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"La noticia"

—Primera posición. Muy bien, ahora segunda. Estira bien los brazos, Hyesoo. Tercera. Excelente, Xiaoting. Eres perfecta. Cuarta posición. No, Hyesoo, no. ¿Cuántas veces tendré que repetirte lo de los brazos? Y, Dios, mira esos pies.

La de cabellos caoba largos y lisos pasó saliva nerviosa, mientras la maestra acomodaba con poca delicadeza hasta la posición de sus dígitos.

—Mira a Xiaoting —madam señaló a la castaña que tímidamente, con pena en sus ojos por su compañera, mantenía su postura en la cuarta posición—. No solo posee la belleza y gracia de un cisne, sino que también es talentosa. ¿No puedes ser más como ella? O pretendes ser exitosa siendo solo una cara bonita.

Hyesoo suspiró.

—No, madam.

—¡Entonces practica más! No veo ninguna mejora en ti. La paciencia tiene un límite, ¿sabes? —frotó sus sienes. Seguidamente, miró el calendario reposando en una de las blancas paredes—. Un mes, bien. Esto tiene solución.

Lamentaba haberse vuelto tan gritona, pero no podía evitarlo. Aquel accidente de años atrás no solo había roto su pierna. También había destruído sus sueños. Ahora debía conformarse con instruir en una vieja sala de prácticas con paredes sucias, espejos quebrados y luces tintileantes. Pero si ganaban el concurso anual de ballet esta vez, tal vez tendría la oportunidad de mejóralo todo. Tendría un nuevo estudio y solo quizás... cumpliría su sueño. Incluso si no era ella misma quien bailaba en el escenario.

Xiaoting era su última esperanza. La chica fácilmente podía desempeñar al cisne blanco; no obstante, aún necesitaba al negro. No lo tenía decidido por completo, pero estaba considerando darle ese rol a Yurina o a Youngeun. Lo pensaría bien esas semanas. De todas formas, ganar requería de que todas, sin importar su papel, lo hicieran bien. Esta podría ser su última oportunidad de participar antes de quedarse sin fondos y cerrar el estudio para siempre.

—Lo siento, Hyesoo, no debí ser tan cruel. Estás haciendo un buen trabajo, solo... por favor, practica más.

La mencionada asintió, aún cabizbaja. Madam suspiró.

—Dos semanas. Escúchenme todos; tú también, Donghyuck —el único chico en el salón dejó de conversar con sus compañeras Yujin y Yeseo para mirar juntos a la profesora. Él ya tenía asegurado su papel como el príncipe Sigfrido—. La competencia final es en un mes, pero les daré dos semanas para que se relajen sin dejar de practicar al menos una hora al día. ¿Me escuchan? Cuando regresen, escogeremos al cisne blanco y negro. Espero ver mejoras en todos. Nuestra actuación debe sorprender al juez Bang. Pueden marcharse, es todo por hoy. Buen trabajo.

Los alumnos agradecieron, inmediatamente quitándose sus zapatillas de ballet. Hyesoo comenzó a frustrarse, a veces el nudo de los suyos se trababa y tardaba media vida en desatarlo.

—¿Necesitas ayuda?

Alzó la cabeza, encontrándose con el rostro amable de Xiaoting. No tuvo que responder antes de tener a la chica desatando el nudo ágilmente, para proseguir a regalarle una radiante sonrisa.

A veces desearía ser como ella: buena en todo. No solo era bonita, tenía talento y era muy, muy buena persona.

—Gracias —le devolvió el gesto con la mejor sonrisa que pudo hacer en ese momento. Cabe señalar que no fue la mejor. No tenía ánimos de nada. Solo quería llegar a su casa y dormir de una vez por todas.

—Lamento lo de hoy —prosiguió la mayor de ambas, colocándose en pie—. Tienes talento, Hyesoo-yah, solo hay que practicar más. Yo también lo haré, a veces siento que mis rodillas tiemblan —finalizó con una pequeña risita.

Hyesoo también se paró, sintiéndose un poco mejor.

—Gracias de nuevo, Xiaoting.

—No es nada.

—¡Ting-ting, ¿vienes?! —oyeron la voz de Donghyuck exclamar desde fuera del estudio.

—Oh, ya me llaman —habló la mencionada, colocando su abrigo de lana negro encima de su ropa de ballet—. Iremos al karaoke a distraernos, ¿no quieres ir?

Hyesoo negó.

—No, gracias. Creo que iré a casa a descansar.

Xiaoting asintió.

—Bueno, entonces nos vemos pronto. ¡Adiós, madam!

La mayor también se despidió, soltando sus cabellos y acomodando su saco.

—También me retiro. Nos vemos, Hyesoo. Cierra la puerta antes de irte.

Y así, se halló sola. Intentó practicar sin zapatos uno de los saltos, pero cayó mal, golpeando sus dedos.

—Au... —suspiró. Aprovechó que nadie estaba para cambiarse a su ropa de cambio, sintiéndose más abrigada para enfrentar el frío que llenaba las calles a las siete de la noche.

Miró una última vez el estudio antes de cerrar con seguro y caminar al autobús. Media hora después llegó a su casa. Agotada y con el moño en su cabello desecho, quitó sus zapatos en la entrada y caminó por el pasillo sintiendo sus pies doler.

—¡Llegué! —avisó a su mamá que suponía se hallaba en la cocina. A penas puso un pie en la escalera, cuando su progenitora gritó a todo pulmón.

—¡Alto ahí! —asustada, la miró. Su mamá la señalaba con la espátula y una sonrisa en el rostro—. Alisté tus cosas. ¡Nos vamos a Paris!

por si se lo preguntan, chan aparece desde el capítulo 3

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por si se lo preguntan, chan aparece desde el capítulo 3.
mientras, espero no aburrirles y que esto les guste tanto como a mí ❤️

𝚃𝚎 𝚟𝚎𝚘 𝚎𝚗 𝙿𝚊𝚛í𝚜 - 𝙱𝚊𝚗𝚐 𝙲𝚑𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora