Capítulo 41

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Todos ya estábamos en el jardín terminando de almorzar, después de que todos escucharon como Alexander y yo tocábamos el piano, comenzaron a hacer muchos tipos de preguntas sobre el tema, pero al final todo quedo en los recuerdos y ahora comemos galletas.

-¿A qué hora se van? -Mi padre preguntó de repente.

-Estamos pensando que hoy en la noche, pero puede ser que todas las escuderías y sus equipos ya estén en México. -Mi hermano explicó.

-¿Cómo es que ustedes puedes llegar a la hora que se les antoje? -Gian pregunto mientras tomaba un poco de jugo de naranja.

-El dinero viene con beneficios. -Alexander respondió. -además, no es a la hora que se nos antoje, tenemos que estar antes de la clasificación, casi siempre hay pilotos que quieren estar en las prácticas. -Explicó.

-Ouh, ya veo. -Gian expresó su asombro.

-Annie ¿Qué pasará con tu hospital? Digo, es que dijiste que se mudaran a Mónaco en una semana. -Amara y su voz chillona.

-El hospital será atendido por otro doctor, amigo mío. Por otro lado yo ya tengo una infraestructura en Mónaco para otro hospital. -Respondió con simpleza.

-Eso es bueno, supongo que sigue la misma cadena. -Otra vez Amara, no sé por que pero tengo una sospecha de que lo suyo no es interés sobre el tema.

-Si. -Me encanta lo cortante que puede ser Ann cuando se lo propone.

Creo que Gian y Alexander notaron el gesto de Annie y salieron en su rescate.

-Bueno, creo que tenemos que organizar un viaje. -Dijo él sacándolas del tema. 

-Tienes razón ¿Por qué no vamos todos a México, he oído que tiene muy buenas playas allá. -Amara de nuevo. Ya me estoy impacientando con sus preguntas.

-Sí, así es, tiene muy buenos lugares, pero la CDMX es zona céntrica, no tiene costa. -Le respondí, pero Lando, mis hermanos y mi padre se dieron cuenta de mis intenciones y me miraron feo. -pero, podemos ir a Quintana Ro, o a Guerrero tal vez. -Agregué

-Julia tiene razón, podemos ir a algún lugar después de el gran premio. -Mire raro a Lando, casi nunca me, es mas NUNCA me llama Julia. Supongo que es por mis negras intenciones. Y solo legré que se encogiera de hombros.

-Pues no se diga mas, hay que empacar para una semana en México. -Mi padre se levantó de la mesa y se dirigió a la casa, pero antes de entras de giró. -Alessandra, supongo que el jet está disponible. -Asumió.

-Si, pero está en Londres. -Asentí.

Cuando todos nos levantamos de la mesa, nos dirigimos a nuestras habitaciones para empacar. Decidimos que viajaríamos en la tarde para poder descansar cuando lleguemos. Alguien al otro lado de la puerta llamó, no es Lando, pues él duerme aquí, no habría necesidad de que tocara la puerta.

-Adelante. -La puerta se abrió y Mariano entró.

-Ya hablé con los del aeropuerto de México, dicen que si podemos ocupar su pista para aterrizar.

-¿Y el jet?

-Ya lo están preparando.

-Sí. Cuando todos estén listos nos vamos, los autos también están siendo preparados. 

-Weeey, soy yo o tu hermano está medio cortante. -Mi yo interna

-Yo creo que sí.

-Alexander -Lo llamé.- ¿Estas bien?

-¿Eh? -Creo que no me entendió.

-Estas un poco raro. -Le expliqué.

-No, estoy bien. -Pero su gesto de bajar los ojos cuando está evitando algo lo delató.

Tú & Yo por el mundo || Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora