No se que poner aqui, así que no soy buena para esto, es mi primera vez haciendo esto así que espero y les guste. Maso menos va a tratar de un Dazai muy posesivo y mas cosas pero es como la trama principal, mas me centrare en Chuya y Dazai, si eres...
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Después de lo sucedido en la noche anterior las cosas habían empeorado....se solían escuchar en el día gritos y en la noche gemidos de dolor, era un ciclo sin fin de vida repetitiva, las cosas cambiaron, para bien o para mal pero lo hicieron, pero podríamos decir que esto cambio para un horrible mal y desastroso....
Detente ya, por favor!-Gritaba la voz de un chico, no se le hizo caso, fue llevado a rastras a la cama, callo en esta mirando con los ojos llenos de lagrimas, intentaba alejar a aquel castaño, pero no podía.
Ya deja de moverte!-Grito cansado de lo que hacia el pelirrojo, le pego en la cara para que se dejara de mover, este se quedo quieto pero temblaba de miedo...lo tenia, el castaño se acerco a el y empezó a besar el cuello del pelirrojo y con sus manos le quitaba los boxers del pelirrojo, las piernas de este estaban vendadas, al igual que brazos cuello y abdomen. Quitaba poco a poco las vendas del cuello para tener mas espacio de marcar con sus mordidas, el pelirrojo solo temblaba y soltaba leves jadeos entrecortados.
Chūya~ te hare gemir mi nombre toda la noche~-Decía esto con una sonrisa se puso entre las piernas del pelirrojo y se bajo el cierre del pantalón entrando de una sola embestida en Chūya.
Ah! D-Duele Da-Dazai! -Grito Chūya con mas lagrimas saliendo de sus ojos, Dazai no le hizo caso y empezó a moverse rápidamente agarrando las piernas del pelirrojo y entrar y salir mas rápido.
Ah~ Chūya eres tan bello~ -Dicho esto se acerco al pelirrojo y beso los labios de este de forma salvaje, este solo dejaba sus manos a un lado mientras seguía jadeando y gimiendo entre el beso, se separaron del beso por falta de aire, Dazai dio una sonrisa al ver como estaba Chūya, era todo un desastre el pelirrojo, empezó a dar embestidas mas fuerte llegando mas profundo marcando su cuello del pelirrojo, le dolía, le dolía mucho pero no podía hacer nada, se sentía inútil.
Las embestidas aumentaron y los gemidos también gemidos que los vecinos de al lado escucharían, y si lo hacían lo gemidos eran de dolor, ellos no podían hacer nada, no conocían del todo al castaño pero desprendía un aura de peligro cuando te acercabas a el.
Pobre joven que esta hay -Dijo una mujer ya mayor, al lado un hombre ya adulto de 25 años
No podemos hacer nada, aparte nunca lo hemos visto -Respondió el hombre mientras miraba por la ventana junto con la mujer.
Talvez tengas razón querido, pero no necesitamos conocerlo para saber si necesita ayuda -Aclaro la mujer aun mirando la ventana y luego miro a su nieto
¿Pero como sacarlo de ese infierno en el que esta cuando un demonio lo custodia? -Pregunto mirando a su abuela
Supongo que no se podrá, no si no el no lo desea haci
¿Qué quieres decir?
Lo que quiero decir es que el tiene el control de decidir si se queda así o no -Cuando dijo esto la mujer se marcho a su cuarto dejando al hombre con muchas dudas, este hombre puso su mirada de nuevo en la ventana, los gemidos habían parado o eso es lo que el pensaba al ya no escuchar nada.
