El Niño De Los Ojos 🅐🅩🅤🅛🅔🅢 © (EN HIATUS)

21. Tokio

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Eh regresado con un capítulo largo

Primer capítulo de esta segunda parte de esta historia

Espero les guste... por qué las cosas poco a poco irán cambiando

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Viernes

Los días habían pasado rápidamente

En un abrir de ojos, el viernes llego al mismo tiempo que el canto de las cigarras anunciando la entrada del verano y quizás anunciaban una próxima tragedia o una mala noticia

—Utahime ¿Qué te pasó en el cuello?

Pregunto Kenji mientras abrazaba a su novia desde la espalda

Ambos novios habían pasado toda la mañana juntos y aunque Utahime había tratado de ocultar aquella marca en su cuello con su cabello y un tanto de maquillaje, su novio fue capaz de notarla al momento de besarla

Utahime trago saliva y sentía sus mejillas arder de pena porque no podía decirle la verdad y más si quería evitarse líos

Rápidamente se giró a ver a su amado

—Es que mmm me picó una maldita chinche el otro día cuando estaba en el parque con Yoshio y el idiota de su padre.

Comento cubriendo con su mano aquella aun morada y punzante hematoma

—¿Una chinche?— cuestiono este levantando las cejas

—Si amor, fue una maldita chinche blanca y grande, pero estoy bien— dijo está sonriendo dulcemente

Kenji no sabía si creer en aquello o no, pero era un hombre que daba el beneficio de la duda

Este hombre desde que se enteró qué el padre de Yoshio había aparecido, un instinto le decía que Gojo era una "amenaza" para su relación con su amada novia ... así que iba a jugar sus cartas próximamente

Y más que esa marca parecía ser una declaratoria de guerra que solo un astuto podría notar

—Está bien Utahime, pero aunque sea deberías ir con un médico para que te revise o te hagan estudios... que ese "piquete" te dure mucho no es "normal"

Utahime puso su dedo índice en los labios de su novio

—Estoy bien Kenji ... no pasó nada.

Este sonrió un poco

—Utahime...

Él podía ver la angustia y la preocupación en sus hermosos ojos color ámbar

Utahime estaba muy nerviosa por dejar ir a Yoshio por primera vez a Tokio, aquella cuidad a la que ella se prometió nunca volver a poner un pie

—Yoshio va a estar bien amor, es bueno que su "Padre" se empiece a hacer cargo de él — comento Kenji pasando sus manos a la cintura de Utahime

—Aun así no deja de darme nervios...— suspiro con pesar

—Todo estará bien Uta— poso sus labios en la frente de su amada

En aquel instante, una sonrisa iluminó el rostro de Kenji

—Amor... que te parece si esta noche ... — acarició las mejillas de su novia

—Vamos a un bar o a un karaoke a divertirnos un rato — decía en un tono de voz muy convincente
— También mereces divertirte de ser mamá un rato—