Tú & Yo por el mundo || Lando Norris

Capítulo 22

Esta mañana Lando y yo salimos a almorzar en algún restaurante cerca del centro, le había contado lo que pasó ayer en la noche después de que se fue y como era de esperarse se puso furioso y me dijo que si Gian se me volvía a acercar no se la iba a perdonar.

Y como si lo hubiéramos invocado Gian cruzo la puerta del restaurante, al parecer no se percato de que estábamos ahí. Una vez que Lando y yo terminamos de almorzar, salimos del lugar lo antes posible.

Estábamos paseando por un parque cerca de ahí y decidimos sentarnos en una de las bancas de este, cuando recordé que fue en ese mismo parque donde conocí a Adonnis.

-Amor ¿Vas a ir al gran premio de España? -Pregunto Lando sacándome de mi trance.

-Solo si tu quieres que te acompañe.

-Claro que quiero, pero vas a tener que estar en mi box.

-Oki ¿Cuándo nos vamos?

-Mañana, a las 5:00am

-¿Por qué tan temprano? España no esta tan lejos.

-Para poder descansar antes de irnos a circuito.

-Esta bien.

Todo marchaba bien, pero como nada en esta vida es perfecto Gian y una chica se acercaron a "saludar".

-Julia, Lando. Hola -Dijo Gian.

-Hola. -Contestamos lo dos.

-Ella es Lily, es mi novia.

-Hola. -Dije extendiendo mi mano a la chica y luego Lando imito mi acción.

-¿Cómo están? -Pregunto Gian.

-Bien -Contesto Lando cortante.

-Me alegro ¿Tienen tiempo?

-¿Para qué? -Pregunte.

-Para una cita doble, bueno, claro si tienen tiempo. Quizá podríamos ir al cine.

-En realidad disponemos de muy poco tiempo, mañana salimos a España y tenemos que arreglar algunas cosas, pero apuesto a que algún día podremos hacerlo.
-Dije tratando de sonar amable.

-Esta bien, tal vez algún día.

Nos despedimos de la pareja y fuimos directo al coche de Lando.

-¿Algún día? -Me preguntó.

-Oye..! No quería ser grosera.

-Ah claro, con el que te trata de hacer la vida imposible.-Claramente esta enojado.

-No por él, por la chica, ella no tiene nada que ver en lo que pasó con Gian y lo último que quiero es echarme enemigos. -Le tomé la mano para que se tranquilizara un poco.

-Esta bien, pero al menos hasta que deje de ser un idiota no voy a aceptar estar cerca de Gian.

-Ok, ¿Me llevas a casa? Tengo que hacer mi maleta.

-Sip. ¿Oye?

-Ummm.

-¿No tienes que ir al hospital?

-¿Para qué?

-Tu medicamento. No creo que aguante todo el fin de semana.

-Oh, cierto. Vamos al hospital.

Cuando llegamos al la farmacia del hospital psiquiátrico le di mi receta a la enfermera para la que me diera el medicamento.

-¿Señorita? -Me pregunto la enfermera.

-¿Si?

-¿Para qué necesita los medicamentos?

-Para mantener la calma, el doctor me dijo que eso podría ayudarme.