El Niño De Los Ojos 🅐🅩🅤🅛🅔🅢 © (EN HIATUS)

12. Megumi, ¿Acaso fui mal padre?

—¡Megumi chan! ¿Acaso fui una mala figura paterna para ti?— preguntaba Gojo a moco tendido mientras sujetaba aquel celular

—Gojo sensei.. ¿Acaso esta ebrio? ¿Tiene una sobre dosis de azúcar?— preguntaba aquel Megumi que ya era un adulto

Estaba más adormilado que nada mientras trataba de ver la hora en el reloj

—Y ¿Por qué esa estúpida pregunta a esta hora de la madrugada? — cuestiono el azabache por aquella bocina

Gojo sollozaba demasiado

—Es que... ¡Hoy me sucedido algo muy loco y divertido Megumi chan!— explicaba rascando su cabeza

—Gojo sensei... Usted siempre dice que le pasan cosas divertidas o locas... como que encontró un nuevo sabor de helado... o una tienda de baratijas extrañas ...o— decía Megumi con fastidio y sueño

Sus ojos se estaban volviendo a cerrar

— ¡Pero lo de hoy fue extremadamente diferente!— dijo Gojo muy emocionado

—Sense... usted siempre dice lo mismo...— Megumi estaba a punto de quedarse dormido de nuevo

Así que Gojo soltó sin más
— ¡Acabo de descubrir que tengo un hijo!—

Megumi casi salto de su cama al oír aquello

—¡¿QUÉ?! ¡¿UN MINI USTED?! ¡OH NO ESO SI QUE ES MALO Y MUY LOCO!— Dijo Megumi tan atónito que hasta el sueño se le fue en un instante

Y así el hechicero empezó a contar todo lo que le sucedió aquel día

Gojo empezó contando todo lo sucedido muy a su manera

Dijo que su plan parecía haber fallado en convencer a Mamoru Iori, pero que no se rendiría fácilmente

Aquel santuario debía ser su pase de nuevo al mundo de la hechicería

—Yo se lo dije sensei... ya nadie quiere volver al mundo de la hechicería o mejor dicho... ya nadie quiere trabajar con usted— comento Megumi tallando sus ojos, el sueño le estaba volviendo

—¡Pero yo aún no me rendiré! ¡Debe de haber una forma de regresar a mis días de gloria! ¡Además siguen existiendo maldiciones en todo Japón y en el mundo! ¡Aunque sean en menor medida, este trabajo nunca acabará! — decía Gojo aún energía

Megumi suspiro de resignación, pero siguió escuchando a ese idiota

—¡Como te decía Megumi chan! ¡Y ahí fue cuando conocí a mi hijo!— parecía ansioso de contar aquel chisme

Y así, Gojo le empezó a contar todo lo que le sucedió aquel día con Yoshio

—¡En serio Megumi! ¡Tú hermanito es un niño muy inteligente!, Me convenció de irle a comprar juguetes y dulces con una simple oración "Se supone que las tiendas que hay afuera del templo pertenecen al mismo santuario, técnicamente seguimos dentro del santuario" — recordó lo que le dijo su hijo

—¿Puedes creerlo? ¡Caí en sus palabras! En definitiva, ese niño es del clan Gojo— estaba emocionado por aquello

—Sensei... ese niño —Megumi empezó a bostezar — No es mi hermanito...— bostezo de nuevo

Pero Gojo andaba muy impaciente por contarle todo a Megumi

Que incluso no le importo seguir sentado en el suelo de su desastrosa habitación

—Incluso, Yoshio es un niño tan guapo como yo y heredó el color de mis ojos e incluso parece que posee el poder de los seis ojos... ¡Yo no puedo creerlo!— decía Gojo en una gran sonrisa describiendo a su sangre