4.3K 242 19
                                    

El comienzo de una verdad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El comienzo de una verdad.

Era una sensación extraña, por más que ocurriera mil veces seguiría siendo extraño. Había un hombre parado bajo un arco echo de hermosas rosas rojas y amarillas, vestía una túnica azul con detalles color plata, en lo que parecía ser una boda. Entremedio de los invitados se encontraba Harry de siete años con sus típicos pantalones enormes y su camiseta rota y desteñida, si está fuese la primera vez que presenciara estos eventos, sentiría vergüenza de que toda esa gente vestida tan elegante lo viera, pero no tenía porque preocuparse, su presencia era como menos que un fantasma, mas bien era como ver a través de un pensadero, pero por supuesto, el no sabía de su existencia, así que se limitó a llamarlo ser invisible.


De pronto una dulce música comenzó a escucharse y una joven de cabello rojo luciendo un extravagante vestido blanco corte sirena y lleno de pedrería se aproximaba acompañada de un hombre mayor, también pelirrojo. Al llegar al altar el joven hombre tomó la mano de su prometida, un hombre recito versos en un idioma que el pequeño niño no comprendió y pronto la unión entre la pareja estaba echa.

¿Era eso un casamiento? Se preguntó, nunca había escuchado o visto tan peculiar ceremonia. No era como si alguna vez fue a una o siquiera la vio en la televisión.

Mas tarde, dispersos por un salón de baile se podían apreciar demasiadas personas para el gusto de Harry, pero sin duda la recién casada se destacaba sin igual, se le veía enormemente feliz, como si se hubiera sacado la lotería, y por el contrario, el esposo no se lo veía por ningún lado, de todas formas no había mucho que ver, por alguna extraña razón en ninguno de sus otros sueños era visible el rostro del hombre, nunca podía ver si estaba feliz, triste o enojado y eso frustraba demasiado a Harry además del echó que tampoco podía saber su nombre, ya que  siempre había un ruido inoportuno que no le dejaba escuchar como se llamaba.

Ohh... como deseaba ser realmente invisible, pensó Harry tristemente cuando despertó por los gritos de su tía Petunia.

        —¡¡¡Arriba mocoso, el desayuno no se hace solo!!!

Como odiaba a esa jirafa, como odiaba a todos en esa podrida casa, a su estúpido primo y la "casería de Harry" pero sobre todo a la morsa que se hacía llamar Vernon, simplemente tenía que ser una aberración de la naturaleza, y su esposa una inestable metal por casarse con el.

Harry suspiro y con cuidado se levantó del catre que tenía por cama, pero que podía esperar, si su "habitación" era el armario bajo las escaleras. Salió en dirección a la cocina y luego de lavarse las manos se apresuró a preparar toneladas de comida sin siquiera poder probarla, esos desgraciados tragaban hasta el cansancio mientras que el debía conformarse con las sobras y si quedaban.

Si contaba las veces que maldecía a los Dursley en un día, sería millonario.

Ese día fue de lo más común, fingía ser todo un tonto en la escuela cuando en realidad podrían llamarle un prodigio, cualquier cosa que leyera o le contarán era tan sencillo de entender y recordar pero una vez más por culpa de sus envidiosos parientes debía ocultarlo. Todavía podía recordar aquella paliza que le dio su tío cuando llegó la libreta de calificación y era simplemente perfecta, cosa que no podía pasar, el único perfecto podía ser Dudley el cerdo Dudley. Lloró tanto de la impotencia pero no pudo hacer nada, cualquier cosa que hiciera mejor que su primo tendría repercusiones y no muy agradable que digamos.

Pero por si no fuera suficiente, tuvo el enorme error de destacar en atletismo, lo que por supuesto le llevó otra paliza al repertorio. 

Harry, al llegar a casa rápidamente comenzó con la lista de tareas asignadas pero para su desgracia no pudo terminarlas y su tío que había tenido un muy mal día en el trabajo y se había pasado de copas llegó para desquitarse con el, o más bien llamó a un invitado para que le diera una lección. La morsa era repugnante en muchos sentidos, pero lo que le esperaba al pequeño esa noche superaría todo, absolutamente todo el pasado.

[Contenido de abuso sexual, leer bajo su propio riesgo]

Harry estaba confundido, su tío en lugar de golpearlo con su cinturón lo envió a darse una ducha y simplemente lo obedeció. Cuando terminó de lavarse salió vestido sólo con una bata de baño y cuando bajo las escaleras se encontró con un hombre de unos 40 años, con  ojos celestes centelleantes de lujuria, en ese momento entendió todo, su tía y su primo estaban en un campamento de la escuela y su maldito tío, no, el maldito cerdo había traído a un hombre para que "le diera una lección" ¡¡¡y que lección!!! 

Trató de huir pero el hombre lo atrapó por su cintura y lo llevó al sillón, Vernon estaba sentado en un sillón individual con su mano subiendo y bajando por su muy rígido pene disfrutando el espectáculo, el hombre llamado Mark le quito la bata y con su corbata le ato las manos hacia atrás, luego comenzó a lamer su cuello y mordisquearlo, dejando unas horribles marcas mientras le susurraba obscenidades al oído, con una mano pellizcaba su trasero y con la otra tocaba sus caderas, sus pezones y piernas, hasta que lo sentó en el borde del sillón y sacó su pene para introducirlo en su pequeña boca, al principio se negó a tocar esa cosa pero lo golpeó en su mejilla tan fuerte que cuando abrió la boca lo forzó a chuparlo, quería morderlo, realmente quería morderlo, pero el miedo a que fuese peor lo inhibió, luego lo había tomado de los pelos y violo su boca sin compasión, las lágrimas caían por su rostro y la baba corría por  la comisuras de sus labios.

        —"Que bien lo chupas pequeño"

        —"Te ves maravilloso así"

Mark presiono con mas fuerza hasta que Harry no pudo respirar y luego vomito.

        —''Eres una puta adorable''

Escucho de aquel hombre, mientras Vernon sólo sonreía y se corría por primera vez en esa noche.

Luego lo puso de rodillas en el sillón dándole la espalda, su trasero quedó totalmente expuesto y sintió como Mark le metía sus dedos en el ano, un gran dolor lo invadió, pero mientras mas se quejaba, mas rápido movía sus dedos, los movía en todas las direcciones y para esa altura Harry estaba demasiado asustado, lágrimas corrían por su rostro sin cesar, quería que se detuviera, y como si el destino lo escuchara el timbre de la casa sonó.

[Fin]

Vernon miro por la ventana y era ¡Petunia con su hijo! Rápidamente envío al fenómeno al armario y Mark se vistió como si nada pasara, como si hace unos minutos no estuvo con un niño abusándolo y su compañero masturbándose.

        —Petunia querida, ¿Qué pasó?

        —Dudley no se sentía bien y regresamos a casa.

        —Campeón ¿Qué pasa? —Preguntó con fastidio.

No es grave pero al parecer se está refiriendo y tiene algo de fiebre, mañana iremos al doctor, dijo subiendo las escaleras con su querido Dudley sin percatarse que había visita.
Mark sólo se limitó a darle una mirada a Vernon y salir de la casa.

La próxima no tendrás tanta suerte fenómeno.  Gruño Vernon mientras subía las escaleras.

Mientras tanto Harry que escuchaba desde el armario no podía parar de llorar y temblar como una hoja en otoño, pensando que la próxima vez sería peor. Así se durmió sin saber que por la mañana tendría 20 años.

~• UNA VEZ MAS •~ EN ADOPCION‼️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora