𝗟𝗲𝘀'𝘁 𝗽𝗹𝗮𝘆 𝗡𝗶𝗸𝗶! | Dónde Jake solo quiere jugar y demostrar le a Niki que está bien divertirse de ves en cuando, que está bien no seguir las normas impuestas por los demás.
Jakey solo quiere hacerle sentir a Nini querido.
ꗃ ─ Extensión...
El Alfa hizo sus labios como los de un patito, aún esperando el dichoso beso que su menor le debía, Jake era un gran mimado, solo que ahora era un mimado berrinchudo.
Desde el dichoso castigo que optaron por colocarle al bonito alfa juguetón ya había pasado la semana entera, su espalda como muslos aún dolían por los golpes que recibió, su estómago se había vuelto un tanto quisquilloso a base de todo eso, pero lo único bueno de todo lo sucedido, era que no lo molestarían a él ni mucho menos a su pareja por un largo tiempo, ya que según sus dos managers era mejor que tomaran un descanso de sus actividades, no siendo un hiatus indefinido, no, simplemente dos semanas de descanso, como vacaciones, aún así, publicando cosas en sus redes sociales para no alarmar a las personas que los siguen.
Era mejor, sip, así podían tener más tiempo para ellos dos y su Omega se podría centrar en sus estudios, así como todo chico de su edad, sin embargo era un reto todo aquello, ya que teniendo a cierto alfa como su pareja se le dificultaba un poco.
Pero Jake no lo hacía con mala intención, después de todo el quería lo mejor para su pareja, pese a todo esto el necesitaba atención de su menor, mimos, muchos mimos, besitos, abracitos, el sentirse amado por su destinado, el necesitaba todo lo que no recibió bien a lo largo de esa horrible semana, ya que JaeYoon tenía tan buena suerte que su suegra había prohibido a Riki verlo en el transcurso de esa semana, dándole así el peor castigo.
No habían sufrido tanto desde que se presentó como Alfa y tubo que aguantar por tres años para poder decirle a Nishimura que eran destinados.
─ Amor, por fis, por fis, por fis, por fis, ¿Siiiiii? ─
─ Eres un Alfa muy mimado hyung, siempre te consiento en todo.─
─ No hables, mejor ven aquí.─
Niki se levantó con pereza del escritorio del peli negro, solo para llegar a la punta de la cama del mismo dónde fue arrastrando hasta los fuertes brazos de su pareja dónde lo aprisionaron en un fuerte y dulce abrazo.
Bueno, tal ves Niki era más mimado que el anterior mencionado, ya que al estar en los brazos de este no dudo en ronronear al sentir tan exquisito aroma que desprendía su mayor.
Jake sonrió en grande al escuchar a su menor, con ello comenzó a dejar besitos en el suave cabello rubio de este. Shim amaba el aroma de su menor, la lavanda tan relajante siendo levemente opacada por la dulce vainilla, era una delicia para su sentido del olfato como para su mismo lobo, que no dudaba en dejarlo impregnado de su aroma como el mismo dejar el aroma del menor en sus prendas.
Sin duda alguna, los dos eran unos mimosos.
─ Hyung.─
─ ¿Mmm? ─
─ Tengo hambre, vamos a buscar galletas de gatitos, ¿Si? ─
Intentando convencer al mayor, le depositó un inocente besito en los labios, también regalando le varios besitos esquimales a su mayor, que con gusto los recibía pero sin duda, no caería en el chantaje de su bonito peli rubio, hoy no, tal ves mañana, pero hoy no.
Y con toda su fuerza de voluntad, también en contra de sus instintos de alfa mimoso y juguetón, escondió su rostro en el cuello de su menor dónde se dedicó a olfatear el aroma de este, haciéndole cosquillas sin querer.
Niki paso sus manos en la espalda del mayor, intentando acurrucar lo de alguna manera contra el, realmente fue una mala idea, ya que al escuchar como este soltaba un gruñido de dolor el menor alejo sus manos rápidamente de ese lugar y preocupado tomo el rostro del contrario.
─ Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento mucho hyung, se me olvidó, no era mi intención lo juro, lo siento mucho.─
Comenzó a besar las mejillas del mayor en un intento de calmar sus ganas de llorar, le dolía mucho ver a su pareja en ese estado, aún recuerda los primeros días del castigo dónde su espalda venía con grandes marcas rojas de un látigo, estás parecían querer soltar sangré, aún así no lo hacían, después como estás se colocaron moradas, le dolía, Niki se sentía culpable por no estar con el esos días, ya que no las pudo contemplar en todo su esplendor, pero sabía de esas gracias a la gran boca que se cargaba su progenitora.
Soltó un poquito más de su aroma, con tal de distraer a Shim de su dolor.
─ Perdón hyung, de verdad lo s-siento.─
─ Hey, hey, hey, estoy bien cariño, ¿Si? No duele, estoy bien.─
─ Si d-duele, usted g-gruño.─ Lágrimas igualando a una gota de rocío se deslizaron por sus ojitos.─ Lo s-siento.─
─ Estoy bien, ¿Si? ─
Paso sus dedos por los ojitos afilados del menor, eliminando cualquier rastro de aquellas maléficas lágrimas, beso las mejillas rosaditas del muchacho que tenía al lado y sonrió, ahora siendo el, quien soltaba de manera leve su aroma para consolar y calmar al inquieto Niki que yacía en sus brazos.
Riki se acurrucó en el pecho de este, escuchando los tranquilos latidos de su pareja, siendo adormecido por tal tranquila sensación, como a la ves calmando su inquietó lobo, depósito un besito en el fuerte pecho del alfa, solo para volver a verlo directo a sus bonitos ojos.
─ Perdón.─
─ Ya amor, estoy bien.─
─ Perdón. . .Lo amo mucho, muchito, pero muchito.─
─ ¡Awwwww! ¡Yo también te amo mucho pero muchito mi vida! ─
Atrajo el cuerpecito de su menor, jugando con los cabellos ajenos, sonriendo como todo bobo enamorado y soltando sin querer su rico aroma, está Shim JaeYoon, ah, el poder del amor, ¿Quién lo diría?
No, y quién diría, que el niño de familia exigente, que apenas sabia lo que era un helado, que apenas sonreía y se la pasaba encerrado en su gran mansión, quedaría destinado al niño más juguetón de su era, que le gustaba comer muchos caramelos y se la pasaba jugando con todos sus vecinitos, no nadie.
Aún así la diosa Luna era justa, el Omega necesitaba a alguien que le mostrará como era realmente el vivir, y el Alfa necesitaba a alguien sincero, que no lo abandonara en la primera oportunidad que tuviera.
Una combinación dulce.
─ ¿Aún tienes hambre Nini? ─
─ Si hyung.─
─ Pues. . . Me puedes comer a mi.─
─ Está bien.─
El muchacho de cabellos negros quedó un tanto confundido, pensó que lo haría sonrojar como de costumbre, pero al sentir los dientes de su contrario apresar su piel, grito, un grito que fue poco varonil, pero al final de cuentas un grito.
─ No, no quiero, está comida mucho grita.─
─ ¡Nini malo! ¡Mi mejilla! ─
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
