Me Perteneces-FINALIZADA

Capítulo 6

En cuanto fueron ante un medico este solo les dijo que no era nada serio, aún cuando Lan zhan insistía en si en verdad era así, y el medico fue paciente al decir que no había nada de que preocuparse. Este sabía del gran cariño que tenía el heredero del clan por su primo, siempre cuidando y velando por su seguridad.

En los profundo de sus pensamientos estaba en que quizás el segundo maestro Lan este enamorado del pequeño maestro. Ja de seguro el maestro Quiren pega el grito al cielo de ser así, su sobrino, su orgullo, desposando a su gran tesoro.

Al ver a los dos Alpha y omega retirarse, los veía con una pequeña sonrisa, si hay algo que lo que no puede dudar es en su intuición.

Lan zhan estaba muy contento de poder lograr tener cerca a su amor, ya que este desde ese día en la biblioteca lo había estado evitando.

Recuerda aquel día en el que pudo probar por fin aquellos labios, suaves y deliciosos, esa pequeña boquita de la que salieron sonidos exitantes, y el como pudo posar sus manos en aquella retaguardia que lo trae loco.

Mejor deja de pensar en eso o tendrá que explicarle a Lan ying después el porque de su ereción.

A-ying

Eh s-si Lan zhan

¿acaso te molesto lo que dije ese día?

¡¡NO!! Bu-bueno yo...

...en verdad te amo

Con esto el rostro del omega se puso totalmente rojo, así como la comida cuando le hecha un montón de picante como le gusta.

...¿por qué? ¿cómo sabes que es amor? Nosotros somos primos, familia-alcanzó a decir a pesar de todo su nerviosismo.

Porque eres la razón de que mi mundo sea hermoso, mi corazón late fuerte y solo puedo pensar en ti. Amo cada parte de ti, amo cuando te superas a ti mismo y el como sonreís. El ser primos no lo veo un impedimento para amarte. Muchos formas matrimonios entre familiares ¿por qué lo nuestro sería diferente? Te he esperado por mucho tiempo, los Lans solo amamos una vez y yo solo te amare a ti por el resto de mi vida A-ying

No sabe en que momento en el que empezó a hablar tomo valor y se acerco al más joven tomando sus manos suavemente agachándose un poco para tener sus cabezas a la misma altura, y poder encontrar sus ojos con los suyos.