Secreto 1, revelado.

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—Papá te lo iba a decir, créemelo. — dije mientras pegaba mi espalda aún más a la pared, abrazando mis piernas, mientras el líquido caliente caía de mis ojos

—¿¡Que eres una desgracia para la familiar!?

—Papá. — Intervino Zeke

—¡TU CÁLLATE!, ¡sabías lo que era tu hermana y no me lo dijiste!, ¡Lo mismo para los demás, Eren me decepcionas, Dina, Carla, ni hablar de sus amigas!, ¡Fui el único idiota que no supo de esto!. —Mi papá emanaba rabia, le tenía tanto miedo cuando se ponía así.

Debo admitir que no fue divertido ser el centro de atención, mis ojos estaban hinchados y rojos, mi vestido colo salmón estaba hecho trizas, papá lo había roto cuando me arrastró escaleras arriba y este se pasó a atorar en un fierro suelto o yo que se.

Me intente levantar pero de un golpe volví al suelo, Hange estaba en la otra habitación empacando sus cosas y Mikasa estaba con ella. Eren estaba viendo junto con Zeke y Yelena, los tres intentaron frenar a mi papá, pero todo era inútil.

—¡Apartir de hoy, tienes prohibido acercarte a Hange, tu compromiso con el señor Jean se adelantará!. Gritó mi padre y salió de mi habitación.

Me tape mi cara con mis manos, quería a Hange solo a ella, no quería casarme con un hombre, quería a Hange.

—Morgana.— Eren corrió hacia mi y me abrazo, me aferre tan fuerte a su camisa casi podía enterrarle mis uñas a Eren, pero el jamás dijo nada.

—Morgana, no sabíamos que papá iba a reaccionar así, no pudimos detenerle.— hablo Zeke.

Yo no quería hablar, pero tampoco estaba molesta con ellos, sabía que papá jamás aceptaría que su hija era homosexual, pero lo que más lo destruyó fue saber que yo y Claude habíamos tenido algo, dios cuánto me arrepiento de haber abierto mi boca.

Escuché como Hange salía corriendo del cuarto y en cuanto trate de ir tras ella papá apareció enfrente de mi puerta.

—Si no quieres que ella visite el cuarto de castigo, será mejor que la dejes ir.

Me detuve en seco, le cerré la puerta a mi papá en su cara y le puse seguro. Corrí a los brazos de la persona que sabía perfectamente que no me rechazaría.

Yelena abrazo mi cuerpo y nos dejamos caer a la cama, ahora no era tiempo para que Zeke dijera algo, así que simplemente se fue junto con Eren.

—Yelena, ¿Cómo se enteró de Hange y yo?, Solo dije que yo no me quería casar con Jean, más nunca le dije el por quién.—  solloce mientras me aferraba a su camisa blanca.

—Tal vez solo fue Zeke, pero no sé.

—El jamás lo haría. — me caye. —Bueno no lo sé, yo.

—Ay Morgana, ven. — ella me siguió abrazando y por un momento me sentí muy vulnerable.

Ella hizo su mejor intento por acostarme en mi cama, pero los golpes en mi cuerpo me dolía demaciado, Yelena se sentó a mi lado esperando a que me quedara dormida.

—Yelena, te puedes quedar conmigo.

—¡Claro!— ella se metí abajo de mis cobijas y yo acomodé mi cabeza en su pecho.

Ambas nos quedamos así, hasta que yo me quedé completamente dormida.

Al despertar ella no se había ido y el recuerdo de la vez que estube así con Hange invadió mi mente, quise llorar pero era tarde Yelena abrió sus ojos y me miró, cortándome así las ganas de llorar.

—Ya no llores, se que llorar es bueno, pero te prometo que haré algo para que tú y Hange se vuelvan a ver.—

—¿Promesa?

—Promesa.— ambas juntamos nuestros meñique

Alguien tocó la puerta.

—Pasa.

—Señoritas el señor Jeager no desayunara hoy en la mesa, por si gustan bajar. — hablo  Mary

—Gracias Mary.

—Yelena me ayudarías a quitarme este vestido y ponerme mi pans rosa.— le pregunté y ella asintió rápidamente.

Me ayudó a cambiar me y aunque no podía moverme muy bien baje a desayunar, al llegar el ambiente era tenso, Eren estaba en silencio, Zeke ni siquiera sé dónde estaba, Mamá Carla me miró preocupada, Dina ni me miró, Mikasa tomaba cafe, Yelena me ayudó a sentar.

—Mamá.

—Si.— respondieron ambas al mismo tiempo.

—¿Dónde está Claude?.

—Tu padre lo hecho de la casa ayer en la noche. —

Sus palabras me dejaron en silencio, Hange y Claude se habían ido, una, dos, tres, cuatro, cinco las lágrimas comenzaron a salir, me tape mi boca y sentí todas las miradas sobre mi, el habré se me había ido.

—¡Buenos días familia!— papá entro a la cocina luciendo radiante. —¡Noticias!, Hange fue sacada del colegio y Claude ya no trabajará más aquí.

—¡Ya basta papá, no vez que tú hija está mal!.— Eren azotó sus manos contra la mesa, a papá no se le fue su sonrisa, solo me miró

—¿Eran importantes para ti, Morgana?.

—¡Si, si lo eran, eran más importantes para mí que tú!.— me levanté de mi asiento y trate de salir del comedor, pero cada que caminaba me sentía con más dolor.

—Te ayudó.— Eren abrazo mi cuerpo y me ayudó a subir las escaleras.

Llegamos a la habitación y me acostó, intente buscar mi teléfono, pero no lo encontré.

—Papá me quito mi teléfono.— dije en voz baja.

—Se le pasará en unos días, en cuanto volvamos a la academia veremos la forma para que puedas hablar con Hange.

— Gracias Eren, eres el mejor hermano.

El beso mi frente y salió de mi habitación.

Estoy sola, en una casa de monstruos.

You are my  beautiful weakness. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora