A la maestra de ballet de Hyesoo no se le ocurrió mejor idea para que sus estudiantes se relajasen y practicasen que dándoles dos semanas de vacaciones. Hyesoo solo quería descansar y practicar, pero terminó siendo arrastrada por su madre a la famos...
Hyesoo esperaba que al despertar, se hallara en el hotel, junto a su madre, y que todo lo acontecido no haya sido más que un terrible sueño. Lo que sin dudas no imaginó que pasaría, es que se hallaría cara a cara con un joven evidentemente mayor que ella, pero que no debería llegar a los treinta, mirándola con atención.
—¡Ay!
—¡Ay, me asustaste! —exclamó el chico, llevando una mano a su pecho. ¿Asustarlo? ¿Ella a él?—. Vaya, esperaba darle una sorpresa a Lumiere y al resto de nuevo hoy, y el sorprendido terminé siendo yo. ¿Qué haces aquí, jovencita?
Hyesoo miró al hombre que la observaba con curiosidad. También lucía amable; no obstante, no sabía que responder. ¿Y Christopher? ¿No dijo que llegaría antes?
—¡Lamento la demora! Mi mamá me pidió llevarla a la panadería y no pude... oh, ¡buenos días, profesor Ten! —se acercó a pasos apresurados. Sus cabellos aún permanecían algo húmedos y Hyesoo adivinó que debía haber tomado un baño—. Ella es Hyerim, es mi amiga.
—Ya veo —Chittaphon asintió, tomando asiento en la misma silla del día anterior—. Pero, ¿qué haces aquí, pequeña? ¿Y con todas esas frazadas? ¿Dormiste aquí?
La menor mordió su lengua. Dios, estaba perdida. No había forma de justificar todo ell...
—¡Hyerim quiere bailar ballet! —habló de repente Christopher y los otros dos lo miraron con la ceja alzada—. Hyerim quería mejorar su técnica y pensé que no habría problema si le dejaba el estudio unas horas. Cuando vine a traerle comida di con que estaba dormida y no tuve corazón para despertarla. Traje mis mantas y almohada y la dejé allí. Lamento si hice mal.
Hyesoo debía admitirlo, aquella excusa llegaba a ser tan creíble, que casi ella misma cae. Miró al supuesto Ten, que asintió regalándoles una cálida sonrisa.
—Eso fue muy lindo de tu parte, Chan —posó sus ojos en la jovencita—. ¿Planeas inscribirte a las clases, Hyerim-ah?
—Oh, n-no creo. No me veo en la posición de pagar las clases —hizo una pequeña reverencia.
El mayor sacó un leve puchero involuntario.
—Oh, entiendo —se puso en pie, recuperando la expresión resplandeciente—. Guardemos estas cosas en el armario antes de que Lumiere y el resto las vean. Las sacaremos cuando todos se hayan retirado.
Ambos adolescentes asintieron. Chittaphon se hacía querer. Una vez todo estuvo oculto, Hyesoo tenía pensado salir por la puerta trasera. Lamentablemente, no pudo hacerlo. Un señor que sí lucía mayor a los treinta ingresó por dicha puerta, mientras que por la contraria, un grupo de jóvenes de su edad se hizo paso.
Demonios. Hyesoo acomodó sus cabellos y ropas como pudo. Un sonrojo cruzó sus mejillas mientras rogaba verse un poco presentable. No tenía muchas esperanzas considerando que no se bañaba desde el día de ayer, dudaba de que el desodorante perdurase, y no había podido lavarse los dientes.
Quería que la tierra la tragase.
—¿Hola? —cuestionó el mayor de todos.
—¡Sorpresa! —saltó al auxilio Ten, colocando un brazo sobre Hyesoo—. Ella es Hyerim, mi... sobrina. La traje esta mañana para que conociera el estudio. Disculpen sus pintas, ella, Christopher y yo nos distrajimos bailando cualquier cosa.
Los demás presentes asintieron, confiando en lo dicho por el reconocido bailarín.
—No les importa si se queda a ver el ensayo, ¿verdad? —retomó la palabra—. Nos serviría la opinión de una posible espectadora.
—Claro que puede quedarse, Ten —contestó el mayor—. Eso no debes preguntarlo. Hola, jovencita. Soy Lumiere, este es nuestro estudio de danza. Espero disfrutes la presentación.
Inmediatamente, Sana fue llamada a colocarse al frente. A su lado, optaron por mantener a Irene.
—Ellas son las más probables candidatas a Odile y Odette respectivamente.
—Bien —Ten tomó asiento e invitó a "Hyerim" a hacer lo mismo—. Primero Sana. Adelante.
Hyesoo vio embelesada la presentación. No tenía idea de que Chris fuera tan buen bailarín, y la bella chica a su costado no se quedaba atrás. Ambos tenían una técnica impecable.
—Bien, ahora Irene.
¿Acaso todos en esa academia eran perfectos? Hyesoo sentía estar viendo a demasiados Xiaotings y Donghyucks.
—Hmm... Sana está bien. A ver, quisiera ver de nuevo cómo desempeña Roseanne el papel de Odette —pidió Ten.
Siguieron así con casi todos los presentes. En eso, Chittaphon pareció tener una idea, pues posó sus lindos ojos gatunos en la chica a su costado. Hyesoo pasó saliva.
—Hyerim, ¿te importaría intentarlo?
Sintió muchos pares de ojos confusos sobre ella. ¡Y ni hablar de su propia persona! No comprendía lo que el bailarín deseaba hacer.
—Y-yo... podría intentar. Aunque no creo ser tan buena.
—Solo hazlo, no te preocupes.
Algo nerviosa, se acercó a mister Lumiere a pedir permiso para usar uno de los zapatos. Él se lo concedió y aún bajo los ojos analizadores de todos, se los colocó y caminó hacia Christopher, limpiando sus manos sudadas en sus propios pantalones.
—No temas —murmuró casi en su oído—. Tú solo sígueme.
Y vaya que lo intentó. Por un momento, llegó a olvidarse de sus inseguridades bajo la confianza que el chico frente a ella le transmitía. Borró al resto de su campo de visión y se dejó llevar, permitiéndose improvisar añadiendo detalles que madam había sugerido en su propia academia. Al finalizar, supo que no debía haberlo hecho tan mal. Christopher mostraba sus lindos hoyuelos en una sonrisa y Ten alzaba los pulgares en su dirección.
—Lo viste, ¿verdad, Lumiere? La química. Es con ella.
El mayor miró al tailandés dudoso.
—Efectivamente; no obstante, me encuentro en un dilema. La química es perfecta, pero ahora falta la técnica.
El menor se encogió de hombros, acercándose a Hyesoo para colocarse a su costado.
—La técnica puede mejorarla, de eso yo personalmente me encargaré. Hoy mismo se inscribirá a la academia.
—¡¿Qué?! —exclamaron el resto de los alumnos.
—¿Es que no lo ven? ¡Es prácticamente una oportunidad caída del cielo! —giró hacia la de flequillo, observándola con ojos brillosos—. Por favor, di que sí.
Hyesoo suspiró. Aún debía hallar la forma de regresar, pero tenía pendiente el seguir practicando...
Tal vez era algo que ella podría aprovechar. Recibiría clases de un destacado bailarín como Chittaphon y el profesor Lumiere, además de que podría aprovechar para pasar las noches allí.
No tenía muchas opciones. Miró a los ojos emocionados de Christopher, antes de asentir.
—Y-yo... está bien.
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ahhh lo siento, esta semana estuve tan ocupada que como cabeza de pollo me olvidé de publicar el miércoles ;-;