Iwaoi & Sakuatsu stories

Wrong

La pantalla del teléfono de Oikawa alumbró la habitación y despertó a su dueño. A los pocos segundos pudo reconocer el tono de llamada que le había puesto a su mejor amigo, Iwaizumi Hajime. Suspiró molesto y contestó la llamada de mala gana, ¿qué era tan importante para que lo llamara a las 4 de la mañana?

- ¿ Qué quieres?

- Tooru...

El mencionado se sobresaltó un poco, hacía ya mucho tiempo que el hombre no lo llamaba por su nombre, no desde que se dijeron adiós. Decidió quedarse en silencio y dejar que Iwaizumi . empezara la conversación.

- ¿Sigues ahí?

- Sí, ¿qué quieres?

- Solo... quería escuchar tu voz... hace mucho que no nos vemos...

- Bueno, ambos tenemos vidas muy agetreadas... ¿estás borracho?

- No... solo he bebido una copa.

Oikawa no se lo creyó, había compartido gran parte de su vida con Hajime y sabía que cuando este se emborrachaba sus frases se cortaban. También sabía que no se emborrachaba tan fácilmente, así que dedujo que tendría que haber estado bebiendo por un par de horas.

- Tooru...

Otra vez utilizaba su nombre, consciente del efecto que causaba en el hombre más alto.

- ¿Mm?

-¿Puedes contarme algo? Cualquier cosa... Necesito escuchar tu voz... Te echo tanto de menos...¿alguna vez te he dicho que tienes la voz más bonita que he oído nunca?...

- Sí, muchas veces... en el pasado.

- ... Nuestro pasado... juntos... lo echo tanto de menos...

Antes de que Oikana pudiera decirle algo, la línea se llenó con los llantos de Hajime. Al principio solo eran simples sollozos, pero en poco tiempo se convirtieron en largos lamentos. El corazón del más alto se rompió en mil pedazos mientras recordaba todas las memorias que compartió con Iwaizuni. Sus ojos empezaron a cristalizarse.

- No hay... no hay ni un solo día en el que no piense en tí... todo me recuerda a tí... te echo tanto de menos...

- Iwa...

- ...

- Hajime, no deberías dejar a tu esposa sola en casa a estas horas.

- No me vengas con esas ahora... yo nunca quise casarme con ella... solo seguí tu consejo...

- Te dije que te casaras con ella para que pudieras ser feliz.

- ¿Feliz?... tú te crees que consumar un matrimonio "normal" y que esa mujer pueda darme un hijo me hará feliz... ¡pero estes tú el que me hace feliz Oikawa Tooru!

El mencionado se quedó petrificado mientras dejaba que sus lágrimas cayeran. Había oído toda la vida que la felicidad constaba del matrimonio y la familia, así que siempre quiso que la persona a la que más amaba tuviera una vida plena, aunque eso significara no permanecer a su lado.

- Si tanto quieres escuchar mi voz ven a mi, ya sabes dónde estoy.

Oikawa esperaba nervioso en uno de los sofás de su sala de estar. Hajime estaba tardando más de lo esperado, por lo que temía que se diera cuenta de que era una locura y que volviera con su mujer. Se levantó dando un suspiro y empezó a caminar en dirección a su habitación rendido, hasta que el sonido del timbre inundó la estancia. Se dirigió con paso rápido a la puerta y, al abrirla, se encontró con un Hajime sonriente.

- Por fin me he dado cuenta de que tomé la decisión incorrecta al dejarte.

Dicho esto, se sacó el anillo de nupcias y lo tiró lejos, sin rumbo fijo. Posó sus manos en el trasero de Oikawa para alzarlo mientras unía sus labios en un beso apasionado.
Ahora lo único que les quedaba era ser felices.