Un amor maternal

834 55 22
                                    

Kōyō Ozaki, una mujer muy elegante, cabello rosa y una parte de este le tapa un ojo, nadie sabe bien la razón es un misterio, permanece atado su cabello, siempre con una sonrisa y abecés cubría parte de su rostro con su abanico para ocultar alguna...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kōyō Ozaki, una mujer muy elegante, cabello rosa y una parte de este le tapa un ojo, nadie sabe bien la razón es un misterio, permanece atado su cabello, siempre con una sonrisa y abecés cubría parte de su rostro con su abanico para ocultar alguna expresión que no quisiera que vieran los demás, no solía decir malas palabras, pero en este caso iba soltando de la letra A hasta la letra Z. Pues el trataba a su subordinado como su propio hijo, como su hermano menor, pero mas como su hijo, pues sentía una conexión con el, era un amor verdadero un amor maternal que siempre lo acompaño y también ahora, Kōyō al escuchar lo que dijo Chūya hirvió en ira, lo único que tenia en mente era castrar al maldito de Osamu por lo que le hizo a Chūya.

Una madre siempre se preocupara por sus hijos y harán lo imposible por ayudarlos, Kōyō desde que conoció a Chūya, sintió que tenia que protegerlo de todo mal, tal vez como Kyōka que logro salir de este mundo oscuro, se arrepentía, la razón por lo que hacia es porque no pudo dejarle una mejor vida a Chūya, el siempre tuvo un corazón puro, no merecía estar aquí, el merecía estar en la luz, no en la oscuridad, pero también sabia y en aquel lado de luz siempre habrá un ser oscuro tratando de apagarlo, y ese era el trabajo de Osamu Dazai, el era esa pequeña oscuridad, aunque parezca como un sol, es un demonio que se disfrazaba de ángel, ¿Cómo lo habían podido aceptar en esa agencia?.

Chūya iba detrás de la mayor tratando de que se detuviera mas no lo lograba, Kōyō no sabia porque trataba de defender al bastardo de Dazai, el le hizo algo terrible y aun así lo sigue queriendo.

-Kōyō-San, por favor deténgase, no haga nada yo lo solucionare-Decía el pelirrojo tratando de hablar con la mayor esta detuvo su caminar y se volteo

-Chūya, te das cuenta de lo que el te hizo, se esta aprovechando del amor que sientes por el para satisfacer sus necesidades sexuales, el no te ama-La mayor lo dijo con el mayor dolor de su corazón sabia que esas palabras le iban a doler al pelirrojo

-P-pero el dijo que me ama....Dazai me lo dijo...-Decía mirando al piso mientras unas pequeñas lagrimas se asomaban por sus glóbulos oculares.

-Chūya cariño, debes entender que el solo te lo dice para que te quedes con el, solo te esta utilizando yo me encargare de que el no te haga daño, no permitiré que te vuelva a engañar y mucho menos te utilice solo como un juguete sexual...-Dijo la pelirroja aun con dolor por ver como el pelirrojo ya no aguantaba mas y lloraba, ella lo quería abrazar pero el pelirrojo se había ido, ¿A donde?, muy probablemente donde esta el castaño, dicen que el amor es ciego y no nos permiten ver cuanto daño nos hace aquella persona que amamos, pero......el amor que Chūya siente por Dazai es muy ciego sabe como es Dazai pero no se aleja, basta con solo una palabra y el ya estaba de nuevo a los pies de Dazai, el lo sabia y sabia que le hacia daño pero no le importaba con tal de tener a Chūya solo para el.

Chūya llego al apartamento del castaño quería comprobar si era cierto lo que le dijo su superior, Dazai abrió la puerta y al ver a Chūya en lagrimas su sangre hirvió, se adentro con Chūya a la sala y empezaron a hablar el primero fue Chūya.

QUE EL JUEGO COMIENCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora