Esa linda chica... ➢ NoMin [ADAPTACIÓN]

10

2/3

Ya había pasado una semana más y Jeno seguía sin tener nada que lo lleve a su amada.

Jaemin parecía odiarlo, y lo entendió la primera vez, el golpe se lo había merecido, pero ya había pedido perdón. Incluso había comprado comida en un buen restaurante y se lo había llevado a la Universidad para hacer las paces y lo único que consiguió fue un "púdrete".

— ¡Hey! Ah sé que tal vez no medí mis palabras la primera vez, pero en verdad quiero que hablemos. — Extendiendo su mano con una sonrisa lo volvió a intentar. — Soy Lee Jeno.

El rubio lo miraba cansado. ¿Acaso jamás se cansaría? Ya hacía casi un mes del encuentro en el bar y el muy imbécil seguía con las esperanzas de saber de la castaña.

— Oh, se perfectamente quien eres. — Tomó la mano del contrario con más fuerza de la necesaria. — Eres un acosador que se me aparece en todos lados.

— No te estoy acosando. — Afirmó sonriendo. — Traje pastelillos, son de chocolate y vainilla.

— Soy alérgico al chocolate y también a la vainilla. — Mintió Jaemin intentando ocultar su risa al ver la cara de decepción del pelinegro. — Sólo bromeo. Los tomaré, me lo debes por acosarme.

— Genial. Y ya te lo dije no te estoy acosando, sólo quiero conocerte. — Calma, debía mantener la calma. Ya sabía de sobra que el rubio solía alterarse por lo más mínimo.

— Sí vienes para que hablemos de Vicky, déjame decirte que pierdes tu tiempo. — Ciertamente los pastelillos estaban deliciosos, se los comería todos antes de que llegará Donghyuck. Ese enano amante del dulce se los querría comer y eran suyos, no los compartiría. — Seré breve contigo sólo porque este pastelillo está delicioso, Vicky no...

— Se encuentra en Seúl. — Interrumpió y completó la frase de su amigo. — Uh pastelillos.

— No te los invito Hyuckie. Jeno ha sido muy amable al traerlos para MI —  Alejó el paquete y miró a Jeno. — Vicky sólo estuvo de pasó, no volverá jamás.

— ¿Es por el tal "S"? — Preguntó el pelinegro.

Jaemin entendió al instante, todos notaban el maldito tatuaje que se hizo una noche de muchos tragos y malas decisiones, ni siquiera recordaba haberlo aceptado o siquiera haber sentido dolor mientras lo hacían. Pero Seonghwa le afirmó que la idea fue suya y que no lo detuvo porque peso más el pensamiento ardiente de él dándole a Jaemin en posición de perrito mientras veía la inicial de su nombre en él.

Ahora, mientras se atragantaba con la masa de chocolate y tenía un ataque de tos, se arrepentía más que nunca. Donghyuck reía mientras golpeaba la espalda de su amigo, aún recordaba esa noche y seguía causándole gracia la estupidez del rubio.

— ¿Estás bien? —Preguntó Jeno.

— S-sí... e-em... "S". — Río falso soplando su cara con un folleto de descuento de la tienda, Seonghwa seguramente estaba de buen humor esa temporada para poner tantos buenos precios. ¿No lo había mencionado? Seonghwa es el dueño de la tienda en la que trabajan.

— Sí "S". ¿Quién es? — la curiosidad del pelinegro sólo crecía, más al notar la reacción del rubio.

— Yo soy "S". — Definitivamente hoy no era su día de suerte. ¿Era necesario que Seonghwa apareciera justo en ese momento? Sólo aparecía por ahí los lunes, hoy no era lunes, era miércoles. — Park Seonghwa, un placer.

— Lee Jeno. — Las miradas que se lanzaban eran filosas, la tensión se sentía en el aire.

— Mi turno terminó, Hyuckie ya deje todo listo. Nos vemos en casa. — Tomó sus cosas, el paquete de pastelillos rodeando el mostrador y terminó arrastrando a Jeno a la salida. Sin tomarse la molestia de ver a la cara a su jefe.

— ¿Quién es ese tipo? — Interrogó Seonghwa al menor.

— Una conquista de Jaemin, muy atento, buena persona, buen amante, todo un caballero. — Alago al pelinegro disfrutando la mueca de disgusto en la cara del mayor.