Me acomode en mi cama después de tomar una larga ducha.
Estaba devastada. Totalmente devastada, no sabía que hacer, que pensar. Soy un desastre.
Cuando me enteré de que Mildred y Javier no eran mis padres, sino los padres de mi madre. Y que mi padre y madre habían muerto, no fue una linda sensación. No se imaginan lo doloroso que es el saber que alguna vez tuviste a alguien que se preocupa por ti y te amaba, y ya no está contigo... es doloroso.
Mi estado ahora mismo es depresión. No tengo deseos de comer, hablar nisiquiera levantarme de la cama. Le había dicho a Franco que no iría al colegio nunca más, porque sólo faltaba esta semana para que el año terminara y así ir a una escuela diferente.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me había dado cuanta cuando Franco entro a la habitación con un vaso de agua y frutas en un plato y se había sentado frente a mi.
-¿Te sientes mejor?- dijo entregándome el vaso de agua que acepte.
-Eso creo... - dijo dando un sorbo a la fría agua que ahora recorre mi garganta.
-Tienes que dejar todo eso atrás ¿si?, Se qué es difícil pero has perdido mucho peso por eso, estas pálida.- dijo con frustración.
-Lo siento, no quiero que estés así por mi, no valgo la pena, así que sólo déjame morir lentamente.- dije acurrucándome con las sábanas blancas y apretando mis labios. Tengo miedo de oír su respuesta.
-Ok, vamos, arriba, nos vamos- Se paró de su asiento tomándome por un brazo y sacándome de la cama.
-¿A dónde?- dije de mala gana, no tengo deseos de nada, sólo quiero estar tranquila.
-A España, ¿Que esperas? Anda rápido- abrí los ojos a más no poder.
-¡Pero España queda a 9 horas desde aquí y quien sabe si más!- dije exasperada y sin poder creer lo que está diciendo.- ¡Además no tengo visa española ni nada de lo requerido para ir a otro país!.- Franco de detuvo y soltó mi delgada muñeca para comenzar a hablar.
-Si tienes visa española. Desde el día que me hablaste sobre España, te vi tan feliz que quería llevarte de sorpresa pero al parecer no te ibas a levantar de esa cama por nada. Así que ese mismo día hable con personas para que arreglaran todo para viajar. Tienes todo lo necesario para ir a Europa y también tienes dinero, Los 10,000 dólares ahorrados de tu padre están en esta casa... efectivo. Así que si me das un momento llamare a Anderson para que nos reserve un vuelo a Valencia, España. Aya nos espera un apartamento que con el tiempo lo compraremos si es que quieres... ¿Esta usted de acuerdo con el plan señorita Rose? Si es que puedo llamarla así.-
¡Nunca me había sentido tan feliz en mi vida! Estaba dando sal tiros por todos lados y abrazando a franco fuerte.
Alto... ¿Rose?.
-¿Porque rose? Mi apellido es Campos- pregunto todavía con una sonrisa en mi rostro.
-Campos es el apellido de tus abuelos. Rose es el apellido de tu padre.- afirmó.
-¡ME LLAMO ALEXA ROSE!- grité corriendo como loca por toda la habitación y empacando mis cosas.
-Sabía que te iba a hacer sentir mejor.- dije Franco - Iré a empacar mis cosas y a llamar a Anderson.- dijo saliendo de la habitación.
-Franco... Gracias.- dije abrazándolo fuerte y el correspondió al abrazo.
-A tu padre no le hubiera gustado verte así por 3 días seguidos. Sólo hago lo que el hubiera querido hacer.- y se alejó.
¿Había pasado 3 días en cama, sin comer?
No me había dado cuenta, estaba muy ocupada pensando en todo por lo que he pasado.
Ahora me encuentro empacando algunas blusas del armario de mi madre ya que toda mi ropa estaba en la casa de Mildred. Me puse un abrigo color azul marino, unos jeans y zapatos. También cogí 3 camisetas de mi padre, porque las camisetas tienen su olor y de esa manera lo podía sentir más cerca y oler su dulce aroma.
-¿Alexa estas lista?, nos esperan en el aéreopuerto. - dijo gritando desde su habitación.
-¡NOS VAMOS A ESPAÑA!- dije saliendo disparada de la habitación y dirigiéndome al auto que estaba estacionado afuera.
-Vamos, España nos espera.- dijo sonriendo. Yo no podía quitar mi rostro de felicidad por nada. Apreciaba mucho lo que Franco estaba haciendo.
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Ya estábamos en el aéreopuerto esperando que nos llamen para entrar al avión.
-Los pasajeros del vuelo 359, por favor abordad.-
Franco y yo nos levantamos rápidamente para así ser los primeros en abordar el avión, y así fue. A Franco le toco en un asiento diferente al mío. Pero no me imporo mucho tenía dos sillas vacías a mi lado derecho y así podré acostarme o algo.
Estaba nerviosa, no por el avión ni nada de eso, sino de lo que me esperaría allá. Quiero que todo salga bien.
Cuando el avión despego, me maree un poco pero rápidamente pasó. Me acomodé en mi asiento subiendo los pies para así quedar sentada como indio. y miraba por la ventana bien todo con cuidado.
Cerré los ojos para poder dormir un poco ya que faltaba como 9 horas para llegar. Después de un rato pude quedarme dormida por completo.
Sólo espero que todo salga bien.
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¡Hecho! Aquí está su capítulo, quiero saber si les a gustado.
¡Voten! Me harían más feliz.
Las amo. 😘🙆
