Escapando del amor [Terminada]

Capítulo 13

—Bien, ya estamos fuera. Incluso estamos en el bus. ¿Me lo vas a contar? —pregunto algo molesta.

Ethan deja de mirar el paisaje que tenemos delante de nuestros ojos para dirigir su mirada jade en mí, me mira serio. Tengo que admitir que me esra asustando un poco.

—Estas casada —afirma a la vez que me agarra mi mano y me enseña la marca de anillo de mi dedo anular, ya casi es invisible.

Abro los ojos, hace mucho pero que mucho tiempo que no me decían eso. No tiembles labio inferior, no lo hagas.

—¿Que te hace pensar eso? —siempre que me dan algo por supuesto, siempre saco esa pregunta.

—En primer lugar estaba pensando en la foto que vi ayer y que tú madre agarro, no era Marcos, era otro chico. Segundo lugar tu hermano me dijo que aún estabas pasándolo mal por tu anterior relación y que no jugara contigo, que la verdad no se quien juega con quien. En tercer lugar de que siempre lloras cuando pasa algo entre nosotros, menos esta mañana las demás siempre y cuarto lugar está esta marca—dice acariciando mi dedo anular suavemente.

—Eso no demuestra que esté casada —digo apartando mi mano.

—No —admite—. Pero he visto la foto de tu boda. He visto tu vestido blanco y al chico que iba de esmoquin negro a tu lado que resulta que era idéntico a la de la foto. Eso lo demuestra claramente.

Pensaba que la foto esa había desaparecido... Miro hacia otra parte. Ahora entiendo la insistencia de que saliéramos. Así yo no podía echarle de mi casa y tampoco me podía encerrar en ella y como salte del bus voy lista.

Me levanto del asiento a uno que este libre, no sin antes fulminarle con la mirada . Me sentare en un asiento donde haya otra persona para que Ethan no pueda volver a sentarse conmigo. Es lo único que se me ocurre.

Le doy un toque suave en el hombro a un chico joven, más joven que yo, tendrá la edad de mi hermano o menos. Si le doy el golpe es porque tiene los auriculares puestos y seguro que no me escucha. El chico se quita un auricular y me presta atención.

—¿Perdona me dejarías sentarme en la ventanilla? —le pregunto a un chico.

Él que parece aburrido se levanta del asiento y me deja espacio. Se sienta de nuevo al lado mío cuando yo me siento. Bien. Así es imposible que yo hable con Ethan.

Me pongo los auriculares y escucho la voz que nos indica donde estamos y que es lo importante de esta zona. No puedo evitar cerrar los ojos y quedarme dormida.

Abro los ojos por culpa de un claxon y me doy cuenta de que estoy apoyada en un hombro, me imagino que el chico ha tenido que pasarlo mal cargando con mi cabeza. Me dejo de apoyar y lo miro y voy a disculparme, pero en vez de eso abro la boca sorprendida. Es Ethan, no el chico de antes.

—¿Dónde está el chico? —pregunto.

Me señala con mirada y ahí está el chico, delante nuestra ligando con una chica y ella está riendo coqueta.

—¿Y qué haces tú aquí?

—Estabas molestándolo.

—Él se podría haber ido y yo apoyarme en el asiento. ¿Qué haces aquí?

—Quería que estuvieras cómoda.

Me cruzo de brazos y me muerdo el labio. Ahora está siendo muy tierno, no obstante sé porque está aquí y no voy hablar de Dani. No de alguien que ya no está conmigo y no voy hablar con Ethan de ese tema.

—Gracias, supongo —murmuro.

Él se ríe, se ríe por no enfadarse. Una risa rara pero yo la he hecho muchas veces.