•Inocente Tentación • KooKTae

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Minutos antes de :

Dentro del departamento

Después de que Jungkook subiera a cambiarse, el rubio se dirigió a sentarse en uno de los enormes sofás.

Apartó varios cojines y los puso a un lado, mientras con dificultad se sentaba, pues su vientre ya de cuatro casi para cinco meses no le dejaba apoyarse bien o sentarse como normalmente lo haría una persona no embarazada.

Suspiro cuando encontró comodidad y relajación en el sofá. Este era muy blando en comparación con otros que parecían hechos con tablas y forrados con cuero.

Su vista viajó por  todos lados, viendo lo grande que era aquel salón.

Primero era un pasillo corto que conectaba con la sala y la cocina, estos ubicados  a cada lado - la cocina a la derecha y la sala a la izquierda-.

Después seguía un pasillo que no supo a donde se dirigía pues no le había prestado atención cuando entró a la casa, y finalmente unas escaleras que indicaban el segundo piso.

¿Jungkook no se sentiría solo en una casa tan grande?

Comenzó a cuestionarse mientras se deshacía del abrigo que tenía, que había usado para que nadie se diera cuanta de los cuatro meses de embarazado que tenía.

Oyó pasos haciendo eco en la estancia, por lo que giró su cabeza viendo a un pelinegro con un pantalón algo suelto y una camisa blanca.

Incluso con algo tan sencillo se ve hermoso

Rápidamente quitó aquel fugaz pensamiento mientras sentía como sus mejillas se calentaban cada vez que el azabache se acercaba.

Este tomó haciendo junto a él, suspirando por lo nerviosos que sentía en ese momento.

No esperaba la visita de Taehyung para nada, por lo que no sabía que decir o siquiera hacer.

—Y...¿como haz estado? —Es lo primero que se le ocurre decir después de un minuto de silencio por parte de los dos. Ve como este traga saliva y baja la mirada un poco.

—Eh estado bien, ya sabes, cuidándome de no comer cosas que a Suwoon no le agrade para no devolverlo todo —Río bajito, recordando cuando bebió café y rápidamente tuvo que ir al baño.

Al parecer a su bebé no le gustará el café

—Eso es adorable —comentó con una pequeña sonrisa, y como por instinto llevo su mano al vientre del rubio.

Este se sobresaltó un poco, pero aun así no se apartó, dejando que Jeon masajeara y sintiera a su hijo

Nuestro hijo

Pero todo el momento mágico que estaban teniendo se fue cuando el rubio recordó la razón del porqué estaba ahí.

Rápidamente se alejó un poco y suspiro, deberían ya de dejar las cosas claras.

—Escucha Jungkook —comenzó, su voz temblando un poco cuando sus miradas se cruzaron y se mantuvieron firmes. — Necesitamos aclarar las cosas.

Lo dijo en un tono serio, demandante. Ya estaba harto de ver cómo el pelinegro se la pasaba con Nayeon y después quería ir con él, haciéndolo sentir como un plato de segunda mesa

¡El no es y nunca será un plato de segunda mesa!

—¿Q-que quieres hablar conmigo? —Tenía miedo, lo reconocía; no quería que Taehyung volviera a ignorarlo o hablarle mal como aquella ve, en serio que no quería.