CHERRY.

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El mayor con los nervios a flor de piel dejó caer su móvil, sus manos temblaban un poco y su respiración era agitada y descendía. El menor pudo musitar.

—Déjame ayudarte. —Habló nervioso y trató de sonar seguro de sí.

Louis seguía siendo el chico tímido, frágil, algo torpe y nervioso que fue siempre y Harry seguía siendo el chico serio, sensato y algo obstinado que había sido siempre.

Ambos chicos bajaron al mismo tiempo por el móvil, sus manos rozaron con brevedad, el corazón de ambos latía con una fuerza bestial

—Ebm. Gracias. —Apenas pudo sisear palabra alguna.

—No es molestia. —Emitió una pequeña y nerviosa sonrisa. Y qué? ¿Sólo te quedarás mirándome sin siquiera decir palabra alguna? —comentó mientras arqueaba su ceja derecha.

—Creo que ya no tenemos nada de qué hablar ¿no lo crees? Ya ha pasado mucho tiempo. —Habló el mayor con aspereza.

—¿así lo crees? —Mencionó con dureza.

—Me hiciste daño Harry. —sus ojos comenzaron a cristalizarse. —¿Y tú a mí no? Dime Louis.

—Yo no te hice nada. —Bajó la cabeza con dolencia. Bueno sí, sí hice algo. Haberte querido.

—Este no es lugar para discutirlo, en medio de la calle, podemos ir a otro lugar a hablarlo. Necesito hablarlo.

—No tengo deseo de volver al pasado. —Musitó mirándolo a los ojos. —Eres un egoísta. —Exclamó el rizado exasperado. —¡No soy egoísta! Me costó muchísimo tiempo poder rehacer mi vida por tu culpa, ¿Qué no lo ves? Supongo que tu vida ha sido perfecta, siempre lo ha sido, siempre obtienes lo que quieres y a mí me ha llevado la mierda todo este tiempo. —vociferó con lágrimas en los ojos. Mis hermanas hundidas en el alcohol y las drogas, Felicité, mi hermana menor falleció a causa de sobredosis, Lottie estuvo en tratamiento mucho tiempo, mi padre nos abandonó, yo fui el sustento de mi familia, y el apoyo de mi madre, ni siquiera pude cumplir mi sueño de ir a la universidad, Lorette se fue, y me quedé solo. ¿podría haber algo peor? Y si lo hubo, te fuiste Harry. Me dejaste hecho pedazos, me dejaste echo mierda. —Musitó mirándolo y con lágrimas en los ojos.

—No mientas, si te estabas consolando con otro, yo te vi Louis, por favor. —Mencionó con aspereza.

—¿de que estas hablando? Mínimo alguien estuvo para mí en todos esos días de mierda. —Uf, vaya, pero se notaba que la estabas pasando mal. —Mira Harry ese no es tu asunto ¿sí? —desvió la mirada de los orbes del menor. —¿ah no? Entonces porque tanto reclamo, explícame. Además, todos nos miran con credulidad, este no es lugar para estar discutiendo. Te veo mañana en el café que está a unas cuadras de aquí, espero no faltes. —Mencionó con la mirada convulsiva.

—No sé si iré, pero gracias por la invitación. —espetó sin chistar.

*

—¿Louis? ¿Todo bien amor? —preguntó su madre con dulzura. —embb sí, supongo. —Habló mientras se llevaba un bocado a la boca.

Louis no podía dejar de pensar en el rizado. No sabía si ir a verlo o no. Pero había algo en lo que concordaba con Harry, debían cerrar heridas, tal vez eso lo ayudé anímicamente, no tuvo opción, iría.

—Má, saldré esta tarde, ¿o me necesitas el día de hoy? —Por supuesto que no cielo, ve a hacer lo que necesites, demasiado me apoyas, sabes que no hay problema. —Habló su madre con dulzura.

—Gracias, te amo. —Habló mientras depositaba un beso en la mejilla de la mujer. Louis pudo notar lo decaída que lucía Johannah, el cabello se le teñía poco a poco de un tono plateado y muy sutil, las arrugas de la frente y manos eran cada vez más notorios. Johannah habló con perplejidad. —¿Por qué me miras tanto hijo? —Cuestionó al mayor con voz inquieta. —Lo hermosa que eres y lo afortunado que soy de tenerte.

Losing My Religion. LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora