alcohol.

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La claridad alumbró el tenue rostro del rizado, abrió los ojos lentamente, se sentía un poco mareado, sentía que la cabeza estaba a punto de explotarle, la resaca lo estaba matando, notó que no estaba en su habitación y mucho menos en su casa, observó toda la habitación se dio cuenta que era la de Zayn, a duras penas pudo pararse, divisó al moreno entrar a la habitación.

—¡Demonios Harry! Bebiste demasiado bro, nunca te había visto tomar así, bueno sólo una vez en la fiesta de Derek, pero esta vez te pasaste. —Lo reprendió.

—Cállate, no me lo recuerdes, puedo imaginármelo, ve como estoy, crudo. Mamá va a matarme. Ni siquiera le avise que no iba a llegar—Dijo mientras frotaba su rostro. Tomó su móvil y notó que tenía 20 llamadas perdidas de Anne. Estoy muerto.

—Cuando te vea en esas condiciones vaya que va a matarte, ve a tomar un baño, apestas a alcohol, iré a traerte una taza de café bien cargada, apresúrate a bañarte, puedes usar mi ropa. —Le entrega ropa limpia.

—Muchas gracias Zayn, te lo agradezco hermano. —Le da una palmada en el hombro.

—De nada, iré por el café.

El ojiverde se dio un baño de 10 minutos, lavó perfectamente sus rizos, se colocó la playera y los jeans que le había dado su moreno amigo. Le quedaba un poco grande.

—Tomate el café, cuidado que está muy caliente.

—Gracias por todo Zayn, eres una gran persona bro. —Harry tomó el café lentamente pero a pesar de eso se quemó un poco los labios.

—¡Está hirviendo! —Dijo mientras frotaba sus labios, Zayn suelta una pequeña risa.

—Te lo advertí, ahora bajemos a desayunar, mamá preparó algo delicioso, está feliz de que estés aquí, sabes que te aprecia mucho, creo que te quiere más a ti que a mí. —Rodó los ojos.

—Desde pequeños somos muy buenos amigos, solía ver a Trisha como una segunda madre, incluso hasta ahorita.

Los chicos bajaban las escaleras en lo que platicaban; llegaron a la cocina y Trisha recibió a Harry con un abrazo.

—¡Harry! Me alegra que estés aquí, aunque ya me enteré porque, no debes beber así, a Anne no le hará nada de gracia saberlo, llamó y le tuve que decir que estabas aquí.

—Muchas gracias Trisha, mamá me matará cuando llegue, tengo los días contados. —Rascó su sien.

—No quería que te quedaras a desayunar, me dijo que vayas inmediatamente, pero logré convencerla, así que desayuna y después Zayn te llevará a casa. —Habló con dulzura.

—Muchas gracias en serio Trisha, a ti también Zayn, son unas excelentes personas. —Se puso susceptible.

—Ya desayunemos que tengo mucha hambre. —Habló Safaa, Trisha asintió y sirvió el desayuno.

En menos de media hora terminaron, Harry se ofreció para ayudar a lavar la loza, Trisha se rehusó pero al rizado no le importó y le ayudó, por lo menos para agradecerle de esa forma, después de terminar, Zayn llevó al ojiazul a casa, se despidieron y el menor le agradeció. Con los nervios a flote, sacó sus llaves, abrió lentamente, mordía su labio inferior, mironeo en cada parte de la casa, pero no había rastro de Anne, tal vez había salido a comprar los víveres o salió al centro comercial, pudo respirar mejor, cuando su madre llegara tal vez y hasta se le había pasado el enojo, que era poco probable, subió las escaleras rumbo a su habitación, al llegar se llevó la sorpresa de que Anne estaba ahí esperándolo, sentada en aquella silla de escritorio, con mirada severa, cruzada de brazos, Harry se mantenía callado, seguía mordiendo su labio.

Losing My Religion. LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora