┃Hace unos días atrás una tragedia ocurrió para la familia Minamoto; Teru, el hijo mayor, sufrió un trágico accidente y terminó en estado vegetal con pocas probabilidades de despiertar otra vez.
┃Con esto el segundo hijo del clan, Kou, tomó su lugar...
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Estaba solo, nuevamente estaba solo, y esta no era la primera ni la segunda, era la tercera vez que él y su hermana eran dejados atrás por sus familiares. Primero su madre muriendo, luego su padre dejandolos solos en casa y ahora su hermano que se encontraba en cirugía, no importa como, alguien parece que quiere arrebatarles todo lo que aman.
Sus manos estaban entrelazadas entre si mientras miraba el piso blanco, sus oidos escuchaban los sonidos a su alrededor de enfermeras hablando con pacientes o doctores, caminatas desde arriba hacia abajo por las escaleras o el mismo ascensor que iba y venía del piso en el que estaban.
Por impulso el Minamoto fue al hospital en donde estaba su hermano, se aseguró de que la casa quede completamente cerrada para que nadie despierte a Tiara y se entere de su ausencia en ella, le pidió a Fairy que en cualquier caso de emergencia llamara por un teléfono de repuesto y se marchó.
Muchos pensarán que es un descuidado al salir dejando a su menor atrás y la verdad lo era, pero estaba demaciado angustiado como para pensar con claridad en ese momento.
Se hicieron las dos de la mañana, el sueño parecia amenazarlo con dormir, pero no planeaba hacerlo todavía.
La luz de cirugía se apagó y el rubio al ver esto se levantó, poco después salió una doctora con unos papeles en mano.
— Familiares de Minamoto Teru. —Llamó ella y el joven se acercó un poco más.
— Yo, soy su hermano, Kou. ¿Como está él? —Respondió él inquieto y su cara no ayudaba a ocultar el sentimiento de temor que tenía en su pecho, sentia que lo estaban ahogando poco a poco.
— Ya veo, pero, ¿no hay alguien más aquí? Un mayor.
— No, vivimos solos. — soltó de forma simple como el pan de cada día.
La respuesta sorprendió a la encargada, eso lo denotó su cara, pero trató de ser lo más profesional posible y cambió a su facción anterior.
— Entiendo. Por favor escucha con atención. — calló un momento, esperando un poco para darle su noticia, solo esperaba que no le afectara tanto.— El joven Minamoto sufrió un choque fuerte y el capó del auto golpeó parte de su cabeza, ocacionando una fractura en la zona del craneo y columna vertebral. Actualmente está en una habitación apartada, pero su cerebro sufrió una lesión traumática y los doctores creen que lo más probable es que termine en estado de coma de forma intermitente.
Observó con compasión como el menor perdió el brillo en sus ojos y su semblante se fue apagando, pareció despintarse, igual a un cuadro, que perdió el propósito de su pintor. Pobre niño, fue el pensamiento de esa cirujana para que –después de consolarlo un poco con palabras vacias–, se fuera de ahí dejándole un papel con la dirección del cuarto de su hermano.
