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"Precauciones"

Desde que casi fueron descubiertos por Ten, "Hyerim" y Christopher acordaron que deberían alistarse aún más temprano para que el mayor los encontrará practicando y no descubriera que la de cabellos caoba pasaba la noche allí. De la misma forma, Chan le llevaba comida y mantas y le ayudaba en sus prácticas. Sana también colaboraba en todo lo que podía. De ello ya habían sido tres días.

—¿Aún no recuerdas nada? —preguntó Chris una vez descansaban de la práctica.

Hyesoo suspiró, cada vez sintiéndose mal por seguir mintiendo cuando el chico la había ayudado tanto.

—No en realidad.

Chan pareció notar su tono levemente deprimido, pues inmediatamente se puso de pie y tendiéndole una mano, propuso:

—Vayamos a pasear. Algo de aire fresco no nos vendría mal.

Hyesoo sonrió y aceptó. En los días que llevaba en esa época, no se había dado el tiempo de explorar el París de ese entonces.

Al ser de una posición económica estable pero no muy lujosa, no siempre podía darse la oportunidad de viajar ni siquiera dentro de su propio país. El hecho de estar ahora en París sin duda era un sueño pese a que seguía preocupada por mejorar para impresionar a su profesora. Y mientras ella y Chan caminaban bajo el cálido sol de la tarde de París, se preguntó si el tiempo pasaría de manera simultánea en su época real y si su madre estaría angustiada y buscándola.

—¿Estás bien?

La voz del chico la sacó de sus pensamientos. Inmediatamente trató de formar la mejor sonrisa que pudo hacer en ese momento aunque se notase que era forzada.

—S-sí, yo... ¿crees que podamos ver la torre Eiffel?

El mayor asintió y comenzaron a caminar. Por momentos, cuando sentía que la preocupación volvería a dominarla, sentía la mano de Chris rozar la suya e inmediatamente, era la timidez quien la invadía y un calor en sus mejillas la delataba.

—Llegamos —escuchó su voz algo más cerca y el choque de su aliento con su oreja la hizo temblar.

Todo pasó a segundo plano cuando la vista frente a ella la impresionó. Era aún más grande de cerca. Las luces comenzaban a encenderse al caer el atardecer. En ese momento, Hyesoo fue consciente de la belleza que adornaba París desde siempre, y cuando sintió sus dedos y los de Chan enlazarse, comprendió también el porqué la llamaban la Ciudad del Amor.

Y habría disfrutado más de la sensación de no ser porque a lo lejos, un grupo de personas vestidas de negro se aproximaba. Hyesoo los reconoció como los mismos individuos que los persiguieron en el Museo de Louvre.

—Chris, debemos irnos.

—¿Ah? —el chico lucía muy confundido, y tal vez, algo decepcionado—. ¿No quieres pasear un rato más?

Su corazón palpitó más fuerte.

—No es que no quiera... —suspiró, obligándose a calmarse—. Mira.

Indicó con su dedo a las personas de negro y la expresión de Chan cambió a una totalmente alerta.

—Debemos regresar al estudio —Hyesoo vio atentamente cómo el chico se retiraba su casaca y la colocaba por encima de su cabeza—. Haz lo mismo. Correremos por la sombra, ¿ok?

Asintió imitando la acción con su saco, y entonces se dejó llevar por la mano de Chris que tiraba de ella aún enlazada a la suya. No tardaron mucho tiempo en estar de nuevo en el estudio.

—Estuvo cerca —Chan suspiró y la miró con lo que parecía ser compasión—. ¿Sabes? De ahora en adelante no creo que podamos pasear así como así por la ciudad... al menos no tan tarde. Son precauciones que debemos tomar.

Hyesoo suspiró, pero totalmente lo comprendía. Bajó la mirada sintiéndose decepcionada. No todo sería de rosa. Ni siquiera por un momento en el que quiso distraerse; las circunstancias siempre le recordarían que se encontraba atrapada en una época que no era la suya y que poco a poco, comenzaba a desarrollar sentimientos por alguien que era completamente imposible para ella.

—Escúchame, Hyerim —sintió su mentón ser alzado delicadamente y sus mejillas volvieron a colorearse—, el hecho de que te estén siguiendo es muy peligroso. Por favor, prométeme que a penas recuerdes quién eres y lo que sea que pasó para que estés siendo perseguida, me lo dirás todo. Quiero ayudarte.

Hyesoo sintió su rostro completo enrojecer al mismo tiempo que sus ojos se humedecían. No se la estaba haciendo nada fácil.

—Lo prometo —afirmó.

La sonrisa que Chan le regaló calentó su corazón, pero también formó una amarga presión en su estómago.

Sus dedos estaban cruzados tras su espalda mientras prometía algo que no podría cumplir. Pero eso Chis no lo sabría.

hasta aquí la actu de hoy, de todas formas publicaré el miércoles y seguiré los días de actualizaciones previamente dichos

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hasta aquí la actu de hoy, de todas formas publicaré el miércoles y seguiré los días de actualizaciones previamente dichos.

ya acabé el cole, no puedo creerlo... ahora sí trataré de ser más constante ❤️

de todas formas para que esta historia culmine no falta mucho, pues es corta jsjs ¡pero vengo con otro proyecto planeado de meses!

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2022 ⏰

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𝚃𝚎 𝚟𝚎𝚘 𝚎𝚗 𝙿𝚊𝚛í𝚜 - 𝙱𝚊𝚗𝚐 𝙲𝚑𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora