Tú & Yo por el mundo || Lando Norris

Capítulo 27 parte 3

Lando Norris

Estábamos en la sala de espera del hospital, resulta que Mariano y Annie se conocieron aquí en una de las veces que Juli fue internada, Ann es la psiquiatra del Juli y también la dueña del hospital.

-Caballeros. -La voz de Annie me sacó de mi trance.

-¿Qué tiene? -El padre de Juli interrumpió.

-Lamentablemente, Ale esta en estado de shock, aún no despierta. -Dice ella tranquila, pero su expresión la delata.

-¿Eso qué quiere decir?
-pregunto ya que nadie dice nada.

-El estado de shock es provocado por una fuerte impresión, a veces y buena a veces no, en el caso de Ale, su cerebro lo produjo para protegerse de algo o alguien, me temo que esto puede ser causa de algún trauma.

-Va estar bien ¿cierto? -Le pregunto de nuevo.

-No lo sé Lando, dependerá de ella si quiere despertar o no. Cuando alguien entra estado de shock y tiene problemas psicológico es muy difícil que despierte, ya sea porque se sientes mas tranquilos, o porque tienen miedo.

-¡¡Doctora!! -La voz de una enfermera llama nuestra atención. -Esta convulsionando.

-Ale. -Susurra. -Me tengo que ir, los mantengo al tanto.

[...]

Luego de que Annie nos dijera que  depende de Juli si quiere despertar me quedé mas intranquilo, sabía que Juli ama a todas las personas a su alrededor, pero también sabía que su vida no es nada fácil.

-Tranquilo, ella va a despertar. -El señor Alexander trató de tranquilizarme.

-Lamento que Juli tenga que estar pasando por rodo esto. -Le dije sin pensarlo mucho.

-Yo igual, pero ella es fuerte. -Me respondió seguro.

-Señores Donovan. -Una enfermera los llamó, sabía que yo también podía opinar, pues soy su novio, pero ellos son su familia.

-Lando. -Mariano me llamó. -Ven.

Lo seguí hasta la habitación de Juli, tenía miedo, tenía miedo de perderla.

Cuando entramos a la habitación, era como la de un hospital cualquiera, no tenía acolchado los muros, pero noté que ella estaba atada a la camilla.

[...]

Estuvimos un rato platicando, intentando hablar con ella, pero no había respuesta, un hora antes llegaron Adonnis y Alan, quienes al verla se lamentaron de lo que pudo haber pasar. Adonnis casi no la conocía, pero estaba seguro que la quería como si hubiera estado con ella toda su vida.

Todo estaba tranquilo, nadie decía nada, era un silencio muy extraño, no era agradable, pero tampoco incomodo, hasta que el celular del señor Alexander sonó y tuvo que salir.

-¿Puedes cuidarla? Tenemos que comer algo. -Mariano me dijo mientras jalaba a sus hermanos.

-Si, no te preocupes. -Le respondí.

Luego de que en la habitación solo quedáramos nosotros, Juli comenzó a moverse levemente era la segunda vez que hacía eso, Ann dijo que eso era normal, que en el estado en el que esta su mete sigue trabajando y que no nos preocupáramos por eso solo tenemos que hablar con ella para que se tranquilicé.

Me acerqué a ella y le tome la mano. -¿Juli? -Suspiré. -Sé que esto puede ser un poco tonto de mi parte, porque no sé si me escuchas ó no, pero igual quiero intentarlo. -Lo dudé un poco, pero al final pude.

《Quiero que despiertes, quiero que me mires con esos enormes ojos azules con una gotas verde. Quiero que me mires como solo tú sabes hacerlo, quiero verte hacer ese puchero cuando sabes que vas perdiendo y quieres ganar. Quiero ver con frunces el ceño y arrugas la nariz cuando no te gusta la comida. Quiero ver como sacas la punta de la lengua cuando estas haciendo un diseño y algo se complica. Quiero escuchar esa voz que me vuelve loco y al mismo tiempo me hipnotiza. Solo quiero... solo te quiero a ti y a nadie mas, quiero que me digas que todo va estar bien y no pasa nada. Solo eso quiero》

No me había dado cuenta de las lágrimas que se deslizaban por mis mejillas.

{...}

Días, que se convirtieron en semas y luego en meses. Durante todo este tiempo estuve visitándola todos los días que podía.

Al principio mi rendimiento en las carreras se vio afectado, pero lo único que logro que mejorara es el recuerdo de hace años, cuando le prometí a Juli que sería uno de los mejores pilotos de la temporada.

¿Nuca han sentido que necesitan a alguien desesperadamente? No en el ámbito sexual, sino que necesitan tocar su piel, abrasarlo, sentir su calor, mirar sus ojos  y escuchar su voz. Sabes que físicamente es imposible tenerlo a tu lado, pero lo quieres tanto, tan desesperadamente que solo quieres que sea tuyo y que esté para ti siempre. Que tengas la necesidad de protegerlo ante el mudo porque es muy cruel para esa persona que tanto amas y no quieres que nada le haga daño, solo piensas en su bienestar y en que debes hacerlo feliz siempre.