~• UNA VEZ MAS •~ EN ADOPCION‼️

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"Una cosa terrible acerca de la búsqueda de la verdad es que se la encuentre"

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Harrison se encontraba pensando en si sería buena idea usar la sala de menesteres para las reuniones, cuando una lechuza marrón se poso en la ventana cercana a el y agito sus alas queriendo llamar su atención, en su pico traía una pequeña nota.

Harry muchacho espero que puedas venir a mi oficina y tomar el té.
Los caramelos de limón son mis favoritos.

Ahí estaba lo que temía, la pasa lo estaba llamando a su oficina y no tenia forma de negarse. ¡¡Como si el quisiera tomar el te!! ¡Seguro ni siquiera había te! 

Luego de que recibió el mensaje y la lechuza se fue, Fawkes hizo acto de presencia, tan pomposo como siempre.

F: Pequeño maestro, veo que ya recibió el mensaje del viejo. Debe tener cuidado con lo que dice, no esta feliz con lo que hizo con su amiga Hermione. No hace falta recordarle, pero no coma nada de lo que le ofrezca. Y con eso desapareció tan súbitamente como llego, sin darle tiempo de responder. 

Perezosamente guardo sus libros, pergaminos y tinta. Salió de la biblioteca y se encamino a su muerte segura, bueno estaba exagerando. Llego a la gárgola, pronunció caramelo de limón  y esta le dio el paso.

 —AD: Harry, mi muchacho, ¿Cómo estas? ¿un caramelo? preguntó con su voz de abuelo. Como lo odiaba, no soportaba estar en un mismo lugar con el. Ni loco volvía a comer uno de esos dulces, ¡¡vaya a saber que tenían!! 

 —H: No, gracias señor. Estoy bien. Contesto con una 'sonrisa inocente' Realmente se estaba esforzando en no ser cortante, pero no le salía muy bien que digamos.

—AD: Esta bien mi muchacho... quería hablar contigo acerca de la señorita Granger. 

Que te importa viejo estúpido, pensó. Además es Potter viejo tonto.

—H: Yo... Dijo fingiendo timidez, con sus ojos brillosos, mirando hacia el suelo. —Hermione es mi amiga... No quee-ría que nadie la intimidara... Solo, yo solo  quería hacer más cómoda su vida en el mundo mágico. Y allí saco la carta de su madre, la que tanto le gustaba al viejo usar con Snape. —Ella me hizo pensar en mi madre... en si alguna vez alguien la molesto... Y finalmente dejo caer una lagrima de cocodrilo. Por supuesto señor, no voy a hacer lo mismo con cada nacido de muggle... Se adelanto a decir apresuradamente. 

—AD: Esta bien muchacho, se que tus intenciones no eran malas. Fue un poco extremo, pero ya está echo., dijo suspirando. ¿Ahora tenía otra Potter que cuidar? Era una lástima que el menor de los Weasley no logrará ser su amigo. ¿Debería apostar todo a la pequeña Ginny? Ve al gran comedor mi muchacho, ya es la hora de la cena. Y con eso Harrison dejo la oficina. ¡Su muchacho, mis polainas! —Pensó una vez que salió de la oficina.