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••◇JUICIO◇••

ARTÍCULO 1 DEL CODIGO PENAL DE GRAN BRETAÑA MÁGICA

Todo aquel que haya sido visto cometiendo un delito, tenga la intención de realizarlo o la justicia posea pruebas suficientes para inculparlo, pasará 5 días (máximo) en el cuartel de los aurores. Allí se valorará cuán culpable es por medio de una serie de procesos.
Más tarde, será sometido a su juicio, donde, aquella persona que actúe representando al poder judicial, decidirá su sentencia o le liberará de sus cargos.
En el caso de que se le imponga una pena, el juez decidirá el tiempo que permanecerá en Azkaban, según lo estipulado en la Ley Mágica Británica.

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Martes 15 de septiembre de 1988

Eran las 5:00am y Harrison no aguantaba un segundo más en su cama, ese día sería el juicio de Sirius, ese día se liberaría del yugo de Dumbledore.
Una vez que fuese liberado y recuperará su tutela, Dumbledore podía irse al carajo, mientras su padrino se recuperaba, podía asignarle un tutor provisional, si Remus seguía embobado con el viejo no podría ser el y sería Narcisa Malfoy, pero si se mostraba distante, aunque sea un poco, iría con el.

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POV DUMBLEDORE

Todavía recordaba ese día hace un año, Amelia Bones había presentado una solicitud de juicio para Sirius Black delante de todo el Wizengamot, al principio pensé que se cansaría y dejaría de insistir en ello, pero no fue así, los miembros del Wizengamot se cansaron primero y cedieron ante su solicitud.

Esa mujer es una piedra en el zapato, al igual que lo era su hermano Alfred, el pobre  mientras ocurría la primera guerra descubrió no solo la verdad sobre Tom, sino sobre el, no le quedó más remedio que matarlo junto a su esposa y ahora se arrepentía, debió exterminar a la familia Bones. Mirando la hora en su reloj de bolsillo, se percato que era momento de presentarse en el Ministerio.

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Harrison llego treinta minutos antes de la sesión al ministerio de magia, vistiendo una túnica formal verde pino y su cabello peinado en un semi recogido dejando dos finos mechones caer sobre sus mejillas. Subió al ascensor y se dirigió al piso diez, cuando llegó, en un rincón visualizo a Remus, se veía ¿mejor que antes? Lentamente se acercó al hombre y de no ser porque su lobo lo reconoció, no habría sabido que era su cachorro. Se ve como un pequeño Sirius —Pensó el ojimiel.
En ese momento deseo tanto que su antigua amigo fuese inocente, seria demasiado cruel tener una cara tan parecida a alguien que entrego a tus padres y a ti a una muerte segura.