—¿Así que tú eres la dichosa hija? Ahora lo entiendo. No ha debido ser fácil criar a una niña como esta, que le ha perdido el respeto por completo a su padre. No nos dañes más el día y desaparece de nuestra vista. Queremos almorzar tranquilos, no en compañía de alguien tan desagradable como tú. Tu padre hace tiempo acabó su tarea contigo, ahora eres una mujer casada, así que deja de dar tanta lástima y vete.
Esperaba que mi supuesto padre interviniera, que al menos dijera que se siente mal de esto, pero no vi intenciones en él de callar a ese otro idiota y por eso decidí no hacer más el ridículo, ni mucho menos rogarle a alguien que no me quiere. Duele; duele mucho más de lo que creí.
—En eso debo darte la razón. Su tan fastidiosa y difícil tarea terminó — regresé a la mesa con mis amistades y recogí mi mochila.
—¿A dónde vas? ¿No vas a almorzar? — preguntaron ambos a la par.
—Se me ha ido el apetito. Los veo más tarde.
Salí de la cafetería en dirección a la universidad. A pesar de sentir ese vacío tan inmenso en el centro de mi pecho y ese agudo nudo en mi garganta, solo me limité a caminar y a batallar con todo eso por dentro. No pienso derramar ni una sola lágrima por esos dos seres inmundos.
Así pasé el resto del día. Manteniendo mi mente ocupada en cosas que sí valgan la pena, como Jensen, por ejemplo. No tuve la dicha de tener padres que me quieran, pero lo tengo a él, y con eso es más que suficiente.
El día más esperado llegó, y quise ponerme un hermoso vestido que jamás había utilizado. Por lo regular, me gustan los colores oscuros, tal vez por la misma razón de que simula mis curvas, pero el caso es que hoy decidí ponerme uno de color azul cielo. Encajaba perfectamente en mi voluptuoso cuerpo. Dejé mi cabello suelto y me puse un poco de maquillaje. No es difícil darme cuenta de que he cambiado mucho. Antes no me preocupaba para nada mi apariencia, vivía al límite, sin importar las consecuencias de mis actos, ahora cada paso que doy, lo pienso mucho antes de hacerlo. Me he vuelto una versión mejorada de mí; una versión que no supe de su existencia hasta que me tocó enfrentarme a la vida y a sus duras pruebas.
El día había fluido maravillosamente. Para mí ha sido el mejor cumpleaños que alguna vez haya tenido. Jensen me sorprendió con un viaje a bordo en un barco, donde supuestamente estaríamos llegando mañana de vuelta. Eran muy pocas las personas que venían a bordo con nosotros, y en su mayoría estaban distanciados y disfrutando en compañía de sus parejas. Nunca me había montado en uno, pero la vista era hermosa y el aire muy fresco. Mientras observaba la claridad de la luna en el mar, Jensen trajo consigo un ramo de flores rojas, era tan grande que no podía cargarlo con una sola mano. Siempre ha sido un hombre detallista, todo el tiempo me sorprende con hermosos detalles. Me deleité con el fresco aroma de las rosas y mientras lo hacía, vi la caja blanca que sacó del bolsillo de su pantalón.
—Debe parecerte esto estúpido, porque ya estamos casados, pero ese día elegí un anillo al azar, y considero que mereces uno mejor; uno en el que me haya tomado el tiempo de escoger para ti, y así tendría un significado valioso.
El conjunto del anillo era en forma de una corona, se veía tan resplandeciente el diamante por la misma claridad de la luna.
—Pues este lo he cargado con mucho orgullo en mi dedo porque, a pesar de todo lo que pasó, el que me lo hayas entregado ese día, ya lo hace especial — solté el ramo de flores en la mesa, secando las lágrimas de emoción que se deslizaron por mis mejillas sin poder retenerlas—. Este anillo tiene recuerdos buenos, como también malos, pero uno elige cuál vale la pena recordar y, en mi caso, solo quiero guardar en mi memoria todo lo que hemos vivido juntos desde ese día que nos unimos. Para mí este tiempo contigo ha sido lo más significativo e increíble que he pasado. Nunca te he dicho esto, pero gracias por todo lo que has hecho por mí. Por estar ahí para mí cuando más te necesito. Por ser mi fuerza cuando más frágil y vulnerable me siento. Por quererme sobre todas las cosas, incluso cuando más insoportable era. Si eso no es amor, no sé qué otra cosa podría ser. Te amo mucho — lo abracé fuertemente, dejando salir todas las cargas que había retenido por dentro.
—Eres tú quien hace mejores mis días, chiquita. Sin ti no sé qué haría — su voz se quebró y solo me quedé allí, descansando sobre su fuerte y cálido pecho, sintiendo sus manos peinar mi cabello—. Te amo mucho.
No vale la pena perder el tiempo pensando en lo que no fue, lo mejor es valorar los momentos que vivimos ahora y pensar en lo que nos espera en el futuro. Si una cosa he aprendido, es que no hay amor más puro y verdadero que el que ambos sentimos el uno por el otro. No necesito nada más en esta vida… que no sea él.
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Deseo Reprimido [✓] [EN FÍSICO]
Historia CortaMegan acaba de llegar a sus 21 años; vive su vida al máximo como todo joven. Sin pensarlo mucho, ella pasa sus noches en fiestas, bailes y festejos junto a sus amistades, pero un día la presión de grupo es demasiada y esto la lleva a chocar contra l...