¿Evan?
Amber.
Desperté gracias a la luz del sol que atravesaba la cortina, me tomo algunos segundos para saber dónde estaba, Jess no estaba a mi lado. Fui al baño y logré ver mis grandes ojeras, salí de este con ropa limpia y el cabello mojado, busqué alguna nota que pudo a ver dejado Jess (No dejo ninguna). Ayer antes de quedarme dormida la escuche hablando con alguien, se escuchaba molesta.
Mi móvil sonó, era Jessica.
—Jessica estas bien? —Pregunte al notar su silencio.
—Amber— Su voz sonaba triste. —Necesito tu ayuda.
—Estaré en cinco.
Tome mis llaves sin antes dejarle comida al gato de Jess. Llegué hasta mi auto y lo encendí, Jessica me había mandado su ubicación era al otro lado de la maldita ciudad.
Cuando recordé en que lado de la ciudad estaba apreté más el acelerador, necesitaba llegar lo antes posible. Las calles de los suburbios estaban igual que como lo recordaba... ese año que estuve drogándome este era mi única salida para encontrar droga de la buena. Los traficantes Vivían cerca y ellos me ayudaban a conseguir metanfetaminas, cocaína o marihuana.
Cuando llegue a la dirección no lo podía creer. Es una casa de madera abandonada, Jessica estaba sentada en la acera frente a la casa, me bajo del auto y camine hacia ella.
—Lo siento.
—Jess, no pasa nada. —Le digo mientras me siento a su lado. —Que paso?
—Es una larga historia.
Deje que el silencio reinara entre nosotras, solo puede contemplarla hasta alguien se puso enfrente de nosotras. Es un tipo alto con el cabello castaño y ojos verdes trae una chaqueta de cuero negra, sus pantalones y camisa son del mismo color.
Evan, el chico que me vendía droga hace unos años, creo que fue la única persona a la que le conté lo que me pasaba estando drogada, fue muy vergonzoso contarle todos mis secretos mientras estamos sentados en alguna parte del bar de la esquina.
—Bamber—. Dijo Evan mirándome con una sonrisa.
Cuando miro a Jess esta desapareció.
—Otra vez tu hermano? — Le pregunto a Jess.
Espera. Tiene un hermano, ¿no era hija única?
Al parecer no.
Interesante.
—Si.
—Nosotras ya nos íbamos—. Dije mirando a Evan y luego a Jess.
Evan volvió a mirarme, sus pupilas estaban dilatadas... había estado drogándose.
—Jess puedes ir al auto tengo algo que hablar con el—. Mire a Jessica.
—Si.
Jess se paro y fue directo al auto, en ese momento Evan se acerco y me abrazo, era algo normal entre nosotros. Hace algunos años cuando venía a comprar el no me vendía, decía que estaba demasiado colada por esto y que necesitaba dejarlo.
—Te extrañe enana—. Dijo dejando un beso en mi frente.
—Evan... que mierda te paso? —Pregunte al ver que sus ojos estaban rojos y caminaba como podía.
El no respondió, me miro y me soltó del abrazo. Sus ojos se cristalizaron... o no, mierda no.
—Lo siento, fue hace algunos meses. — Agacho la cabeza. — Ahora entiendo tu dolor.
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El primer día que la vi. (Editando)
Fiksi RemajaDos caminos muy distintos y amor a primera vista. El destino las juntará para que formen el duo perfecto, pero así como el destino las trajo también las puede separar. Jess y Amber tan diferentes pero tan iguales a la...