→ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 ; 0 1 1

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LA SENSACIÓN DE EXTRAÑAR A ALGUIEN

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En la vida de Tiara existen lugares que le gustan más que otros, podríamos poner de ejemplo su cuarto, el parque que está a unas cuadras o incluso la tienda de dulces del amigo de su hermano.

El jardín de niños también es uno de esos lugares. Le encanta llegar y hacer manualidades, jugar con sus compañeros y pasar un buen tiempo durmiendo su siesta antes de volver a casa.

— Buenos días niños—. La maestra saludó a todo el salón arcoiris, respondiendo igualmente o con más ánimos que la joven profesora— Hoy haremos muchas actividades divertidas,¿Quieren adivinar que es?

Todos los niños gritaron distintas cosas, pidiendo juegos en la sala o leer cuentos, ella en cambio quería salir a fuera a jugar a los quemados, le encantaba desde que lo descubrió.

—Son todas muy buenas ideas, y las haremos todas si tenemos tiempo, pero primero vamos a empezar con la primera, —los niños callaron, expectantes a lo que diría a continuación —. Vamos a...¡dibujar a nuestra familia!¿No quieren darle un regalo a las personas que viven con ustedes?

—– ¡Siii! —–. La mayoría contestó ante la pregunta y ella solo pudo sonreír.

— ¡Muy bien, entonces comencemos! Por favor den su mejor esfuerzo.— y con esa frase todos comenzaron a recibir sus hojas y tomaron el lápiz.

Al recibir la suya Tiara comenzó a garabatear con crayones y mucha plásticola, quería darle todo el valor posible para que sea lo más bonito. Primero fue hacerse a ella, luego llegó Fairy con un lindo rosa chicle, siguiendo a Kou con su brillantina en su cabello y pendiente. Todo iba bien, el dibujo quedaba perfecto, ellos en un campo agarrados de la mano, se hizo con otro lápiz y garabateó otra figura más alta, su ropa de casa, su cabello amarillo pintados con ánimo, eso fue hasta que coloreó sus ojos celestes que se detuvo a mirarlo, reconoció a la persona que estaba dibujando y se detuvo. Esa persona era Teru, su hermano mayor.

Su mirada se quedó clavada en su figura, no importando perder tiempo en la clase, tampoco escuchó cuando fue que a lo lejos que todos terminaban y se levantan para ir a jugar afuera, solo estaban ella, sus lápices y su garabato mal hecho que despertaba en ella un sentimiento de inquietud, algo que en su pequeña y corta vida no habia experimentado nunca tan intensamente.

Era desagradable, su pecho se siente raro, como si le faltara una pieza del rompecabezas, y su boca y manos no pueden evitar apretarse fuertemente mientras siente sus ojos un tanto nublados pero sin llegar a precipitarse en lágrimas.

Era desagradable, su pecho se siente raro, como si le faltara una pieza del rompecabezas, y su boca y manos no pueden evitar apretarse fuertemente mientras siente sus ojos un tanto nublados pero sin llegar a precipitarse en lágrimas

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La hora de la salida había llegado hace ya mucho tiempo, sus compañeros se habían ido uno por uno en cuanto venían sus familiares a buscarlos. Pero ella seguía ahí, Kou se estaba demorando mucho en venir a buscarla y eso la ponía nerviosa.

𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐀 » 𝒌𝒐𝒖𝒏𝒆𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora