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Severus Snape camino por el vacío castillo, siempre atento de que ninguno de sus colegas estuvieras cerca, hoy era el día en que Harrison y los demás vendrían, hoy era el día en el que Lily volvería

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Severus Snape camino por el vacío castillo, siempre atento de que ninguno de sus colegas estuvieras cerca, hoy era el día en que Harrison y los demás vendrían, hoy era el día en el que Lily volvería.

Espero pacientemente hasta que vio cuatro figuras saliendo por el hueco del sauce boxeador, miró una vez a su alrededor y les hizo seña para que avanzarán.

Harrison saco su capa de invisibilidad y la señora Pucey se cubrió con ella, siempre era mejor que encontraran algunos alumnos a que un adulto.

Los cinco con pasos largos y rápidos se dirigieron a la oficina del director, paranoicos de que Filch o peor aún, McGonagall los viera.

Cuando finalmente llegaron a la gárgola y Severus dijo —ranas de chocolate, fue que soltaron el aire que no sabían que estaban conteniendo.

El primer en entrar fue el maestro de pociones quien inmediatamente congelo todos los retratos.

Cuando los demás entraron, fueron recibidos por una dulce canción para calmar sus nervios, Fawkes trino desde su percha, feliz de ver a todos.

—Gracias Fawkes, susurró Harrison.

Severus con decisión abrió la puerta de los aposentos y justo cuando iba a mover la cama, se encontró con la primera protección. —viejo idiota, se lo escucho gruñir.

Clarese se adelanto y apunto hacia la cama con un hechizo de detección, no era una barrera muy impresionante, solo una alarma para saber si alguien movió el mueble.  Ella asintió con la cabeza y Severus la quitó, luego levito la cama y la dejo en el otro extremo de la habitación.

Lo siguiente fue la pequeña puerta, esta era la parte complicada, estaba enbuida en protecciones, alarmas, maldiciones, encantamientos...

Clarise comenzó con lo más sencillo, quitó la detección de movimientos y luego siguió con lo más complicado, una red de hechizos que al traspasarlo te noquearia y te despertarias atado con fuertes cuerdas irrompibles.

El siguiente seria como un pinchazo, ya que la protección obtendría sangre de ti y la almacenaria. —Imbecil usando magia de sangre cuando predica contra ellas, murmuró la mujer. Vaya a saber que haría con esa sangre...

Y mientras la señora Pucey trabaja, Harrison se encontraba inquieto, muy inquieto. Necesitaba que la maldita puerta se abriera y sacaran a su madre.

Hermion quien lo vio casi comiendose las uñas lo abrazo, —Shhh todo va a estar bien Harry, la vamos a liberar y no va a morir esta vez, dijo sobandole la espalda.

Adrian escuchó como lo consolaba y le pareció extraño, ¿esta vez? A que se refería... ¿Era a esa noche hace tantos años? Pero no podía estar hablando de eso... no había nada que un bebe pudieran hacer...

Baaammm, un ruido sordo se escucho en la habitación. Clarese logro quitar otra de las protecciones pero no se esperaba que al desactivarla se encendiera una contra medida, una convinacion de alquimia y pociones que le habría quemado el rostro de no ser por Severus quien se dio cuenta de inmediato del peligro.

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