánta falta me has hecho—

—Mi señora— hablo el

—Morgana, que bueno que te gustó tu regalo, tienes dos opciones— Zeke hablo mientras bajaba del autobús —Pasas estás cinco horas con tu mayordomo o con tu prometido—

—Quiero estar con Claude— mire a Jean —espero no te moleste—

—Para nada, diviértete quería— jean me sonrió y se acercó a mi, depósito un beso en mis labios y después se alejo

—¡Yo lo mató!— hablo Eren

Contuve las ganas de reír por el comentario que había hecho Eren, tome de la mano a Claude y comenzamos a caminar

—Mira vamos por aquí— hablé mientras hacía que nos alejarnos de la multitud, al estar lejos me detuve y mire a todo lados para estar segura de que nadie nos había seguido —Claude, tu me eres fiel solo a mi  ¿Verdad?—

—Si me señora, solo a usted— hablo mientras tomo mi cara con su manos

—Bueno quiero pedirte que mates a Zeke— hablé y el me miró muy serio

—Si es lo que mi señora desea, lo haré— pronunció

—Te quiero mucho— me acerque a él para abrazarlo y mientras estaba pegada a su pecho pronuncie —Era broma, solo te estaba probando, gracias Claude— hable en voz baja

—Mi señora, yo siempre voy a ayudarla, así que cuente la vida—

—Dime Morgana, no me gusta que te refieras a mi como si yo fuera superior a ti— hablé sin separarme de su pecho

—Bien Morgana, entonces no te molestará que haga esto— el bajo su mano izquierda a mi cintura y con su otra mano tomo mi rostro y me hizo voltear a verlo.

Su rostro era hermoso, sus ojos color azul, que a simple vista no se podía apreciar por su lentes que llevaba con el, su tes blanca, su cabello que le caía por la cara, me miró y me pegó a la pared.

Su mano comenzó a acariciar mi mejilla, note como el miraba mis labios, sabía que quería pero no sé atrevía a hacerlo.

Tome su cara con mis manos y lo junte sus labios con los míos, como en los viejos tiempo, pensé.

Su lengua comenzó a jugar con la mía, mis pantis se comenzaron a mojar y yo quería llegar a lo que habíamos hecho en el pasado. Mis manos comenzaron a jugar con su bello cabello, y después el se separó dejando un fino hilo de saliva entre ambos.

Su mejillas estaban rojas, al igual que las mías.

—Claude, quiero...quiero repetir lo que hicimos en mis vacaciones de verano de hace un año— hablé un poco nerviosa

—Mi señora, estaría mal, usted está comprometida, además ya bastante hice quitándole la virginidad, cuando se supone que usted debía guardarse para su futuro esposo— hablo entre jadeos, note que el también quería revivir lo de hace meses

—A la mierda el compromiso— revise que nadie estuviera cerca y lo pegue a la pared

Intente volver a besarlo pero un ruido nos espanto a ambos.

—Mierda— acomodé mi cabello y Claude acomo su corbata que ya estaba un poco suelta

Escuché la voz de Petra acercarse.

—Hange, no me tomes fotos, siempre salgo mal— hablo Petra

—Saliste bien, ves— cometo Hange

—Oh, hola Morgana— hablaron ambas —¿Quien es el?— preguntaron al mismo tiempo

—¿Y por qué estás roja?— hablo Hange

—Chicas les presento a mi mejor amigo y mi  mayordomo personal, fue una sorpresa de Zeke— comenté feliz, disimulando lo roja que estaba

—Mucho gustó soy Claude, mayordomo personal de mi señora Morgana— hablo

—Mucho gustó— comentaron ambas

—Bueno nos vamos, tenemos que seguir el recorrido— comento Petra

—Okey— hable

Cuando ví que ellas desaparecieron de mi vista volteé a ver a Claude, el y yo comenzamos a reír y seguimos con el recorrido.

—Vamos al baño Claude, antes de que te vayas, me gustaría despedirme bien de tí—  hablé provocando lo

—Vamos mi señora— respondió mientras me seguía