Habían pasado ya unas semanas desde el accidente del afrodisíaco. El "error" como lo catálogo Jungkook, no surco su mente esas semanas al estar tanto tiempo en papeles y reuniones.
Se encontraba ahora en mercedez negro, dirigiéndose a la casa de sus padres. Detestaba ir allí, todo se sentía tan frío y vacío, como si aquella enorme casa nunca hubiera habitado nadie. Redujo la velocidad cuando se encontró un semáforo en rojo vivo.
En los minutos en que el auto no se movía dejo que su mente divagara en aquel "error" que fue muy placentero. Recordó las largas y acaneladas piernas del chico rubio, su voz profunda, sus labios de corazón, rojos como un cherry por los besos bruscos que el azabache le daba, recordó su rostro desfigurandose en una mueca de placer al deslizarse una y otra vez por su caliente, estrecho y muy húmeda entrada. Recordó también sus ojos azules como el océano.profundos. llenos de vida.
El ruido de un claxon del auto detrás de él lo hizo volver a la tierra, y miro nuevamente al frente cuando (al parecer) ya la luz roja se había dicipado y en su lugar había dejado una verde, que indicaba que debía continuar. Con el ceño fruncido hizo presión para que su querido Mercedez negro acelerará.
Tras haber estado ya cerca de la casa de sus padres, soltó un bufido de molestia cuando la cara de cierto rubio de mejillas sonrosadas se coló entre sus pensamientos. Debía de olvidarlo. Solo fue una noche nada más. Ese chico no volvería a aparecer en su vida nunca.
Pensaba. Al estar frente a la casa color gris de sus padres, estacionó el vehículo justo en frente, teniendo en cuánta que eso molestaba a sus padre, pues ellos siempre querían lucir lo muy bien cuidado que estaba el jardín delantero, con rosas rojas y blancas, unas que otras amapolas y dos girasoles.
Tras haber apagado ya su auto se dispuso a bajar de el. Mientras se acercaba sentía su estómago pesado, y comenzó a respirar un poco más rápido. Agitando la cabeza para no pensar en lo que le decía su cuerpo, tocó el timbre. Un fuerte sonido se escuchó por toda la gran casa gris, y unos momentos después se abrió la puerta, dejando ver una mujer no poco más de cuarenta y cinco años que trabajaba como la ama de llaves allí.
—buenas noches señor Jeon— saludo cordialmente la señora de nombre desconocido para Jungkook, pues cada semana –por lo que sabía– el personal encargado de la casa rotaba cada semana, y nunca eran los mismos empleados, por lo que le restó importancia a tan siquiera aprenderse los nombres. Vio como la señora se hacía a un lado, dando el suficiente espacio para que el cuerpo fornido de Jungkook entrada de una vez.
Cuando estuvo dentro, pudo ver a todo el personal cambiando de aquí para allá, con tazones grandes de comida. Obligó a sus pies a moverse hasta la sala principal donde había un comedor de unas doce sillas, "que ridiculo" pensó Jungkook mientras tomaba pa parte superior de una silla color caoba y la arrastraba hacia atrás, dejando suficiente espacio para que su trasero se desplomara allí.
Solo quería salir de aquella casa, dejarse caer en el frío suelo de su departamento y beber hasta el olvido.
...
La visita a la casa de sus padres fue un desastre, lo que comenzó con una comida completamente en silencio se convirtió en un campo de guerra donde cada uno tiraba su mejor arma con tal de – está vez– callar al enemigo.
Y todo comenzó con unas simples palabras
— Jungkook cariño, se que no quieres tener descendencia, por lo que estuve pensando que talvez tus primos, Soobin y Jieun podían, no se, heredar todo la empresa familiar cuando sea es momento de jubilación para tí— comento su madre en un tono suave, intentando hacer las pases con si hijo. Este la miró con incredulidad, y después de darle una sonrisa sin gracia, dijo — sabes mejor que nadie que nunca heredaría la empresa a ninguno de mis primos, son tan caprichosas y sinvergüenzas que tan solo en dos meces puedes ver todo mi empeño a la mierda— dijo en tono frío. Sus ojos perforando a su progenitora quien había tensado la mandíbula en señal de molestia. — no voy a permitir que hables así de tu propia famila Jeon Jungkook— esta vez la voz profunda pero con un tono molesto de su padre hizo que su ceño se frunciera aún más —ellos no son unos sinvergüenzas, ya deja las cosas atrás Jungkook, sabes mejor que nadie que los más capasidatos para toda la fortuna Jeon es Jieun. — dijo en tono duro su padre. Eso hizo que la cólera se apoderará de todo el cuerpo de Jungkook, quién estrelló sus dos manos en la mesa mientras se levantaba, mirando desafiante a su padre.
—solo lo dices porque ella es mejor en todo que yo, pero sabes en el fondo que tengo razón, ella solo busca nuestra fortuna para pagar todas sus deudas que tiene con el banco — dijo con voz áspera. Su padre comenzó a respirar más acelerado, y lo miro con ojos retadores. —Jieun no tiene ninguna deuda con el banco, ella está limpia—.
—eso es lo que te hace creer ella padre, pero detrás de toda esa fachada de niña buena hay una persona que puede oler dinero ajeno a kilometros— dijo contraatacando a su padre.
Una cosa llegó a la otra, y después de unos insultos por parte del azabache se fue de la casa con un gran portazo.
...
Al día siguiente se encontraba entra do al edificio, lo habían llamado muy temprano, diciendo que había un problema y que no podían manejarlo.
Entró al edificio. Con una de sus secretarias siguiendole los pasos, dictandole lo que había que ha de ese día y lo de la próxima junta con los japoneses.
Cuando llego a la sala de recepciones, se e control a Dahyun nerviosa, caminado de aquí para allá. Buscando una solución para que aquel problema se vaya. Cuando vio a su jefe con esa aura impotente frente a ella, si corazón se aceleró.
—¿Que pasó?— pregunto. Su tono neutral mandándole escalofríos a todo el pequeño cuerpo de Dahyun.
—es un chico señor, está empeñado en verlo— dijo nerviosamente. Jungkook bufó, solo quería un momento de paz en su oficina, dejando que cada uno de sus empleados hicieran su trabajo, y el solo pasará por ahí, como supervisor.Se acercó a la puerta de madera de roble oscuro, un sentimiento nada agradable se extendió por todo su estómago. Y tras abrir la puerta, el sentimiento dio un vuelco y comenzó a sentirse cálido, hogareño.
Sus ojos se ancharon como platos, su cuerpo entero se tenso y el labio inferior temblaba levemente.
—Buenos Días señor J-jeon— murmuro el causante de todas las noches de insomnio de Jungkook.
Kim Taehyung había regresado a su vida, y esta vez, para quedarse por siempre.
Perdón por durar mucho por actualizar, es que no baja internet y estaba con mis familiares. :^
Bueno, sin nada más que decir, nos vemos en un próximo cap.
PD: ViluArmy te quiero 💕
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•Inocente Tentación • KooKTae
Novela JuvenilJeon Jungkook a vivido una vida miserable desde que ese "Alguien" lo dejo. Sus padres son un asco de personas, lo cual él piensa que también lo es, por lo que se queda muy sorprendido cuando un chico peli rubio se le aparece en su oficina. -¿Qué me...