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La central estaba atestada de personas, policías de aquí para haya buscando y llevando montones de papeles en sus manos, intentó darse lo más rápido posible, la vida de Kim Taehyung estaba en peligro.

—señorita, señorita —llamo casi en un hilo de voz, el aire se le escapaba de los pulmones por haber corrido tanto, ya que su auto estaba averiado.

—¿en que le ayudó señor?

—Necesito ver a Kim Namjoon

La chica frente a él le dio una mirada seria, pero no objeto y le dio el pase que necesitaba.

Rápidamente subió las escaleras, importándole que fuera diez pisos y necesitaba llegar al último.

Sus piernas quemaban y su garganta también, pero eso no le impidió llegar a su destino. Esquivando a cada persona se dirigió a la oficina que tanto conocía y entró sin ningún permiso.

—¡Namjoon! Necesito tu ayu-

Cayó abruptamente al ver tal escena.

No sabía que el esposo de su jefe estaba ahí.

Rápidamente quito la mirada y la centro en el suelo, para no ver más de lo que le era permitido al señor Kim.

—Xiumin...que seas mí amigo no te da derecho a entrar a si a mi oficina —las palabras sonaban fuertemente por toda la oficina, y una ligera risa también.

—Joon, bebé, debe de ser muy importante lo que tiene que decirte, ¿acaso no lo vez? Está todo sudado y cansado, debe de ser de suma importancia.

Xiumin subió la mirada, dándole una ligera sonrisa a Seokjin, quien también le sonrió de vuelta.

—Habla

—Señor, hace unos días reportaron desaparecido a Kim Taehyung, un chico de veinticuatro años...un M-preg

Los ojos sorprendidos no tardaron en aparecer, y namjoon se levantó rápidamente, rodeando el escritorio y posándose frente a Xiumin, con aquella postura dominante y demandante.

—¿esto acaso es una broma? Sabes que no las tolero, y mucho menos este tipo de bromas.

Su voz se tornó dura, y sus ojos estaban tan negros como el carbón, esperando que su oficial de mayor confianza le explicara todo aquello.

—No es una broma señor.

Seokjin se llevó una mano a la boca, cubriendo sus labios que estaban temblando, se apoyó en el respaldo de la silla de su esposo, sin poder creerlo.

Namjoon se acercó más a él, suspirando como si estuviera reteniendo el aire, y después dio pasos hacia atrás, apoyándose en su escritorio.

—¿Como?

—El como no importa ahora señor, ese chico está en manos criminales, su padre, Kim Junghyun a mostrado en los últimos años una conducta posesiva y agresiva con varios de sus clientes y la otra persona es Jeon somi, creo que ya la conoce.

Namjoon volvió a mirarlo, pero no con ojos que expresaban dominante, unos ojos que expresaban miedo y desesperación.

Pero aun con todo lo que había pasado años atrás, recobró la compostura y se paró delante del castaño.

—¿Que necesitas?

                                   (...)

La calle estaba deshabitada, solo habían personas caminando a altas horas de la noche, tal vez buscando algo oliendo a sus hogares.

Como quisiera irse a su hogar y dormir en su cama de más de veinte mil dólares. Pero no podía, no podía hasta no encontrar a Taehyung.

Aceleró mucho más, llegando al límite de la ciudad en cuestión de minutos, reduciendo la velocidad para ver a lo lejos una construcción vieja, parecía deteriorada.

Y supo que ahí era.

Apago el motor de su vehículo, tomando la carpeta negra de el asiento trasero, viéndola como si fuera su última esperanza.

—ojalá esto funcione.

Se bajo de el vehículo, caminando despacio hasta llegar a las puertas de ese depósito. Con sumo cuidado abrió esta, intentando hacer el mínimo ruido posible para no ser detectado.

Cuando entro su cara se deformo en una mueca de asco, el olor en aquel lugar en a nauseabundo, parecía que un millón de ratas se había muerto ahí, el agua que goteaba de los tubos era de un color verde casi negra, y el piso estaba lleno de moho y un sin fin de cosas asquerosas.

Con todas sus fuerzas para no visitar se adentró más en aquel lugar, sus pasos siendo lo único que lo acompañaba en aquel solo pasillo.

El camino le parecía eterno, pero sabía que no habían pasado ni diez minutos, pero el pasillo era lo suficientemente largo, y comenzaba a cansarse, el olor revoloteando más su estómago.

Y cuando creyó que no encontraría nada, vio cómo luz salía por debajo de una puerta, está estaba oxidada, y cubierta por ese mismo líquido viscoso verde oscuro.

—Debe de ser una broma

Dijo, llevando sus manos hacia la perilla de la puerta, sintiendo el moho y la sociedad en su pulcra palma.

—Voy a matarte Somi

Cuando termino de abrir la puerta, la garganta se le secó, y sintió sus huesos crujir.

Ahí, en una silla, estaba él.

Todo golpeado, con moretones marrones y morados por todo su cuerpo, menos por su vientre. Se acercó hasta el, tomando su rostro. Este se asustó, pensando que volverían a golpearlo, pero todo lo que vio fueron unos hermosos ojos negros llorosos y rojos, una piel tan pálida y una hermosa sonrisa adornado su cara.

—Taehyung

—Jungkook

•Inocente Tentación • KooKTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora