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—Taehyung

—Jungkook

¿Eso...era real?

Él está en frente

En frente de él

Con una sonrisa tan ancha que se le formaban arrugas en sus ojos negros, que ahora brillaban como galaxias.

Sintió la calidez de sus manos en sus mejillas, y cómo por inercia cerró los ojos, cerciorándose de que no fuera producto de su imaginación, que de verdad él estaba ahí

Que Jungkook estaba ahí.

Las lágrimas no tardaron en llenar sus ojos secos, y estos se abrieron para ver a la persona que tanto había llamado entre susurros y sueños.

Aquella que lo veía como si fuera la octava maravilla del mundo.

—E-stas a-quí —Su voz se escuchaba rota, seca, rasposa, como si no hubiera bebido agua por algunas horas.

—Tranquilo cariño, y-yo voy a sacarte de aquí —Dijo, antes de apartar sus manos de la maltratada cara de Taehyung.

Se dirigió rápidamente a dar la vuelta para quitarles las ataduras, sus manos temblando en cuanto vieron sus manos, con pequeñas manchas de sangre.

—E-el me azotó las manos

Intento ignorar el gran dolor que le recorrió por el cuerpo al escuchar esas palabras.

¿Como podía hacerle eso a una persona tan inocente como su Tae?

—Te desatare, y cuando lo haga correremos hasta mi auto, no está lejos de aquí.

Escucho la pequeña risa de Taehyung, y con él también sonrió.

"Tu solo eres la carnada"

Su cuerpo se tensó cuando el recuerdo de hace unos días surcó su mente. La retorcida sonrisa de la pelinegra en su cara.

Dios...

Todo eso era una trampa.

—J-Jungkook, T-tienes que irte.

El pelinegro, que está de tras paro su labor en seguir quitando los amarres para mirar por sobre el hombro al rubio.

—N-no puedes estar aquí, por dios, que estupido fui, debes de irte.

—¿Para que irse? Si la fiesta acaba de empezar

Sintió su cuerpo ponerse rígido como una roca, y corazón se aceleró tanto que pensó que iba a salirse de su pecho.

Jungkook a su lado se quedó igual o peor, pues no reaccionaba; su cara estaba más pálida de lo normal y sos ojos, que antes tenían ese brillo singular ahora ya no estaba.

—¿Feliz de verme?—La risa estruendosa de Somi lo puso más nervioso de lo normal. El pelinegro se alejó de su rostro y se paró rígido, viendo con ojos inyectados en sangre a la peli negra.

—¿Porque me vez así Jungkookie?

Hizo una mueca de asco puro, escuchar ese apodo después de tantos años era horroroso, y más si salía de sus labios.

•Inocente Tentación • KooKTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora