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Después de despedirse con un reconfortante abrazo de su hermano, y terminar de firmar varios proyectos para expandirse hasta el continente americano, se dirigió a su departamento.

Organizando las cosas en su escritorio tomo unos fólder del típico color amarillo, sabía que estos no podía dejarlo en manos de su secretaria, quién se encargaba de archivar cada cosa que le llegaba a la mano por parte de él. Pero esta vez, decidió llevárselos a su departamento.

Tomo el pomo de la puerta de roble, haciendo un poco de presión para que esta abriera por completo, pues era un poco más grande que el marco. "Llamaré a alguien para que arregle este desastre" pensó mientras cerraba la puerta tras sí.

Dio unos cuantos pasos para después detenerse frente al ascensor, que no estaba tan lejos de su oficina pues a veces necesitaba bajar a buscar algo en los archivos de la empresa cuando Dahyun estaba muy ocupada.

Vio como una de sus empleadas se detenía a su lado, haciendo una reverencia antes de llegar a este. Jeon le respondió con un asentimiento de cabeza y dirigía su mirada al ascensor que marcaba ya el último piso. Los dos entraron y tras dar la vuelta, las puertas del ascensor se cerraron y un silencio sepulcral los inundó.

La chica -- que tenía la cabeza hacia abajo -- miró por el rabillo del ojo los fólder que mantenía el Señor Jeon en su mano izquierda.

__dejara los fólder en los archivos Señor Jeon?__ pregunto en voz suave la chica de cabello Castaño claro. El antes mencionado la miró con ojos serios, antes de suavizar su mirada cuando sus ojos se toparon con los de la castaña, viéndose estos un poco inquietos.

__No, Señorita Jihyo, los llevaré conmigo, necesito revisar algunas cosas__ Dijo con voz calmada Jeon, sin perder ese aire de superioridad. La chica volvió a bajar la cabeza, murmurando un "esta bien Señor Jeon" antes de que este se bajará en el primer piso.

Levanto la mano en señal de despedida, antes de caminar a pasos algo apresurados a la puerta de vidrio templado, empujando ésta  viendo cómo en la otra esquina caminada el guardia de seguridad, este haciendo una reverencia cuanto apareció Jeon en su campo de visión.

Jeon sin responder se dirigió a su auto, caminando unas cuadras para que en su campo de visión se contemple en todo su esplendor el Mercedez Benz Negro. Mientras se acercaba a su auto entró la mano en uno de sus bolsillos, encontrando la llave de este y presionando un botón que tenía la inicial "D" que significaba " Desbloqueo".

Agarró la manija del auto, entrando primero los fólder, dejándolos en el asiento del copiloto verificado que nada se haya salido. Cuando todo estuvo en orden subió a su vehículo. No necesariamente debía poner las llaves, solo debía presionar un botón rojo que estaba en la esquina superior derecha del volante, para que este se encendiera solo. Tras haber hecho lo anterior, condujo con moderación por las calles llenas de gente hasta su departamento.

Se bajó del coche rápidamente, tirándole las llaves al Moso antes de subir a su planta. Cuando estuvo en su piso, puso el código de verificación, para que tras unos pitidos, la puerta se abriera automáticamente. Tras estar adentro -- y procurar que la puerta esté cerrada otra vez -- se dirigió a su habitación. Quitándose la ropa casi de inmediato, dejando los fólders en la cama color crema, antes de entrarse a la ducha, tomando un baño muy rápido, quitando el estrés del día y saliendo mucho más relajado con una toalla en la cintura.

Las gotas de agua se deslizaban desde su cabello algo largo, hasta sus hombros anchos, y desde ahí continuaban su recorrido por sus trabajados pectorales, llegando a la zona del ombligo, donde se le marcaban una caja de seis ABS que eran la envidia de su hermano.

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