Eres gay [LiSoo]

❦Eres gay❦

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—¡Vamos Lili, sé que te gustará!

La azabache volvió a rodar los ojos, soltando un suspiro cansado por enésima vez de sus labios rojos y recogiendo sus libros para salir de su salón, sintiendo resonar en sus oídos los pasitos sincrónicos de su mejor amiga Rosé, quien ahora jalaba suavemente de su blusa blanca.

Desde hace una semana es que la bonita rubia le había comentado de aquella dichosa pijamada, y aunque Lisa había decidido ignorarla olímpicamente y Rosé le había permitido hacerlo, ahora estaba insistente.

Muy insistente, y aquello a la azabache no le gustaba.

—No quiero.— vuelve a repetir, haciendo que la rubia dibuje un puchero adorable en su carita sonrosada.

—¡Pero Lili! ¿Qué mal yo hice para que me niegues tu presencia?— pregunta, tocando su pecho y colgándose de pronto sobre su delgado cuerpo, como si agonizara. Lisa le regala una mueca burlona.

—Te recuerdo que a la última pijamada a la que fui, me dejaste sin flequillo con ayuda de Nini, y eso es imperdonable.

Rosé abre su boquita de cereza, indignada, para luego marchitar aquella expresión y pintar una sonrisita traviesa. Lisa, por su parte, decide no apretar sus lindas mejillas de ardilla porque está muy cansada, pero nunca olvidaría aquella fatídica noche donde despertó con un frío gélido recorriendo su bonita y amplia frente.

Aún recuerda claramente las palabras que dijo en son de broma a sus dos mejores amigas, quienes con la miraba hacia el suelo trataban de esconder sus risitas burlonas: Lo más triste de una traición, es que no vienen de tus enemigos.

Era decepcionante haber quedado sin su bonito flequillo, pero fue gracioso, aunque se negaba a admitirlo abiertamente, LaLisa Manoban quería tener eso de excusa cada vez que cometa algún pequeño error con esas dos.

—¡Teníamos 15 años y nunca vimos tu frente, es justificable!— exclama entonces Rosé, tirando más de su bracito y causando que la menor refunfuñe.

—Me niego me niego me niego— contestó cual niña pequeña, pero con motivos —. Me niego rotundamente, si a los 15 años dejaron mi frente desnuda, ¡No quiero imaginar lo que me harán ahora que tenemos 18!

La azabache logra soltarse mágicamente del agarre de la más alta, la cual con ambas manitos en su cintura, frunce su ceño y da pisadas fuertes, pero a Lisa parece no importarle.

Y en efecto, la chica solo pasa de largo, sin dignarse a mirarla, a lo que Rosé decide usar su última carta, por lo que sonriente se acerca cual hada de primavera al lado de su mejor amiga.

—Bueno, entonces supongo que no sabrás nunca lo que pasará allí...— ronronea dulce a su alrededor.

—No me interesa— responde Lisa, simple y cortante, girando su carita y acomodando su bolso, dando pasos lentos pero con una postura desinteresada. Rosé suelta una risa al ver la pose de princesa de su amiga —. ¿Qué? De verdad no me interesa.

—¿Entonces no irás a mi pijamada?

—No.

—¿En serio?

—¡Ya, Park Chaeyoung! Te dije que no.

—Bueno, es una pena, porque Kim JiSoo vendría.

Lalisa para su andar y se queda quieta por momentos.

¿Kim JiSoo? ¿La Kim JiSoo de la cual ha estado enamorada desde hace mucho, y por la que todos suspiran? ¿La mismísima que había rechazado al chico más guapo de la universidad, Kim TaeHyung, o quien según rumores, tuvo algo que ver pero por diferentes motivos (que claro, ella finge no conocer) terminaron?