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3️⃣2️⃣

Lily muy lentamente volvió a la conciencia y vio tres pares de ojos que la miraban con preocupación. —¿Mi hijo esta destinado a EL? ¿Porque? ¿Qué pueden tener en común? ¿Cómo...?

—Respira Lily, respira, dijo Remus.

Es cierto que ambos se ven y son bastante diferentes pero debes saber que antes de que fuera un señor oscuro fue un niño como Harry, uno maltratado, abusado, y con temor de morir en cada paso que daba. Crecer durante una guerra muggle no ayudó en nada y solo empeoró todo.

En una situación como esta ya no podemos solo ver lo que esta frente a nuestros ojos, se trata del futuro y felicidad de Harry, y por lo tanto Sirius como yo estamos dispuestos a tratar de entender sus acciones aunque no nos gusten, aunque lo odiemos.

—Yo volveré a unir sus piezas, le mostrare sus errores y lo haré entrar en razón. Si insiste en no reconsiderar las cosas entonces yo mismo le pondré fin a su existencia, prometió Harry.

Fawkes dijo que el director le había echo algo para que perdiera su camino original, algo que lo volvió inestable y terminó cometiendo más y más locuras.
Tengo la esperanza de que su camino original no sea como lo que hizo... yo...
Las lágrimas volvieron a derramarse por el rostro de Harrison y se las seco con enojo.

Fue en ese preciso momento cuando un recuerdo golpeó a Lily, una mandíbruja le entrego un pequeño bulto que al destapar era un precioso bebe. Su hijo, el primer recuerdo que probaba que realmente había dado a luz a Harry. Los recuerdos llegaron con los sentimientos de felicidad y amor.

—¿Lily? ¿Estás bien?  ¿Lily?

—Mi pobre bebe, susurró Lily. No llores, todo estará bien, haremos que ese imbecil entre en razón, no quiero verte sufrir. Ya lo veras, todo saldrá bien.

Acabo de recordar algo, fue el día en que naciste y la medibruja te puso en mis brazos.

—¡Es grandioso! Significa que te estás curando, quizas un día podrás recordar todo lo que paso, exclamó Sirius.

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Este era su tercer año, por segunda vez. Harry miró a todos mientras el sombrero seleccionador hacia su trabajo, todos se veían alegres y relajados, el año parecía que iba a ser de los más tranquilo, sin dementores, sin fugitivos que tratan de matarte, sin Moony... Él nuevo profesor era un auror retirado, su cara era amarga, no parecía estar muy feliz de enseñar a los niños pero seguramente era un lacayo obediente de Dumbledore y por eso estaba aquí.

Pensando en el viejo... Harry levantó la vista y lo encontró mirándolo, el 'inocentemente' sonrió como si no quisiera verlo morir lentamente y extinguir el brillo de sus ojos.

El anciano le devolvió la sonrisa, pero su habitual brillo faltaba.

Estaba preocupado, y Harry se regocijo en la miseria del director. Esto recién estaba empezando. Cuando trajera a Tom, el verdadero Tom de vuelta... destruirian a Dumbledore.

Hablando de Tom... decidió que al final del torneo de los tres magos sería cuando haría su versión  del ritual de resurrección. Con eso en mente busco la diadema de Ravenclaw y la escondió en su baúl.

El relicario estaba a salvo en el número doce.

El diario lo conseguiría Draco en las vacaciones de Yule.