Tú & Yo por el mundo || Lando Norris

Capítulo 18

Alessandra Dónovan.
12-Octubre-2021

Mi madre y yo estábamos de compras en París después de la semana de la moda para la que fui solicitada por Chanel, una de mis marcas favoritas y una de las mejores del mundo.

—Mami, hay que ir a comer algo, creo que ya hemos comprado mucho.

—Si, solo hay que meter estas cosas en el auto.

—Oki.

[...]

Cuando ya estábamos en el pequeño restaurante frete a la Torre Eiffel mi madre y yo ordenamos nuestra comida.

—¿Mami? —Pregunté.

—¿Si, Ale?

—¿Por qué se divorciaron usted y mi papá?

Mi madre me mira confundida.

—Ya no tiene porque ocultármelo ya tengo 19 años, apuesto a que lo entenderé.

Después de insistir un poco, por fin la convencí.

Suspira.

—Cuando me casé con tu padre fue por un matrimonio arreglado, por una alianza la empresa de mi padre y el suyo. La verdad tu padre y yo nunca nos pudimos entender, él ya tenía dos hijos Alexander y Alan, pero cuando tú naciste él cabio por completo, siempre llegaba mas temprano de la empresa y pasaba la mayor parte del tiempo contigo. —Se detiene para suspirar de nuevo. —Me gustaba ver que tú y él se entendían y que te amaba con todo su corazón, pero un año antes de que nacieras él había tenido una aventura de una noche con alguien sin importancia, resulta que esa aventura dio fruto y sin que nadie supiera tu padre tuvo un tercer hijo varón, quise saber mas sobre la creatura, pero lo único que supe fue que tú hermano de llama Adonnis.

—¿Cómo es que no sabía que tenía otro hermano? —Pregunto impactada.

—Tú padre se empeñó en que nadie supiera sobre él, pero aún así le dio su apellido y le daba bastante dinero a su madre para la manutención del niño y gastos personales.

—¿Y a qué viene todo esto? —Pregunto confundida.

—Que cuando decidí enfrentar a tu padre luego de una pelea el tema se me salió de las manos. Al final tus hermanos conocieron a Adonnis y él te conoció a ti, pero por lo que veo ya lo olvidaste. Meses antes de que me divorciara de tu padre, él me dijo que cuando tú crecieras y fueras alguien en la vida te casaría con alguno de los hijos de sus socios, yo me negué y durante meses peleamos por eso hasta que él se cansó y me dijo que me fuera de la casa, pero que tú te quedarías. —Se detiene y limpia una lagrima de su mejilla. —Me negué y decidí tomar cartas en el asunto, levante una demanda en su contra y una orden de restricción para protegerte de él, por eso no podías ir a visitarlo.

—¿Y por qué hasta apenas me dice eso?

—Porque yo sabía cuanto admirabas a tu padre incluso decías que cuando pudieras viajar sola lo irías a visitar todos los fines de semana.

—Ay mami, créame que jamás me voy a alejar de usted.

[...]