Jeon JungKook es un joven doctor de veintiséis años que trabaja en el hospital central de Seúl, es uno de los mejores del lugar, pues tiene unos niveles de estudio en medicina muy avanzados, además de ser amable, tranquilo, y generoso, el hombre per...
JiMin se miró una última vez en el espejo acomodándose un poco el cabello, no era por nada en especial, simplemente le gustaba verse bien.
Ah, e iría al hospital para devolverle la chaqueta a JungKook.
Salió de su departamento y tomó camino a la parada de autobuses más cercana, en la cual podría tomar el autobús que lo llevaría al hospital, o que al menos lo dejaría lo suficientemente cerca.
En el transcurso iba algo nervioso, ni siquiera sabía si estaría en el hospital, solo tenía la pequeña suposición de que sí, pues no sabía su horario, pero según sus cálculos ya casi iniciaba su hora laboral.
Eran las dieciocho con treinta, tal vez entraba a las diecinueve, no sabía, esperaba que sí, y en el mejor de los casos poder averiguar algo sobre JungKook.
Al bajar del autobús comenzó a caminar entre algunas personas que andaban por allí, regresando de sus trabajos, mientras hablaban por celular o simplemente caminaban mirando un punto fijo.
Al llegar al hospital caminó hasta la recepción del mismo y esperó a que la mujer que atendía acabara una llamada para así poder hablarle.
— Buenas tardes. — habló la mujer dejando el teléfono y mirándolo — ¿Desea algo?
— Buenas tardes. Necesito ver al doctor Jeon, debo devolverle algo que le pertenece.
— El doctor Jeon no se encuentra.
— ¿Qué? ¿Él no está en el turno nocturno?
— Lo está. — asintió — Pero aún no ha llegado.
— Entiendo.
JiMin agradeció y se alejó apretando un poco el agarre en la bolsa que tenía la chaqueta, no podía esperarlo, también debía regresar a su estudio, pero tampoco se iba a ir.
Revisó su celular notando algunos mensajes de TaeHyung que decían en donde se encontraban para pasar a recogerlo.
Lamentaba el no tener el número de JungKook, tal vez así sería más fácil, incluso así podría, de alguna forma averiguar algo, algo que le indicara un poco sobre quien era realmente Jeon JungKook.
Pasando su dedo por la pantalla sin hacer nada, sintió una mano posarse sobre su hombro, haciéndolo dar un respingo en su lugar. Al voltear espero ver a JungKook, pero en su lugar estaba el doctor Kim.
— Park JiMin, hola, ¿pasó algo? — preguntó, con una sonrisa amable.
— Doctor Kim. — hizo una pequeña reverencia — No ha pasado nada, solo buscaba al doctor Jeon.
— ¿JeongGuk? ¿Él aún no ha llegado? — preguntó, pero más para él que para JiMin — ¿Para que lo necesitas?
— Debo darle algo. — agitó sutilmente la bolsa que tenía en manos.
— Ah... entiendo, acompáñame, te llevaré a su oficina, puedes dejarlo allí.
— No sé... — vaciló, podía funcionar, podía buscar algo por sí solo — Bien, vamos. — accedió y tensó una sonrisa.
SeokJin solo asintió y comenzó a caminar con JiMin al lado. Pasaron por unos largos pasillos hasta llegar al ascensor, subieron y SeokJin tocó el botón que daba al primer piso.
Ambos se mantuvieron en silencio, mientras JiMin ideaba un plan, solo debía averiguar algo, sabía que JungKook no era normal, no podía serlo, lo que había visto, no lo podía hacer una persona normal, o siquiera una persona.
SeokJin lo guío hasta una puerta, una vez allí la abrió y dejó ver una pequeña oficina, había un escritorio con dos sillas al frente, al lado un estante grande en la que habían varias carpetas y por último un perchero en el que estaba la bata que utilizaba con su nombre inscrito en una pequeña placa plateada al lado izquierdo.
— Deja lo que... — cuando iba a continuar una voz en las bocinas del hospital captaron su atención.
— Doctor Kim SeokJin, por favor ir a la sala de emergencias, doctor Kim SeokJin.
— Debo irme, deja la bolsa y sal rápido. Confío en ti, Park JiMin.
— Claro, solo dejaré la bolsa. — SeokJin se retiró y JiMin quedó solo en la oficina.
JiMin puso la bolsa sobre el escritorio y miró todo lo que había, no había nada extraño, solo era la oficina de un doctor, pero aún así decidió buscar.
Revisó la bata, la cual solo tenía un bolígrafo con su nombre grabado, el cual estaba en uno de los bolsillos. Las carpetas solo tenían nombres de pacientes, tanto de pacientes jóvenes como ancianos.
No había nada que diera indicios de que fuera alguien extraño, o siquiera malo, simplemente un doctor más en un hospital más.
Revisó los cajones del escritorio notando algunos apuntes variados en algunas libretas, bolígrafos, y algunos resultados médicos, pero lo que más sobresalío fue cuando notó dos carpetas, las cuales tomó y sintió su estómago revolverse.
El primero decía Cha EunWoo, lo revisó y tenía todos sus datos, incluso la fecha y causa de muerte, el otro tenía su nombre, Park JiMin.
Pero en sí eso no fue lo que le hizo sentir malestar, sino el hecho de que había una hoja con apuntes de diversos datos suyos, al parecer JungKook sabía más de él de lo que imaginaba.
Iba a continuar revisando, pero escuchó voces a lo lejos, cosa que le alertó, era JungKook, JungKook con alguien más, un hombre, no, un hombre y una chica.
Buscó donde se podría esconderse, así que, como único lugar decidió meterse debajo del escritorio, y rezar todo lo que se sabía para que JungKook se fuera rápido.
— ¿Estás seguro, Jeon? — insistió el hombre; la voz se le hacía conocida.
— Qué sí, solo que yo no seré como el idiota de DongMin. — respondió él, dejando algo sobre el escritorio.
— Que cursi, Koo. — escuchó a la chica con voz burlona — Es solo un humano, no entiendo porque haces tanto drama.
— Porque si sigue apareciendo no me voy a poder contener, y no quiero que eso suceda. — JungKook sintió el olor dulce que JiMin desprendía, aquello lo hizo sentir un escalofrío — Igual no importa, ya váyanse, debo trabajar.
— Bien, adiós anciano. — escuchó a la chica y simplemente un sonido por parte del hombre, luego silencio.
JungKook suspiró con pesadez y se acercó al perchero, sintiendo una fuerte mirada sobre sí, luego de ponerse la bata se dio la vuelta y notó a JiMin debajo del escritorio abrazando una bolsa.
JiMin notó nuevamente sus ojos carmín, y luego una sonrisa ladina, negó con la cabeza y pasó de largo, saliendo de allí, sin siquiera decirle algo.
En definitiva debía saber quien era en realidad Jeon JungKook.
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