𝚕 𝚒 𝚏 𝚎 -- Yagi Toshinori

1. La sonrisa.

Las personas que se mostraban bajo mis ojos se veían calmadas y confiadas, frágiles, indefensos, pero a pesar de ello, mostraban sonrisas y buena actitud ante sus vidas confiando en todos los héroes que se paseaban por las calles protegiendo el bien en Japón. Me gustaba ver como se comportaban. Qué les hacía ser de esa forma, y no evitaba sonreír al ver a un niño junto a una tienda de dulces gritando desesperado para que su preciada madre le compre un par de ellos. Las cabezas de los japoneses desde donde me encontraba eran diminutas en comparación a cuando me encontraba en tierra. Sus cabellos brillaban desde aquí y se movían al compás del viento que soplaba.

Me permití unos segundos para mí. Miré al frente y el pelo que caía sobre mi rostro se movió hacia atrás, moviéndose con toda la libertad que yo le proporcionaba. La larga trenza que siempre llevaba frente a mi hombro derecho se movió hacia atrás y de esta forma se alzaba como si fuera la cola de un precioso pájaro, tan precioso como el que montaba justo en este momento.

Era maravilloso patrullar junto a él. Sentir el gélido aire golpear cada diminuto poro de mi cara, sentir mi piel crujir por un pequeño roce de brisa y sus suaves y magníficas plumas rozar con la piel de mis muslos descubiertos, haciendo que mi piel se erizara cada que aquello pasaba.

Mi vida fue feliz, tan feliz que sentía la necesidad de hacer feliz a los demás tal como lo era yo. Mi familia en el campo, en aquella bonita y espaciosa pradera donde corría junto a los perros y ovejas que mi abuelo pasturaba. Una vida llena de libertades alejada de la poblada ciudad, de la que estoy completamente encantada ahora de conocer. De hecho, mis ganas de ayudar a los demás eran crecientes con el pasar de los años tal como ayudaba a los animales heridos de la granja familiar, me auto convencía de que servía para aquello. Además mi poder me permitía hacerme compañía animal en caso de sentirme sola durante las oscuras noches en la ciudad japonesa.

El águila que ahora montaba descendió con velocidad para convertirse en un espléndido caballo verde, que simplemente parecía una planta con vida propia. Una vez montada sobre este hermoso animal me coloqué la trenza y sonreí ante la gente, agitando mi mano en forma de saludo a todos aquellos niños que me veían emocionados montada sobre aquel animal.

Era popular entre los niños y jóvenes por mi personalidad tan alegre y vibrante, además de alabada y respetada por los adultos debido a mi gran confianza, respeto, y elegancia.

Era apodada la chica naturaleza, pero de ahí venía mi nombre. Shizen Sheikatsu, y mi nombre de héroe, Natura.

—¡Natura! ¡Lleva a mi hijo al colegio, por favor! Me despedirán si llego tarde y mi niño no puede perder sus clases, por favor. —Sonreí y tomé a aquel niño que me miraba maravillado. Lo coloqué frente a mí comprobando que estaba cómodo.

—Llegará sano y salvo, señorita. —El niño ahora acariciaba al caballo aún sin creérselo.

No tenía ninguna agencia propia ni estaba en ninguna, se podría decir que era el único héroe que iba por libre, además de All Might, así que podía permitirme aceptar cargos de ciudadanos, con tal de hacer feliz haría lo que fuera.

Más saludos, más halagos, más sonrisas que se mostraban frente a mí, eso es lo que quería, un mundo lleno de sonrisas. Y él, él era mi esperanza y ejemplo. Yagi Toshinori, mi antiguo amigo.

Dios, no podía negar que era increíble, pero aún apreciaba más que siempre sonriera ante el peligro y los problemas. Lo seguí sin importar qué e imité su sonrisa, me di cuenta que era lo que calmaba a los civiles en peligro, y sabía que ellos agradecían tal calma cuando un peligroso villano los atacaban y tú llegabas, simplemente desprendiendo seguridad, calma y alegría. Aquel ejemplo, fue él quien me llevó a ser el héroe número tres. Le debía mi vida.

"—Hey, linda granjera." Y lo decía con una sonrisa.

"—Oye... ¿estás bien?" Lloraba porque no me sentía completa al haber estado tanto tiempo entre tanta naturaleza, e ingresar de golpe en una gran ciudad. Sin embargo él siempre venía, siempre con una sonrisa.

A él le debía mi seguridad, mi confianza, mis pensamientos, mis actos, todo. Él era y siempre sería el mejor símbolo de la paz, y yo su simple fiel seguidora que lo animaría.

—¡Hasta otro día, señorita Natura! ¡Usted es increíble! —Otra sonrisa conseguida y almacenada en mis recuerdos. La de un inocente niño sintiéndose seguro con alguien que no era su madre.

—¡Tú lo eres! Disfruta tu día, pequeño.

Sonrisas... El mejor sentimiento del mundo el ver las sonrisas que hacían feliz a nuestro planeta, y que incluso envidiaban las demás esferas del espacio.

Me senté en una de mis cafeterías favoritas. Era pequeña y humilde y me recordaba a mi casa por su estética. El aire fresco que corría justo en esa calle hacía que mis fosas nasales se derritieran de placer y recuerdos de mi infancia inundaran mi mente como las olas chocando contra las rocas que encontraban en su camino. De fondo podía escuchar la televisión puesta dentro de la cafetería, y los murmuros de la gente que se encontraba pasando la tarde.

"Bien sabemos que es la jovencita Natura la mujer que más alto ha conseguido llegar en el ranking después de la muerte de Nana Shimura. Su logro ha hecho que numerosas mujeres se levanten en su nombre para luchar por mantener su puesto y, además, el número de mujeres en las clases de cursos de héroes en todo el país ha aumentado considerablemente desde su llegada al mundo profesional. Y aquí lo que piensan los ciudadanos.

—Independientemente de que sea mujer o no, merece su puesto desde luego.

—¡Es como All Might en mujer! Siempre llega con una sonrisa y patrulla las calles como si fuera una bella ave elegante. Siempre acude donde se necesite incluso aunque sea un problema pequeño y reparte calma, tranquilidad y alegría con su sonrisa, además de transmitir todo su amor a los demás. Definitivamente ella debería ser el número dos.

—No es que no me agrade, pero hay mejores que ella y con mejores Quirk.

—Es como si estuviera en todas partes, siempre ella aparece en muchos casos de captura de villanos."

Al escuchar todos esos comentarios la sonrisa de calma que mantenía en mi rostro se ensanchó a una llena de sentimiento. Terminé mi té rodeada de más comentarios que llenaban de amor mi corazón.

Y así era mi vida, daba todo el amor que podía y recibía más del que debía. Era demasiado feliz, y estoy segura que con mi nuevo trabajo, aún lo sería más.

ⁿ̶ᵒ̶ᵗ̶ᵃ̶ ̶ᵈ̶ᵉ̶ ̶ˡ̶ᵃ̶ ̶ᵃ̶ᵘ̶ᵗ̶ᵒ̶ʳ̶ᵃ̶

Este es el primer capítulo de este Fanfic sobre Yagi Toshinori/All Might. Espero sea de su completo agrado y que lo disfruten tanto como yo. <3 

Sin mucho más que decir, si les agrada Boku No Hero, estoy trabajando en otros Fanfics actualmente que también podrían ser un encanto, espero no defraudar. :)

¡Nos leemos más tarde!