SUFFERING FOR YOU (l.s.)

Capítulo 8

Louis:

Cuando salimos de clase fuimos a casa de Niall para hacer una mini celebración de que por fin él y Zayn estaban juntos oficialmente.

Todos estábamos irradiando alegría por la buena noticia. Todos menos Harry.

Bueno, él también estaba sonriendo y abrazando a los chicos a cada rato pero había algo diferente en él.

Harry siempre fue el más animado del grupo, el que siempre sacaba una sonrisa a todos y el que podía iluminar a muchos universos con sólo su risa.

Pero ahora era como si hubiera perdido todo ese brillo. Sus sonrisas más que irradiar felicidad, parecían forzadas.

Sus ojos miraban al vacío. Era como si estuviera perdido en algún mundo dentro de él y no supiera salir de ahí.

Cualquier persona que lo viera a simple vista diría que era el chico más feliz del mundo porque sonreía de oreja a oreja y seguía casi tan animado como siempre.

Pero yo conocía a Harry. Y ese no era el mismo que hace un par de días. Algo le habían hecho y yo iba a averiguar que era. Me juré una y otra vez hacer lamentar a todo aquél que lo lastimara e iba a cumplir con mi palabra.

Todos estaban en el jardín, Harry entró a por un vaso de agua y yo le seguí.

-Harry

-Oh, hola Lou. ¿Pasa algo?

-No no, solo quería preguntarte...¿Está todo bien?

-¿Cómo?

-¿Tú, estás bien? Te noto como, algo apagado y solo quería asegurarme de que estuvieras bien, uh, si no te molesta, em...

-Tranquilo, estoy bien, solo un poco cansado, por la mañana salí a correr y creo que hice más tiempo de lo que debía y ahora estoy reventado.

-Oh, está bien, solo era eso.-nos quedamos un rato hablando en la cocina hasta que los chicos entraron también porque empezó a llover.

Mentía.

Su excusa sonó muy realista pero no me la iba a creer. Algo andaba mal pero, si él no me lo quería contar supongo que es porque no quiere hablar de eso así que lo dejé estar.

Después de unas horas nos fuimos todos a casa. Subí a mi habitación para darme una rápida ducha.

Mientras me vestía oí a mi padre entrar y la suave risa de una chica que me parecía conocida resonó por el piso de abajo. No le di suma importancia ya que mis hermanas siempre traían a sus amigas a casa.

Terminé de cambiarme y bajé al salón. Una larga melena castaña se apreciaba desde atrás.

Cuando se giró hacia mí, la reconocí de inmediato.

-¿Eleanor?

Eleanor era la hija de un amigo de mi padre, a la que le gustaba hace tiempo, pero ella a mi no.

-¡Louisss, mi amor! ¿Cómo estás?- dijo Eleanor alargando la s.

-Uhg, no me llames así porfavor.

-Bien hijo, siéntate, tenemos algo de que hablar.-dijo Mark, serio.

-Ven y siéntate a mi lado cariño. -enserio odiaba los apodos de Eleanor.

-Como sea -rodé los ojos.

-Hijo, supongo que tú ya sabes que mi negocio no está en sus mejores momentos.

-Ajá...

-Y el padre de Eleanor ofreció ayudarme, a cambio de una cosa.

-Continúa.