-¡Alexa despierta!- me movieron desesperadamente. Abrí los ojos como platos porque no esperaba que me despertaran de esa forma. Cuando los abrí me di cuenta de que todavía estaba en el avión... En el aire... Y el avión se movía mucho... mucho.
-¿Vamos a morir?- pregunté a punto de llorar.
-No lo se, es que ya estamos en España pero al parecer tenemos que esperar un poco más en el aire y esta habiendo mucha turbulencia. Pero creo que en 10 minutos estaremos aterrizando, o eso espero.- dijo Franco muy asustado. Se veía como un bebe a pesar de su físico fuerte, rudo y varonil.
Yo sólo me límite a asentir. No les voy a negar que estoy súper asustada, pero tengo que mantenerme fuerte ante toda circunstancia.
-No puedo creer que hayas dormido las 10 horas de camino aquí.- dijo Franco después de unos minutos.
-Te dije que sólo tenía deseo de dormir.- le recordé.
-¿Me puedes decir ahora quien murió?- dijo mirándome seriamente.
-June..- dije mirando el suelo. - Ella era mi única amiga.- dije recordando todos los momentos que estuve con ella.
-Lo siento.- se limitó a decir.
-No importa.- dije mirando a otro lado.
Después de unos largos 15 minutos, por fin ya habíamos aterrizado. Estaba muy emocionada. Porque era la primera vez que salgo de Estados Unidos.
-Pasajeros del vuelo 359, Bienvenidos a Valencia, España.- sonaba por todo el aéreopuerto.
-¡Estoy en España!- dije bajo, dando saltitos y mirando a todos los lados.
Franco y yo fuimos por nuestras maletas y nos dirigimos afuera donde el ambiente era fresco. Después de caminar unos cuantos pasos ví a un hombre alto, con cabello color caoba, con un letrero en sus manos que decía "Alexa Rose y Franco Thomson."
-Franco mira- Dije señalando al hombre.
-Ese es Anderson.- Dijo con una sonrisa y se acercó a el con un fuerte apretón de manos mientras que yo sólo me límite a saludarlo de lejos. Me gusta mi espacio personal.
-¿Ella es Alexa Rose, verdad?- dijo mirándome atrevido. Franco se percató del acto del hombre y le ordenó que nos lleve al apartamento en el cual estaremos.
-¿Así que están de vacaciones por aquí eh?- Dijo el hombre mirándome por el espejo retrovisor.
-Eso no te importa, Anderson.- dijo Franco molesto, se le veía frustrado.
En el camino entero hasta el apartamento, Anderson sólo me miraba y yo me ponía muy nerviosa porque su mirada era de violador. Y Franco sólo lo miraba amenazante.
-Ya llegamos, Alexa.- dijo el hombre relamiendo sus finos y asquerosos labios, una ves que estábamos fuera del coche.
Yo sólo me escondí como una niña pequeña detrás de Franco.
-Ten, y ¡LARGATE!, me asegurare de que seas despedido por ser tan atrevido.- dijo Franco rojo de la ira.
-No lo harás.- Dijo mirándome mientras arrancaba su auto. -Nos vemos Alexa. -
-El me da miedo.- dije, una vez que se había alejado lo suficiente.
-Ese pendejo no hará nada... Vamos entremos- dijo agarrando su equipaje y arrastrandolo dentro.
El apartamento era espacioso y muy hermoso, sus paredes están pintadas de blanco.
Me encanta este apartamento.Después de dejar mi equipaje en la sala me dirigí a buscar mi cuarto.
El apartamento tenía 3 habitaciones y dos de ellas tenían baño incluido, una era más grande que la otra, así que decidí coger la que tenía baño incluido pero esta es más pequeña que la otra que tiene baño.