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JiMin no supo cómo pero logró llegar a su casa luego de caminar por horas, ya era bastante tarde así que todo estaba oscuro, seguramente era cerca de media noche.
Caminó en silencio por la sala pero en lugar de ir a su habitación se dirigió por un largo pasillo hasta la mini-biblioteca que tenían en aquella casa. Avanzó lento por el oscuro lugar para no tropezar, aunque sabía el camino de memoria, había pasado tantos días ahí leyendo que aun con las luces apagadas sabía donde estaba cada cosa.
Detuvo sus pasos cuando estuvo cerca de una mesa, estiró su mano y encendió una pequeña lámpara que apenas si alumbró la mitad de la sala.
Todo el camino se la había pasado llorando, necesitaba un lugar donde sentirse en paz para poder pensar y tranquilizarse. Por desgracia, cada lugar en aquella casa estaba marcada por recuerdos de el mayor y él. Los días que veían películas en la sala, las noches que durmieron en la habitación del menor... Incluso aquella biblioteca había sido testigo de muchos besos y risas.
Un suave sollozo abandonó sus labios mientras que se recargaba en la pared y se deslizaba hasta quedar sentado sobre el suelo, abrazó sus piernas y ocultó su rostro entre sus rodillas intentando ahogar el llanto. Sin querer un recuerdo de hace apenas unas semanas cruzó su mente y lo hizo llorar más
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»FlashBack«
— who~ me encantan los libros Hyung. ¡Este lugar es hermoso!... ¡Y tiene un piano! Que lindo.
JiMin se paseó por todo el lugar admirando las decoraciones y los montones de libros que llenaban los estantes. Namjoon lo miraba sentado desde uno de los sofás con una suave sonrisa pintada en sus labios, sabía que aquel lugar le encantaría al menor.
— Consideralo como tu lugar privado, nadie viene aquí desde hace años.
JiMin asintió más que entusiasmado y corrió a abrazar al mayor, llenó de besos su rostro provocando que este soltara unas cuantas risas.
— Muchas gracias Hyung~
— No es nada, Jiminie..
El menor soltó el cuerpo de su hermano y corrió hasta uno de los estantes para tomar un libro de cuentos, luego caminó hasta una esquina del lugar y se sentó mientras abría el libro.
