sorpresa

129 8 3
                                        

Fue tonto al principio pensar en visitarlo, no tenía ni la mínima idea de dónde vivía, no sabía nada más de él, siempre se preguntaba lo mismo, ¿Por qué es tan inevitable pensarte Harry? Ni siquiera sé dónde vives, como mínimo debería saberlo ¿no crees? ¡Qué estúpido soy! Ni siquiera sabes que el que te escribe soy yo, debería mandar todo a la mierda ¿no lo crees?. -Pensó el ojiazul. Pero por ti y solo por ti correré el riesgo.

El castaño iba caminando hacia su casa, cuando de nueva cuenta se encontró con una cabina telefónica, iba a intentar marcarle de nuevo, hasta que el rizado no le respondiera no iba a descansar hasta llamarle y escuchar su melodiosa voz. Cuando de pronto vio una figura muy bien formada afuera esperando a llamar, La apiñonada piel de Louis se tornó completamente blanca al darse cuenta de que Harry estaba esperando a hacer una llamada, se sentía tan idiota que decidió colgar, no entendía porque Harry estaba esperando a llamar a un teléfono público, si el tenia celular, o al menos quería una explicación. Louis sacó la pequeña tarjeta telefónica y le metió en su bolsillo, intentó no mirar a Harry al pasar entre la poca gente que esperaba a llamar, Harry se encontraba entre la pequeña fila Louis se armó de valor y lo saludó.

-Ho-ola. -Saludó el castaño.

Hola. -Harry le dio una mirada inexpresiva.

El castaño se quedó paralizado unos segundos, se sintió tan avergonzado de haber hecho eso. ¡Vamos Louis! El chico no tiene ni la más mínima intención de hablarte y tú sigues insistiendo, que inteligente eres!.

¿Estás bien?. -Preguntó el rizado algo extrañado y cruzado de brazos.

-Supongo que sí. -Se sonrojó.

De la cabina telefónica salió un señor robusto y de unos 50 años aproximadamente, Harry se adentró a la cabina sin decir nada, Louis se quedó paralizado, se sentía un perfecto idiota, Harry lo había dejado casi con las palabras en la boca, y no le importó, se sintió ridículo y solo se precipito a caminar.

¡Vaya Tomlinson que genio eres! No le importas al chico y ahí vas a instirle, tiene cosas más importantes que estar hablando con un paranoico como tú, ni siquiera te conoce, más que en el café, ¿Por qué intentaría seguirte la plática, que repugnante eres Louis. -Pensó.

*****

¡Sí Gemma por favor necesito verte ahora, me siento destrozado, por favor ven a verme al Starbucks central.

-¿Es algo malo? ¿Estás bien? ¡Harry dime por favor!. -Gritó asustada.

Para mi si lo es por favor apresúrate, mi teléfono se descargó no puedo escribirte.

-Ok voy para allá. -Colgó.

******

El ojiazul llegó a su casa, cansado y algo triste, pero no sabía que Harry estaba pasando por un mal momento, Louis se recostó en su cama y se quedó dormido.

*****

¡Te lo dije Harry! Supuse que no habías terminado con ella, ¿¡porque?!. -Lo reprendió Gemma.

-Porque no sabes cuánto la amo pero ella no supo nunca que daba todo por ella, tal vez esta confundida o no lo sé. -Intentó darse ánimos.

¡Busca a alguien que realmente sepa valorarte Harry, no quiero que sufras por esa niña inmadura, sé que quieres llorar, gritar pero por ahora estamos en un lugar público y pues solo quiero que me prometas que no volverás a buscarla, anda, promételo.

-Lo prometo Gemma. -Dijo con lágrimas en sus ojos.

Eso espero, por favor hermanito no llores ni sufras por la persona que sé que no es la indicada, que tal y la persona indicada está a la vuelta de la esquina, o tal vez y la tienes en frente y tú no te das cuenta. -Le da una leve sonrisa.

Losing My Religion. LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora